Shitty Games significa juegos de mierda. Así, tan directas como ese nombre son sus obras, que se deslizan sobre una dinámica sencilla. Atentos a las reacciones de la cultura ante acontecimientos noticiosos, toman los que tienen mayor potencial cómico e irónico, y forman un producto de entretenimiento que induce a una reflexión concienzuda.
La grafican con estética pixel, que evoca la calidad gráfica de los primeros productos de la industria de videojuegos. Con el potencial expresivo desarrollado con por el avance de la tecnología.
En Gordo Mortero, Shitty Games nos da la posibilidad de recrear la modalidad de protesta que se vale un artefacto artesanal para lanzar proyectiles. Chanogedon es una saga que ya tiene cuatro entregas: nos deja manejar cómo si fuésemos un rockero irresponsable.
Un hit fue el juego de La Cheta del NOrdelta, en 2017.
Y ahora podemos cantar #MMLPQTP hasta lograr algunos resultados.
Son directos para plantear temas con determinada sensibilidad social. Disponen las ideas con tonos irónicos. Juegan con la corrección política desde la irreverencia estética.
Esto genera opiniones opuestas, pero se llaman Shitty Games: no les importa ni mierda eso.
¿De dónde viene el gusto por el pixel art?
Somos jugadores de videojuegos retro, más que nada. Nos gusta desde que somos chicos. Así que, digamos: viene de la fibra sensible de las nostalgias.
¿Cómo surge Shitty Games? ¿Quiénes lo integran? ¿Cuáles son los roles de cada uno?
Ber Sektor y Nahuel Moco se conocieron testeando juegos en La Plata. Nace como una necesidad de bardear las elecciones universitarias. De ese planteo surgió, en 2013, el juego Corre, donde una cabeza de Macri te corre por todo un nivel. Después, en 2016, se sumó al equipo Sepu (Martín Darío Charruf Fadiga), que venía haciendo pixel art por su cuenta. Nahuel moco se encarga de la programación, Ber Sektor y Sepu de los pixeles.
¿Cómo es el proceso para realizar las obras?
Manejar el timing en la elección de la temática, delinear el concepto de fondo que transmiten. La velocidad para tener la obra lista antes de que el tema quede desactualizado. Lo primero es encontrarnos con una noticia que nos interese. Después, por chat, debatimos las mecánicas, la estética, y el mensaje que queremos dar. A veces es irónico, pero hay gente que no lo entiende así y es cuando surgen las confusiones. Con el laburo y los tiempos somos re ordenados. Si la noticia pasa un lunes, ese día a la tarde-noche ya lo tenemos. A lo sumo el martes al mediodía.
¿Qué devoluciones tuvieron?
Y, desde mensajes positivos hasta amenazas. Por lo general nos resulta muy gracioso y triste a la vez, cuando damos un mensaje irónico y lo toman literal.
Hubo gente que dijo: “hay que matarlos a todos”; o quienes, a partir del juego Ignorambo, que tiene una temática feminista, decían: “sí, a las minas hay k matarlas a todas, feminazis”. Puede ser medio raro pero lo importante es que hacemos lo que nos gusta, aunque la mayoría no entienda nuestro humor ácido.