La XV Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático, que se celebrará en diciembre en Copenhague, Dinamarca, es la primera reunión de negociación internacional plena para configurar un nuevo acuerdo para revertir los efectos del cambio climático. En ese encuentro, los países miembro negociarán un nuevo protocolo que sustituya en 2012 al de Kyoto, un acuerdo internacional pactado en 1992 que tiene como objetivo reducir las emisiones de seis gases provocadores del calentamiento global.
En ese encuentro, los Estados miembro definirán el futuro del régimen global sobre clima, pero hasta ahora nada se oye discutir sobre las negociaciones preliminares en el país.
En los últimos dos meses, Argentina fue testigo de diferentes encuentros entre funcionarios nacionales e internacionales que tenían como objetivo fijar posibles medidas de mitigación para contrarrestar las consecuencias del cambio climático y la desertificación. La más importante, pero quizás la menos difundida, fue la novena Conferencia de las Partes (COP 9) de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD).
La convención se realizó del 21 de septiembre al 2 de octubre y reunió por primera vez en Argentina a un comité de 400 científicos, con el objetivo de asesorar a las autoridades que la integran la UNCCD. De esa manera, el comité apuntó a neutralizar la degradación de las tierras secas, habitadas por 1.700 millones de personas, de las que un 17 por ciento vive en la pobreza crónica.
Si bien los ministros y funcionarios de los 193 países que integran la UNCCD debían coordinar una política mundial contra los efectos de la sequía, la deforestación y degradación de suelos, “no hubo nada concreto”, sentenció el coordinador nacional de la campaña de Bosques de la organización internacional Greenpeace, Hernán Giardini.
La UNCCD es un acuerdo internacional, adoptado en París el 17 de junio de 1994, que luchar contra la desertificación y para atenuar los efectos de la sequía en los países gravemente afectados. De modo que, sus acciones apuntan a mejorar la productividad de la tierra, restaurar y conservar los suelos, establecer una mejor utilización de los recursos hídricos e introducir la noción de desarrollo sostenible en las zonas afectadas por la sequía y la desertificación.
AUNO 17-11-09 AAF EV