Lomas de Zamora, febrero 25 (AUNO).- Hace seis años la guitarra perdía una parte suya. Diez dedos dejaban de acariciarla. Un corazón dejaba de sentirla. Norberto Napolitano, Pappo, el Carpo, perdía la vida en un accidente arriba de su Harley Davidson.
Aquella madrugada de viernes, una mala jugada del destino ocurría en el kilómetro 71 de la ruta 5, en Luján. Ahí, encontraba su pasaje a la eternidad uno de los músicos más virtuosos.
Apasionado por la viola como pocos, definió su relación con ella a través de la canción Blues para mi guitarra: “Cuando escucho mi guitarra/ siento que todo es mejor/ y que todo se me aclara/ todo a mi alrededor/ es como escuchar distinto/ es como escuchar mi voz”.
Con una recorrido por algunas de las bandas que marcaron a generaciones enteras, entre las que se destacan Los Gatos, Los Abuelos de la Nada, Pappo’s Blues, Aeroblus y Riff, Pappo es considerado uno de los próceres de la historia del rock nacional.
Por su estilo único, logró ser reconocido como uno de los mejores guitarristas del mundo del blues, hasta por el mismísimo B. B. King que en su última visita a Argentina en el estadio Luna Park expresó: “Estoy muy contento de estar aquí, pero a la vez estoy triste porque me falta un amigo”.
Fue ese “bluesman” norteamericano quien llevó a Pappo a deleitar al público del Madison Square Garden, en 1993. Tal fue la importancia de ese show para el Carpo que, según contó él mismo, se encerró durante toda la estadía previa a la presentación para no padecer ningún imprevisto que le impidiera pisar el tan ansiado escenario.
Páginas y páginas podrían llenarse con las anécdotas del guitarrista, desde las historias de prostíbulos con su hijo, hasta la famosa discusión con DJ Dero en el programa “Sábado Bus”. Pero nada de eso llenará el lugar que antes ocupaba un solo, un riff, una canción, una voz carrasposa.
Tal vez, el mejor homenaje sea arriba de un escenario, como se hará mañana en el Estadio Municipal de Luján a partir de las 11 y que contará con la presencia de Horcas, El Tri, Kamikaze, el Negro García López y Lovorne, la banda de su hijo Luciano.
“Mi guitarra y yo tenemos/ algo común entre los dos/ sensación, una extraña sensación/ es entre tú y yo, nena”, finaliza el blues, definiendo en pocas palabras una relación entre un hombre y su instrumento, relación que cumple hoy seis años de distanciamiento.
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AUNO-25-02-11