Lomas de Zamora, marzo 22 (AUNO) – La tarde de un jueves de 1979, Taty se acercó con el alma deshecha y desamparada a un grupo de madres que caminaba sin detenerse rodeando la Pirámide de Mayo. Allí no se preguntaba quién era cada una, sino quién le faltaba. Todas ellas buscaban desesperadas a sus hijos, sus parejas, sus nietos, a sus seres queridos desaparecidos. Taty estaba allí por su hijo.
En el barrio de Belgrano, hace 87 años, nació en el seno de una familia tradicional y bien posicionada Lidia Estela Mercedes Miy Uranga. “Taty”, como le dirán cariñosamente y como será reconocida mundialmente muchos años después, estudió para ser docente y se casó con Jorge Almeida, con quien tuvo tres hijos: Jorge, Alejandro y Fabiana.
Antes que la Triple A desapareciera a Alejandro, un joven de 20 años que estudiaba medicina y trabajaba en la agencia de noticias Télam, Taty era una señora conservadora, antiperonista y estaba en las antípodas de los valores de la militancia. Este sábado, como desde hace 42 años y unos meses más, va a pararse en esa misma plaza que la abrazó en 1979 con las madres, las abuelas y los hijos de desaparecidos a buscar, con los ojos afiladísimos como los de un halcón, a su querido Alejandro, militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Hace ya mucho que dejó de ser una “gorilita”, como él la llamaba cariñosamente, y se convirtió en una madre y abuela de todos.
¿Cuál es su lectura sobre la reacción de la juventud actual respecto a los derechos humanos?
Es una maravilla, realmente. Así como una rescata la militancia de los setentas, rescatamos la militancia de esta juventud, que es “mi-li-tan-cia”. No hay que tenerle miedo a esa palabra. Militancia es compromiso, compañerismo, compartir, ocuparte del otro, más allá del partidismo, y es lo que vemos día a día. Es una maravilla esta militancia de estos jóvenes a los cuales les estamos pasando de a poquito la posta, que ya la han tomado y ya la ponen en práctica. Y digo de a poco porque a pesar de los bastones que usamos algunas y las sillas de ruedas, las locas seguimos de pie (ríe), y vamos a seguir.
¿Como referente, ¿cree que se está retrocediendo en materia de derechos humanos?
Desde ya. Hemos retrocedido años. En un gobierno constitucional, ¡que haya presos políticos!… En qué gobierno constitucional pasó que hayamos tenido que empezar a gritar “aparición con vida”, como pasó con la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado o el asesinato de Rafael Nahuel… es un retroceso es-pan-to-so. Jamás pensamos que después de 40 años íbamos a empezar otra vez con entrevistas y con denuncias. No solo desde acá sino en el exterior. Jamás pensamos esto. Pero es lo que estamos haciendo y seguiremos haciendo.
¿Estos temas van a estar presentes este sábado en la plaza?
Sí, porque hoy la violación a los derechos humanos es permanente. Nos vamos a concentrar a las 13 en Avenida de Mayo y Piedras, donde a las 14 vamos a arrancar con la bandera de nuestros hijos, con su foto, porque este 24, como todos los años, el motivo principal es el repudio al golpe cívico militar clerical, y la presencia, más que nunca, de nuestros queridos 30 mil desaparecidos. Pero además, este año, acá no hay partidismo ni nada, vamos a ser miles que le vamos a demostrar a Macri el repudio por las medidas nefastas que sigue tomando. Sabemos que va a ser algo apoteótico. Tienen que hacerse cargo del horror que están cometiendo ahora. Este sábado van a tener la respuesta.
¿Qué opina sobre la “doctrina Chocobar” elogiada públicamente por Mauricio
Macri?
Como tantas medidas que está tomando este gobierno: totalmente repudiable. De una u otra manera, todos los días, este gobierno está violando los derechos humanos. No nos resulta sorprendente, cada día demuestran “el cambio”, el cambio nefasto que están haciendo en la Argentina. Lo que está demostrando (Macri) es que está totalmente de acuerdo, tanto (Patricia) Bullrich como todo su gobierno, de dar mano libre para que la policía mate, para tomar por mano propia esa justicia que nosotras por años exigimos siempre como justicia legal. Siempre dentro de la legalidad, jamás por mano propia. Desgraciadamente, con los hechos, se está demostrando que acá no vale nada lo que sea legal. Que maten a una criatura, sin dar explicaciones… Ojo. Explicaciones dan, pero ni a ellos les convencen. Basta, ya no engañan a nadie.
¿Qué opina sobre el rol de los medios de comunicación hegemónicos frente al accionar de las fuerzas de seguridad?
Los medios ya sabemos a quienes responden. Son nefastos, porque jamás pasan nada de los logros que uno tiene, por ejemplo que por “el pueblo unido jamás será vencido” logramos que (Miguel) Etchecolatz vuelva a la prisión. Entonces, por eso digo que lo logramos porque los juicios continúan, a pesar de todos los palos que le ponen a la rueda. Y sin embargo seguimos condenando y repudiando. Por ejemplo, quieren darle prisión domiciliaria a (Alfredo) Astiz, ese cobarde, judas… ¿Pero qué pasa? Que acá no les importan esos pactos internacionales que tenemos. Si es desaparición forzada: cárcel común y perpetua. En buenahora, igual también tenemos muchos medios de comunicación que cuentan la verdad, ya sean radios o con el boca en boca, que es lo que hay que hacer todos los días.
Hace unos días la editorial de La Nación tituló “Macri, el feminista que nadie vio venir”. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?
¡Pero dejame de embromar! Ese narcicismo… “Agradezco a las mujeres que me han hecho feliz”, dijo, pero que me deje de embromar. A quién engaña este hombre, por favor, que se saque la careta. Tan feminista que despide mujeres embarazadas… es una cargada.
¿Se considera usted feminista? ¿Piensa que su lucha está atravesada de alguna manera por la reivindicación de la mujer en los espacios tanto públicos como políticos?
Pero sí, desde ya. Yo siempre digo: la mujer al lado, ni atrás ni adelante del hombre. Eso es importante. Además hemos demostrado por años el porqué del 8 de marzo cuando recordamos a esas mujeres heroicas. Nuestra lucha está atravesada de alguna manera por la reivindicación de la mujer en los espacios tanto públicos como políticos, totalmente. El movimiento del 8 de marzo fue mundial, un paro internacional. “Sexo débil”, ¿dónde?
¿Cree usted que el feminismo logrará frenar las cientos de violaciones a los derechos humanos de niñas, jóvenes y mujeres?
Yo pienso que hace rato que somos escuchadas, pero que hay que seguir porque no se ha logrado lo que realmente se pide. Vale la pena seguir insistiendo y poner el cuerpo en la calle. Y hacerse escuchar.
AUNO 22-03-2018
MT-AFG