Representantes de bibliotecas populares de Lomas de Zamora reclaman fondos al Ejecutivo municipal para contrarrestar “la insuficiencia” de los subsidios que reciben a nivel nacional y provincial. Dicen que se lo prometieron hace unos años. Sin embargo, la titular de Cultura del Municipio aseguró a AUNO no estar al tanto del pedido. El tema resurgió en una reunión que mantuvieron bibliotecarios de toda la provincia, en la que debatieron con funcionarios “diversas problemáticas” comunes.
“Todo es muy a pulmón”, graficó Rosario Caruzi, directora de la biblioteca popular San José, de Lomas de Zamora, sobre la realidad de esas instituciones del distrito. El problema es la insuficiencia de los fondos que reciben, dio a entender. Un encuentro de bibliotecas populares que tuvo lugar en Florencio Varela reflotó un viejo reclamo de los bibliotecarios de Lomas de Zamora: recibir ayuda de la comuna, tal como ocurre en otros partidos.
En la actualidad, esos espacios cuentan con apoyo financiero de la Dirección de Bibliotecas y Promoción de la Lectura, del Instituto Cultural bonaerense, que les otorga 1736 pesos mensuales para sueldos y compra de libros. En algunos casos, si es que cumplen ciertos requisitos, reciben una suma anual para gastos corrientes a través de la Comisión Nacional Protectora de las Bibliotecas Populares (Conabip), que oscila entre los 10 mil y 15 mil pesos, de acuerdo a las características que presenten. Este organismo también las provee de dinero para proyectos puntuales de otro tipo.
Pero “con eso, ni siquiera cobramos un buen sueldo”, se quejó Caruci ante esta agencia. Y otro problema, según Oscar Etchebest, empleado de la biblioteca popular Vicente Longhi del Club Atlético Temperley, es que “a veces se atrasan” los fondos que envía el gobierno bonaerense. “Hace dos meses que no recibimos el dinero y son 1736 pesos nada más”, criticó. Es que el reconocimiento nacional de la biblioteca en la cual trabaja aún está en trámite, motivo por el cual no puede acceder a los fondos de la Conabip, como sucede con otras instituciones de la zona.
A lo que apunta el reclamo de obtener ayuda municipal es, fundamentalmente, a contar con un auxiliar que perciba un salario. “Limpiamos, atendemos, hacemos el fichado; somos multifunción”, recalcó la bibliotecaria. Y sucede que si existen voluntarios “quieren un sueldo; ésa es la realidad”. Para ella, contar con más gente significaría una ayuda “al funcionamiento”, porque “se adelantaría la parte técnica, el fichado y la promoción de un evento”. Y lo más importante: favorecería “el acercamiento de la gente” a la institución.
Desde 1999, los bibliotecarios de Lomas de Zamora buscan “que la Municipalidad se involucre”, anheló Caruci, y puso como ejemplo los casos de “Almirante Brown, Avellaneda y Lanús”, que brindan su apoyo financiero. Años atrás, tuvieron un acercamiento con el Concejo Deliberante, entablaron conversaciones con una de sus representantes pero todo “quedó en la nada”.
La promesa también vino de la mano del intendente Jorge Rossi en 2004. “Tuvimos una reunión en la biblioteca Roberto Arlt, de Villa Fiorito. Nos dijo que saldría una ordenanza y estábamos todos a la expectativa”, recordó Caruci. Pero nuevamente la expectativa se esfumó.
Del tema de la ayuda municipal para Lomas “se habló algo” en la reunión que hace unas semanas mantuvieron bibliotecarios de toda la provincia con autoridades nacionales y provinciales, en la Casa de la Cultura de Florencio Varela.
Así y todo, la titular de Cultura de Lomas de Zamora, Claudia Aranda, dijo desconocer el pedido. “Los bibliotecarios deberían acercarse a plantearlo para que el Concejo Deliberante se ocupe”, instó, aunque aclaró que “como las bibliotecas dependen de la Provincia”, el reclamo de un auxiliar rentado debería dirigirse al organismo bonaerense correspondiente. Sobre esa charla que mantuvieron los bibliotecarios con el intendente también dijo no estar al tanto: “Habrá sido algo que dijo de manera personal. Acá nunca llegó ese pedido”.
De las lomenses, “la que recibe apoyo municipal es la Biblioteca Mentruyt. El intendente siempre le da una mano porque hicieron un pedido expreso”, remarcó. Por otro lado, dijo que la comuna lleva adelante un programa para asesorar a los bibliotecarios, pero “pocos se acercaron”.
UN RECLAMO COMPARTIDO
“La subsistencia de las bibliotecas populares es muy complicada”, reflexionó Etchebest, quien estimó que el número actual de esas organizaciones en la provincia asciende a 485. “Todas tienen distintas problemáticas –-apuntó Caruci—. O no tienen responsables o están a la espera del reconocimiento nacional o los subsidios se atrasan.”
En Lanús, el panorama también es difícil porque “siempre están ahí, a punto de cerrar” la biblioteca, recalcó Adriana Calveiro, de la Osvaldo Pugliese.
Independientemente del reclamo lomense, hay uno compartido en toda la provincia: que los bibliotecarios dejen de figurar como monotributistas y que el Estado les pague un sueldo mensual y en blanco. Es el pedido que dicen haber llevado al encuentro.
No obstante, el secretario general de la Conabip, Martín Cáneva, aclaró a AUNO que el tema “no fue planteado en ese marco, sino en reuniones anteriores”. Según dio a entender el funcionario, el pedido no es válido, porque “las bibliotecas populares son asociaciones civiles”. Y esto significa que “los empleados no son del Estado, por lo que no se puede pagarles un sueldo”.
Otro tema que se trató en la reunión —de la que todos tienen una versión distinta— es el de la “insuficiencia” de los subsidios, según recalcó a esta agencia María Rosa Hernández, de la Biblioteca Municipal y Popular de Adrogué. Asimismo, se debatieron otras problemáticas “como la dirección y organización, la compra de material nuevo y actualizado y los subsidios para el año próximo”, según enumeró Estela Batiato, tesorera de la Asociación Amigos de la Biblioteca Popular, también de Almirante Brown.
MLC-MDY-AFD
AUNO-16-10-09
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