En tiempos en que buena parte de los esfuerzos sanitarios apuntan a la prevención de enfermedades como el dengue, investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) lograron desarrollar tejidos de algodón con capacidad para repeler mosquitos mediante la aplicación de una sustancia natural microencapsulada, lo que permite mantener el efecto al menos unos 45 días.
El proceso tecnológico fue desarrollado por los centros de Textiles y Química del INTI, encabezado por las investigadoras Laura Hermida y Patricia Marino.
El diálogo con AUNO, Hermida explicó que este desarrollo consiste en la utilización de “microcápsulas con una sustancia llamada citronella, que es repelente de mosquitos, incluido el Aedes aegypti, que es vector del dengue, y que son colocadas cuando se elabora la tela con la que se hacen las prendas”.
“Este sistema tiene la ventaja de que es entre tres y cuatro veces más efectivo que cualquier otra forma de usar repelente antimosquitos”, añadió Hermida.
Por su parte, Patricia Marino adelantó que “la industria textil está en condiciones de producir esta tela y de hecho muchas empresas nos han llamado, interesadas en la tecnología para aplicarlo”.
“El tema clave es que se interesen las industrias que elaboran productos auxiliares para la industria textil, para añadir a sus productos, tales como las empresas químicas. Estamos sensibilizando al sector de la industria química con ese fin”.
Los tejidos a los que se les incorporaron las microcápsulas fueron expuestos a una prueba de repelencia que consistió en la fabricación de guantes de algodón a los que se les impregnaron microcápsulas de citronella, citronella en forma líquida o ninguna sustancia.
La prueba consistió en introducir una mano con cada uno de los tipos de guantes, por un minuto, en una cámara en la que había 200 ejemplares mosquitos Aedes aegypti sin alimentar por más de tres días, y al mismo tiempo se introducía la otra mano, sin cobertura para estimular al mosquito.
Estas pruebas se realizaron por cuarenta y cinco días y un observador que se encargaba de contar la cantidad de mosquitos que se acercaban a cada uno de los guantes. Como conclusión, se pudo ver que el tejido no tratado mantuvo cierta protección respecto al brazo desnudo durante todo el período estudiado mientras que la muestra rociada con citronella presentó, durante los primeros dieciséis días, una actividad repelente más efectiva que aquella observada en el tejido sin tratar.
Por último, la muestra impregnada con microcápsulas de citronella mostró una mayor y más duradera protección a los insectos. Durante las primeras 3 semanas los textiles con acabados microencapsulados presentaron una actividad repelente superior al 90 por ciento y sólo perdieron completamente su actividad a los 45 días de la aplicación.
Los investigadores apuntan a ampliar este desarrollo procurando prolongar la actividad repelente en el algodón y también en textiles sintéticos, lo que permitiría elaborar otras telas como mosquiteros con mayor protección que la física.
También se está trabajando sobre la posibilidad de lograr una mayor fijación de las microcápsulas en los tejidos, de manera que resistan los lavados.
AUNO 16-03-10 MS-EV