Lomas de Zamora, febrero 25 (AUNO).- Un consorcio integrado por organismos públicos y laboratorios privados comenzará a desarrollar en la Argentina anticuerpos monoclonales, sustancias por cuyo desarrollo el investigador César Milstein recibió el Premio Nobel de Medicina, que se utilizan para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer y de enfermedades inmunes, y que actualmente son importadas a un alto costo.
El consorcio, integrado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, la Universidad Nacional de Quilmes (UNQui) y los laboratorios PharmADN, Laboratorio ELEA y Romikin. El objetivo es generar plataformas tecnológicas que permitan desarrollar y producir anticuerpos monoclonales para uso terapéutico.
El consorcio recibirá un subsidio de 20 millones de pesos por parte del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y se comprometió a realizar un aporte de $ 11.400.476 como contraparte. De esta manera, el monto total del proyecto ascenderá a $ 31.616.000.
Los anticuerpos monoclonales son sustancias producidas por una célula híbrida, resultado de la fusión de un clon de linfocitos B y de una célula plasmática tumoral. Son anticuerpos idénticos ya que todos los clones proceden de una sola célula madre. Se trata de la síntesis entre un anticuerpo se combina la información genética necesaria para lobtener el anticuerpo deseado con una célula que tiene gran capacidad de crecimiento, lo que permite su multiplicación indefinida.
Por ese desarrollo, que ya tiene más de treinta años, Milstein recibió el premio Nobel junto al alemán Georges Köhler y el danés Niels Jerne en 1984. Desde entonces, los anticuerpos monoclonales se han convertido en una forma de tratamiento y diagnóstico muy importante en diversas enfermedades tales como cáncer, enfermedades infecciosas e inflamatorias.
Los anticuerpos monoclonales actúan revirtiendo o deteniendo el avance de la enfermedad a partir de la detección y acción sobre blancos moleculares sensibles. Estos medicamentos ofrecen tratamientos novedosos y efectivos para el cáncer y otras enfermedades infecciosas e inflamatorias. Actualmente, el costo de estas terapias resulta muy elevado, por lo cual el desarrollo de una producción local que amplíe su acceso a una mayor cantidad de personas se considera estratégico para el país.
El proyecto se enmarca en la convocatoria del Fondo Sectorial de Biotecnología (FSBio-2010), del Ministerio de Ciencia y Técnica, destinado a la generación de plataformas biotecnológicas para la producción nacional de vacunas y proteínas recombinantes para la salud humana.
Según el INTI, el aporte oficial permite “completar el desarrollo comenzado con el subsidio correspondiente al Proyecto de Infraestructura y Equipamiento Tecnológico (PRIETEC) obtenido por el Centro de Biotecnología Industrial en 2010, destinado a la construcción de una planta de desarrollo productivo en células animales, que se dedicará especialmente a la elaboración de anticuerpos monoclonales pero que también podrá producir otras moléculas proteicas para uso en salud y en alimentos.
El desarrollo permitirá contar con tecnología propia para transferirla a las Pymes nacionales y para sectores sociales y del Estado que lo necesiten. En paralelo, en esta nueva planta se trabajará en la formación de recursos humanos.
Según informó el INTI , el proyecto consiste en desarrollar la plataforma a través de un biosimilar (anticuerpo monoclonal anti-CD20), utilizado en linfoma no-Hodgkin (LNH), leucemia linfática crónica y artritis reumatoidea, de modo tal que el producto, una vez trasladado a la escala industrial, pueda ser exportado a distintos países.
Dentro del consorcio, la empresa biotecnológica PharmADN, dedicada a experiencias de clonación, tendrá a su cargo el desarrollo de métodos de control de calidad y producción de lotes piloto. Por su parte, el laboratorio de especialidades medicinales Elea tendrá a su cargo el desarrollo y la formulación de los lotes piloto para estudios de estabilidad, ensayos preclínicos y clínicos. Se ocupará además del registro ante el ANMAT y gerenciará conjuntamente con el grupo de investigación del Instituto Roffo los ensayos de farmacocinética, farmacodinámica y clínicos.
En tanto, el INTI, a través de su Centro de Biotecnología Industrial, llevará a cabo la fermentación, purificación y producción de lotes a escala de desarrollo y sus correspondientes controles de calidad. Esto le posibilitará la prestación de servicios a terceros y la formación de recursos humanos en el área.
Quienes impulsan el proyecto tienen en cuenta que las patentes de los principales productos que están actualmente en el mercado expirarán en los próximos años, por lo cual el desarrollo de biosimilares aparece como una excelente oportunidad de negocio.
Estiman además que los productos de origen biotecnológico constituirán el 23 por ciento del mercado farmacéutico global para 2014. En 2008, once productos biotecnológicos eran los denominados blockbusters (con ventas superiores a 2 billones de dólares) y de ellos seis son anticuerpos monoclonales o proteínas de fusión.
AUNO 25-02-11 EV