Aquel sábado 10 de febrero parece mucho más lejano que lo que realmente marca el calendario. Banfield recibió a Boca en la cancha de Racing en lo que significó el primer partido del Clausura 2007 y el retorno de Patricio Hernández, que entonces prometía ser el entrenador con más horas de trabajo en el club.
Boca, por esos días, lograba la vuelta a préstamo por cuatro meses de Juan Román Riquelme, que igualmente, no jugaría ese partido. Mientras, el Florencio Sola se renovaba con la construcción de unas modernas y cómodas plateas.
El primer equipo que paró Patricio fue Cristian Lucchetti; Javier Sanguinetti, Julián Maidana, Carlos Galván; Roberto Salvatierra, Javier Villarreal, Fabián Santana, Luciano Civelli (después Esteban); Martín Andrizzi, Angel Morales (después Barrales) y Josemir Lujambio (después Cvitanich).
El equipo del Sur se fue al entretiempo con tres goles en contra (el partido terminó 0-4) y con una incertidumbre gigante que abarcaba: sistema de juego, perfil del entrenador, objetivos a futuro, contrataciones.
Por si esto fuera poco, el panorama no asomaba alentador para el ‘Taladro’. En pocos días debía visitar a Lanús en el clásico y comenzar su segunda participación en la Copa Libertadores, en la que integró un grupo complicado junto con El Nacional de Ecuador, América de México y Libertad de Paraguay.
La suerte y el juego no acompañó y el viernes 16 de marzo, tras la derrota 2-0 de local ante Estudiantes, el Florencio Sola fue un Cabildo Abierto. Los hinchas insultaron a Hernández y comenzaron a hostigar a los jugadores haciendo foco en los más grandes del plantel: Sanguinetti, Galván, González y Maidana. Esa misma noche, Carlos Portell anunció la salida del técnico.
Con el equipo mal en el campeonato (también había perdido contra Lanús y San Lorenzo) y con pocas chances de clasificar a los octavos de final de la Copa (había perdido dos partidos –en México y Paraguay- y había vencido a los ecuatorianos como local) dos hombres del cuerpo técnico de Hernández tomaron las riendas del equipo: Hernán Lisi y Pablo ‘Vitamina’ Sánchez.
El ‘Taladro’ mejoró bastante, le ganó a Gimnasia en La Plata, goleó a América como local y devolvía tramos de buen fútbol con un Darío Cvitanich inspirado y un Cristian Maidana –marginado de la pretemporada por Hernández-, que comenzaba a demostrar habilidad jugando por el sector derecho.
Por la duodécima fecha, el equipo de Sánchez-Lisi le ganó 4-0 a Newell´s como local y algunos dirigentes comenzaron a ver con buenos ojos la continuidad de la dupla en el segundo semestre del año.
En esa misma jornada, Colón empató como local 1-1 ante Arsenal y Julio Falcioni dejó de ser su entrenador para pasar a ser el candidato oficial, el elegido de Portell para volver al ‘Taladro’.
Mientras Falcioni lideraba las encuestas en los foros de los hinchas, el equipo cayó en la irregularidad y la gente pedía a gritos un recambio generacional. Banfield terminó el campeonato en el decimosexto puesto con sólo 19 puntos, perdió 10 partidos y le convirtieron 32 goles.
El receso de invierno tuvo como característica central la incertidumbre. El plantel debía cambiar y rápidamente dejaron el club Galván, Andrizzi, Lujambio, Maidana, el ‘Pulpo’ González, Chatruc, Pagés, Bardaro y ‘Matute’ Morales, provocando un lógico y necesario movimiento generacional.
Además, el 22 de junio, sin saber todavía quién sería el entrenador para el Apertura, Carlos Portell anunció su renuncia por supuestas amenazas en su contra. Pocas horas después y tras una reunión de Comisión Directiva decidió rever la situación y continúa en el cargo.
En ese momento, los trascendidos indicaban que el presidente quería a Falcioni como entrenador, pero el por entonces vicepresidente, Carlos Baud, proponía a Juan Manuel Llop, que se encontraba en Godoy Cruz, a punto de jugar la Promoción –luego perdió la categoría en el mano a mano con Huracán-.
El Chocho firmó su vínculo con Banfield el 30 de junio sin mucho crédito de los hinchas y con la necesidad de hacer una buena campaña que permita no mirar con temor la tabla de los promedios en un futuro.
Para el Apertura llegaron ocho refuerzos: Ariel Broggi, Jairo Patiño, Diego Herner, José Devaca, Nicolás Pavlovich, Nilo Carretero, Luis Figueroa, Esteban Buján.
El viernes 3 de agosto la ilusión del hincha recibió un nuevo cachetazo. Por la primera fecha del Apertura 2007, Banfield jugó un aceptable partido ante Estudiantes pero perdió 3-0. El primer Banfield de Llop fue Lucchetti; Galarza, Herner, Devaca, Broggi; Patiño, Villarreal (después Carretero), Quinteros, Maidana (después Sanguinetti); Cvitanich y Barrales (después Pavlovich).
Con el correr de las fechas el equipo comenzó a mostrar buenos circuitos de juego, con la pegada del colombiano Patiño, las gambetas de Maidana y la contundencia de Cvitanich. Su déficit quizá haya sido no poder controlar partidos parejos que terminó perdiendo (ante Tigre, Argentinos y Huracán). Tanto es así, que su primer empate llegó en la fecha 14, 1-1 ante Olimpo. Hasta ahí había ganado 7 partidos y perdido 6.
Lo mejor fue su racha final, en la que ganó 10 de los últimos 15 puntos y terminó tercero, con un total de 32 puntos, completando un semestre más que positivo.
El cierre de año encuentra a un Banfield renovado y con una situación bastante menos oscura que la del inicio. Hoy nadie discute la continuidad de Llop y la dirigencia mantendría la misma base que finalizó el campeonato. Sólo emigraría el ‘Chaco’ Maidana a Rusia y llegarían al menos cuatro refuerzos: dos defensores, un mediocampista y un delantero.
AUNO
27-12-07 MV-MFV
