«Sembrar cultura y organización popular»

Con música, fotos, teatro y danzas recordaron los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Reclamaron justicia e insistieron en que el Poder Judicial vaya por los «responsables políticos» del caso.

Antonella Baldi

Lomas de Zamora, junio 26 (AUNO) – Murales, fotos, banderines, folletos, graffitis, stencil y el residual olor a aerosol hacen entender que la estación en Avellaneda, que lleva el nombre de los dos militantes asesinados, no es sólo un lugar de paso.

La estación de Darío y Maxi es un lugar de encuentro, de reunión, y lleno de simbolismos dotados de una carga histórica. En cada rincón y espacio de pared figura la leyenda de los dos. Es un recuerdo activo de la tragedia, que los honra.

Al cumplirse quince años del asesinato de los jóvenes por parte de la Policía bonaerense se recrea, en el marco de la estación, una jornada en la que no falta la movilización juvenil que exige justicia.

Nenes y nenas que se mezclaban entre los grandes, con mate, sentados en el piso, o en las gradas, en un improvisado anfiteatro, en el terreno del costado a los molinetes, se rodea a un grupo de teatro que recrea una escena de la represión policial.

A la entrada se descubrió la nueva escultura de las víctimas retratadas con miradas pícaras. Darío y Maximiliano fueron asesinados en ese lugar el 26 de junio de 2002, durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde.

En el hall, testigo principal de aquel asesinato a quemarropa de los dos piqueteros en protesta contra la desocupación, se les daba la palabra a los reclamos de distintos centros sociales en un foro a radio abierta.

Con la garganta forzada, para ganarle a la música de las bandas en vivo que se sumaron a la jornada, Graciela Cosentino, integrante del Frente Popular Darío Santillán aseguró a AUNO: “En el momento que asesinaron a nuestros compañeros entendimos que éste tenía que ser un lugar que pudiera gestar cultura y que trascienda la muerte como un suceso meramente, sino que pudiera sembrar vida, cultura y sobre todo organización popular desde abajo“.

Trascender

El Frente es el responsable de la convocatoria, que junto a distintas agrupaciones y centros, planean todas las actividades que se desarrollan cada 25 de junio desde el medio día en vísperas del aniversario de la masacre de Avellaneda.

El tren Roca atraviesa el puente y abajo la gente pasea por la calle como por una plaza. Y con el foco centrado al escenario principal se adueñan del lugar:

Improvisaron murgas al compás de los bombos, o los movimientos cuando de fondo suena folclore y después se acomodan para salir mejor en las fotos o se cruzan de una vereda a otra para saludar algún conocido.

Consentino advirtió que “ahora estamos ante un escenario que no deja de avanzar en términos represivos, y que esa represión viene de la mano de flexibilidad laboral que afecta a la juventud.

“En ese sentido entendemos que Darío y Maxi se organizaban en sus barrios para poder ganar un estilo de vida más digno. Tenemos que multiplicar a más Daríos y más Maxis“, destacó la dirigente.

Gloria responde a la consigna de “La lucha hace justicia. Su ejemplo se multiplica”, como se lee en varias banderas.

De una generación o de otra. Jóvenes y adultos estuvieron con pañuelos en el cuello y remeras con consignas de resistencia, y hasta cortan la calle.

A la jornada del domingo en cada obra o manifestación no se le puede separar lo político y el pedido de justicia.

“Contra la represión institucionalizada”, gritaba desde el escenario una compañía teatral. Después, una muestra de danza que por las expresiones de las caras y las durezas en sus movimientos demostraban el desagrado a una figura de poder política.

Todo el año

Con los ojos brillosos, por la emoción o porque la luz del reflector le daba un poco de costado, Leonardo Santillán, hermano de Darío señaló a AUNO:

“Esto no esta despegado del pedido de justicia. Hoy nos encontramos acá pero la reivindicación tiene que estar todo el año. Todos los responsables políticos, lejos de estar pagando, los principales referentes que tuvieron responsabilidad política del asesinato de Maxi y Darío, se están presentando a elecciones”.

Ya han conseguido la condena a los responsables materiales del crimen: el comisario a cargo del operativo de persecución policial Alfredo Fanchiotti y el ex cabo Alejandro Acosta, entre otros efectivos policiales.

Exigen también la cárcel a los “responsables políticos”, como los califican. Entre ellos, Duhalde, Felipe Solá (entonces gobernador) y a Aníbal Fernández, secretario general de la Presidencia.

En un costado de la estación, debajo de un techo, se acumulan las mochilas y los aislantes en los que muchos jóvenes se acomodaban, entrada la noche, para dar inicio a la clásica vigilia y cerrar la jornada.

AUNO 26-06-17
AB HRC

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