¿Se nos dará esta vez? La pregunta, en primera personal del plural, la tiró al aire un hincha de Lanús la noche del 19 de octubre, en la ‘Fortaleza’ de Guidi y Arias, después de que el equipo dirigido por Ramón Cabrero derrotara por 2-0 a San Martín de San Juan y quedara como único líder del Apertura. Aquel interrogante se transformó en la gran incógnita que se formulan los simpatizantes del club del Sur del GBA que por estas horas sueñan con la conquista de su primer título en el fútbol grande de la Argentina.
Por lo tanto, los subcampeonatos logrados por Lanús en 1956, 1998 y 2006, así como otras grandes campañas que no pudieron concluir con una vuelta olímpica, constituyen una especie de maleficio que Diego Valeri, José Sand, Agustín Pelletieri y compañía intentarán quebrar en esta oportunidad. A la espera del trascendental choque del domingo ante Tigre, con el que el ‘Granate’ comenzará transitar el tramo final de un torneo que puede llevarlo a la gloria, la idea es repasar las instancias en las que la consagración de la entidad sureña se frustró cuando parecía estar concretada.
Con una lujosa línea media formada por Juan Héctor Guidi, Nicolás Daponte y José Nazionale, Lanús fue el gran animador del campeonato de 1956, que constaba entonces de dos ruedas. Por su juego de alto vuelo técnico y gran dinámica, el conjunto adiestrado por Juan Cevasco se ganó el mote de ‘Los Globetrotters’, en alusión al popular equipo de básquetbol estadounidense, compuesto enteramente por jugadores negros, que realizaba exhibiciones por distintas ciudades del mundo.
Lanús compartió el liderazgo del certamen junto con River durante varias jornadas, y el 28 de octubre recibió al elenco ‘Millonario’ en su cancha. Tras ir en desventaja en el marcador durante el primer tiempo, los visitantes reaccionaron en el complemento y se impusieron por 3-1. River se adueñó de la punta y los ‘Granates’ no pudieron darles alcance. Al final de la competencia, los de Núñez se coronaron campeones con 43 puntos y los dirigidos por Cevasco concluyeron segundos con 40 unidades.
Doce años después, el club consiguió armar otro gran equipo, que adquirió notoriedad por las paredes que solían tirar sus integrantes durante los encuentros que disputaban. Se los conoció con el apodo de ‘Los Albañiles’, y fueron protagonistas del campeonato Metropolitano de 1968, que se disputó en dos zonas, en las que los dos primeros avanzaban a las semifinales.
Con jugadores de la talla de Osvaldo Piazza, Héctor Minitti y Juan Carlos Garmendia, Lanús se ubicó en la segunda posición de su zona detrás de San Lorenzo, que sería el campeón. En la última jornada de la fase regular, el elenco sureño enfrentó al Estudiantes de Osvaldo Zubeldía y perdió 4-2 en La Plata. El ‘Grana’ quedó en la tercera colocación del grupo y se quedó al margen de la definición del certamen.
En los 90, ya iniciada la era de los torneos cortos, el club volvió a los primeros planos bajo la dirección técnica de Héctor Cúper y se erigió en uno de los grandes protagonistas de los campeonatos celebrados en 1996. Con el gran aporte futbolístico de Ariel Ibagaza y Hugo Morales, el despliegue de Daniel Cravero en el medio, y la presencia de Gabriel Schurrer en la defensa, el ‘Granate’ vivió un gran año, en el cual obtuvo un significativo logro a nivel internacional: la Copa Conmebol. Sin embargo, la suerte le fue otra vez esquiva en el plano local.
En el Clausura 96, el elenco sureño alcanzó a Vélez en el liderazgo de la competencia en la decimosexta fecha, pero en la siguiente jornada perdió con Deportivo Español por 1-0 en el Nuevo Gasómetro. El conjunto de Carlos Bianchi quedó como único líder, y luego se llevó el título. En los dos últimos partidos de la competencia, Lanús igualó 1-1 con Gimnasia de Jujuy y perdió 2-1 con Huracán. Finalmente, terminó tercero a seis puntos del ganador del torneo y a cuatro del subcampeón, Gimnasia y Esgrima La Plata.
En el segundo semestre, Lanús retornó a los primeros planos. Llegó —como en la actualidad— a la cima del Apertura 96 en la decimocuarta fecha. Pero experimentó otro bajón futbolístico y cayó hasta el tercer lugar justo cuando se desarrollaba el tramo decisivo del torneo. River salió campeón e Independiente fue segundo.
En 1998, Cúper partió al Mallorca de España y Mario Gómez, su ayudante de campo, asumió la conducción del plantel. Julián Kmet, Gonzalo Belloso, Leonardo Más y Gustavo Bartelt —llegado desde All Boys—, fueron algunos de los jugadores más destacados de aquel equipo.
El ‘Granate’ sufrió una única derrota ante Racing en el Clausura 98 y jugó un gran torneo. Pero otra vez se quedó en las puertas de la gloria, detrás del Vélez de Marcelo Bielsa, que luego se convirtió en DT de la Selección tras un breve paso por el Espanyol de Barcelona.
En las últimas fechas de ese certamen, Lanús visitó a Vélez en un recordado cotejo que concluyó 2-2. Sobre la hora, el defensor del ‘Fortín’ Mauricio Pellegrino despejó sobre la línea de gol un disparo de Bartelt. ¿Que hubiese sucedido si esa pelota entraba?
Después de una serie de temporadas irregulares, en algunas incluso vio peligrar su permanencia en Primera, Ramón Cabrero, un director técnico que trabajaba en las inferiores del club, tomó las riendas del equipo profesional en noviembre de 2005.
En apenas unos meses, Cabrero le cambió la cara al equipo y con varios jugadores surgidos en las divisiones menores de la entidad —Pelletieri, Fabbiani, Leto y Archubi, entre otros—, Lanús alcanzó un meritorio segundo puesto en el detrás del Boca de Alfio Basile en el Clausura 2006.
Ahora, con la receta de apostar al largo plazo y potenciar a los jugadores de la cantera, el adiestrador nacido hace 60 años en Santander, España, puso otra vez a Lanús a tiro de la gran consagración que siempre anheló. ¿Se le dará esta vez? Es la pregunta que resuena en cientos de corazones ‘granates’ que hoy palpitan de ilusión.
AUNO 31-10-07 LDC-MFV