El presidente de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de Campañas Electorales (ALICE), Mario Riorda, explicó, en la II Jornada de Comunicación Estratégica de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), que el origen de las crisis en varios países de la región fue “un tema específico”, que despertó y motivó que salieran “un montón de controversias” latentes en esas sociedades.
“Por el aumento del boleto, Chile debate una nueva Constitución y su modelo de país, que es la forma de repartir el poder. Cualquier motor de crisis es el descontento social. Si entró en crisis es porque hay una pérdida relativa de poder acelerada”, sostuvo el primer exponente de la jornada, cuyo lema fue “No sos vos, soy yo ¿Qué pasa con los públicos?”.
En esta línea, el titular de la ALICE definió a los sucesos de la región como “una olla a presión real que empezó a desbordar” y que al tener tantas “carencias” fueron “los movimientos los que las expresaron”.
Analizando el nivel comunicacional, Riorda concluyó que “no hay una comunicación de crisis” en esos países sino “en crisis”, a lo que calificó como preocupante la situación al “no haber un abordaje teórico específico para ello”.
“Los toques de queda generaron algo impactante en Ecuador y Chile. Se acabó ese poder normalizador y se aceleró la activación social, todo lo que pasó se registró en celulares. No entender eso es seguir comunicando en crisis”, indicó el titular de la ALICE que calificó como “fabuloso” la salida de los ciudadanos a las calles para confrontar la prohibición que decretó el gobierno y que ante la presión social, tuvo que levantarla.
En este sentido, el director de la Maestría en Comunicación Política en la Universidad Austral sostuvo que al no comprenderse ni entenderse “la comunicación de crisis” se generó una “mala praxis”, tal como sucedió cuando el presidente de Chile, Sebastián Piñera “le declaró la guerra a un colectivo anónimo” que causó “muertes y daños”.
Por ello, para Riorda, los actores del gobierno de dichos países cometieron el error de pensar que “la preservación de un sistema político” es la perpetuación de poder de quien ya lo tiene y ése en definitiva fue su “gran equivocación”.
“Al no entender la dinámica de crisis, hay un agravamiento en la idea de preservar el poder en sí mismo. La comunicación pocas veces es vista como la propia política expresada como acto público”, dijo.
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?marioriorda</a>: "En esta comunicación de crisis tiene una imposibilidad de pensarse por estar en crisis".<br>"Para entender esta dinámica, se despoja a la comunicación de la política y en realidad la comunicación es la propia política expresada". <a href="https://t.co/Dn8ZRBjFa0">pic.twitter.com/Dn8ZRBjFa0</a></p>— Agencia AUNO (
AgenciaAUNO) November 8, 2019
Para Riorda, “asumir la anormalidad es negociar” y para comprender mejor los sucesos que hubo en la región, hay que comprender sus nuevas características. “No hay tiempos crónicos. Perdimos la dimensión de temporalidad, es probable que se tomen decisiones por WhatsApp”, sostuvo.
Y agregó: “En segundo lugar, en situación de crisis, la figura del vocero es dominante. Pero hoy no existe más la idea de la vocería única. Y tercero, la crisis es una pérdida relativa de poder y legalidad. Hay dilemas que quedaron arcaicos”.
Su exposición abrió la segunda edición de la jornada, organizada por la Facultad de Ciencias Sociales, que contó además con las conferencias de Fernando Ruiz y de Martha Hernández, y los paneles temáticos integrados por Eugenia Mitchelstein, Carlos Mazalán, Paola Zubán, Daniela Barbieri, Lázaro Quintín, Lucila Maldonado, Augusto Reina, Kevin Grunbaum, Juan Pablo Ruiz Nicolini y Soledad Arréguez Manozzo.
El cierre estuvo a cargo de Robert Entman, profesor en la Universidad George Washington de Estados Unidos y autor del libro Escándalo y silencio: Respuestas de los medios a la mala conducta presidencial.
AUNO-9-11-19
AAA-SAM