Lomas de Zamora, diciembre 2 (AUNO).- Patricio “Tripa” Bonfiglio es el director de la orquesta Rascasuelos y por primera vez tocará con su conjunto en zona sur. El músico oriundo de Lanús lamentó, en diálogo con AUNO, que a veces sea más difícil tocar en el Conurbano que fuera del país. “Es una pena”, expresó. Antes de su presentación en el Complejo Cultural Banfield Teatro Ensamble (Larrea 350, Lomas de Zamora), sugirió: “Entre todos los que somos del palo tenemos que ampliar la movida”.
El artista opinó que el tango está “un poco dejado de lado por los medios masivos”, y por eso le interesa presentarse lejos de la ciudad de Buenos Aires. Sobre todo, teniendo en cuenta que Rascasuelos está integrada por cuatro músicos de zona sur del Gran Buenos Aires: dos son de Lanús y dos de Quilmes. Bajo la dirección de “Tripa” en bandoneón, la orquesta está conformada por Héctor “Limón” García en la voz, Fulvio Giraudo en el piano, Nicolás Tabbush en violín, Ignacio Goby en la viola, Mauro Sarachian en cello y Cristian Basto en contrabajo.
El ex bandoneonista de la Orquesta Fernández Fierro explicó que “la necesidad de lograr un sonido tanguero pero actualizado” fue uno de los motivos para conformar Rascasuelos en 2009, y que también “era momento de abandonar lo que estaba ligado a un sonido más tradicional”. Esta actualización está ligada al rock y ejemplo de ello es la oportunidad que tuvo el conjunto de tocar en el teatro Carnegie Hall de Nueva York junto a Will Calhoun, el baterista y miembro fundador de Living Colour, en noviembre de 2016.
Entonces, Rascasuelos quiere retornar a las raíces multiculturales del tango y agregar elementos para conseguir un sonido aggiornado que no pierda la esencia del 2 × 4. “Se puede acercar a un montón de otros géneros manteniendo su raíz intacta”, puntualizó Bonfliglio. Todos sus integrantes tuvieron experiencias en otras formaciones, e incluso en otros ritmos como el rock y el folklore. Con composiciones propias y una marcada influencia del estilo de Pugliese y Piazzolla, el septeto produce una música de vanguardia muy apartada de lo tradicional.
Esta noche desde las 21, además de repasar temas de sus primeros discos —
Rascasuelos y Tangos vivos— estará presentando adelantos del tercer trabajo discográfico, bajo el concepto de “conventillo global”. Remite a los diversos lenguajes que han sido vertientes del tango, como la música africana y la española. “Nos interesa trazar una tangente en la historia con nuevos elementos, incorporando cosas como lo hicieron los maestros de otra época”, describió el bandoneonista.
“Decidimos agarrar lenguajes de la época del ’50. Fue parte de un proceso para tener nuestra voz en el tango, y hacerlo desde el lugar que nos toca, desde nuestro presente, que es claramente un contexto urbano y social, distinto al que tuvieron los directores de las grandes orquestas. Respondimos a la necesidad artística de tener nuestra opinión de cómo hacer el tango, algo que nos represente”, remarcó.
—¿A qué remite el concepto de “conventillo global”?
—Al origen del tango, que fue en los conventillos, con la ola de inmigrantes en San Telmo, Barracas y La Boca. Allí convivían personas, familias de países distintos en un mismo lugar. Italianos, polacos, franceses, mestizos, hasta africanos que dejaron su marca en el género. El tango es resultado de una multiculturalidad. Y tener elementos musicales artísticos de tantas culturas diferentes le permite tener la cintura estética para reencontrarse con algunos géneros que fueron vertientes, como la música africana, criolla, española, incluso con otras suburbanas populares, como el rock.
—¿Pensás que el tango se tiene que mezclar con otros géneros?
—El tango puede convivir, amablemente, sin caer en la cosa prefabricada de mercado que es la fusión, y que no es más que una excusa para abarcar más público en la venta. Desde un lugar más genuino, se puede acercar a un montón de otros géneros manteniendo su raíz intacta.
—¿Es la primera vez que te presentás en el Ensamble?
—Con este grupo es la primera vez; estamos re contentos por eso. Pero yo me había presentado con otros proyectos hace muchos años, cuando estaba en la avenida Alsina. Me parece fantástico como encararon el desarrollo de ese colectivo —Banfield Teatro Ensamble—, nos sentimos un poco identificados porque también somos un proyecto independiente, autogestivo. Además, han logrado que sea uno de los mejores de zona sur.
—¿Por qué Rascasuelos no se presentó antes en la zona?
—Aunque cuatro integrantes somos de la zona, todavía no habíamos podido. A veces es más difícil tocar acá, cerca de Buenos Aires, que en el exterior: es una pena. Por eso tratamos de trazar las dos jugadas, así como se abren puertas afuera tratamos de hacer una inversión y poder construir un espacio un poco más amplio, que no sea sólo en Capital Federal. Entre todos los que somos del palo tenemos que ampliar esta movida. Porque el género está un poco dejado de lado por los medios masivos de comunicación, pero le ponemos el pecho. A nosotros nos interesa ir al interior y llevar nuestra voz.
—¿Cómo ves la actualidad del tango?
—No va a un paso súper acelerado pero sí constante, de avance. Cada vez son más los músicos a los que no les alcanza con hacer el tango de otra época y que intentan encontrar su propio sonido, su propia voz y composiciones, su estética. Yendo todos en un gran colectivo que crece firme. Nuestro avance no es explosivo, pero es constante. La verdad es que es buenísimo lo que ha cambiado, lo que ha mejorado en comparación con 10 ó 20 años atrás. Es importante tener espíritu combativo porque van a llover críticas negativas y van a chorrear críticas positivas. No es relajado el transitar el camino hacia algo de ruptura.
—¿Es necesario abrir más espacios de tango?
—No creo que falten, pero sí abren más, mejor. Cuando se armó el Club Atlético Fernández Fierro no había un espacio con tales características: con las prestaciones de un teatro y la informalidad de un bar. Ahora hay más espacios así. Pero por ejemplo, este año se hizo un festival en el CAFF en el que se presentaron 40 agrupaciones de tango y algunas de folklore. Cada una con su propuesta, clara, decidida, organizada, produciendo sus discos, sus giras. Es algo que da ánimos a todos los músicos. Aunque sigue siendo difícil. Es una situación fenomenal, cuando arrancamos con esto del CAFF no éramos tan optimistas.
—¿Falta apoyo desde el Estado para el género?
—El apoyo estatal puede ser un arma de doble filo: no tocaría con globos amarillos. Creo que desde la autogestión se puede construir mucho sin la necesidad de ensuciarse. Menos si no me siento para nada representado. El apoyo a la cultura sin condicionamiento de bandera no existe. Si tocás en determinados eventos termina siendo propaganda política. Nunca termina siendo totalmente un apoyo a la cultura, porque estás siendo utilizado para un fin político.
AUNO-02-12-2017
FL-MDY