“La ignorancia es la madre de todas las derrotas”, dijo alguien, y la frase dejó pensando a todos. La escucharon periodistas de radios, de agencias de noticias y de periódicos regionales; alumnos y docentes; representantes de organizaciones sociales.
La jornada y debate fue organizada por la Utpba. Uno de los ejes del encuentro, realizado esta tarde, fue la importancia de los medios de comunicación locales y regionales.
También se planteó otro punto fundamental: “Los grandes medios de comunicación: ¿al servicio de quiénes están?” Y se proyectó un video sobre la manipulación informativa. En representación de la Utpba estuvieron los secretarios de Prensa, Héctor Sosa; y Adjunto, Lidia Fagale.
“Tenemos que defender los medios locales y comunitarios porque son productores de bienes culturales”, aseguró Fagale, ante unas trescientas personas que colmaron el salón del Centro Comercial de Lanús.
La dirigente sindical puso énfasis en delimitar las categorías de medios locales, regionales y comunitarios, y convocó a defender “no sólo a los medios locales de carácter tradicional”, sino también a aquellos surgidos como parte de las necesidades de una organización social.
Quienes pidieron la palabra tras la exposición de los representantes sindicales, plantearon la necesidad de organizarse y ejemplificaron con casos la confiscación de radios de frecuencia modulada acusadas de realizar presuntas interferencias a radios en manos de poderosos empresarios de la Capital Federal.
También alertaron acerca del “peligro” que supone para la radiodifusión comunitaria y regional que poco más de dos mil radios estén en peligro de ser cerradas por las autoridades nacionales porque se presume que no están en regla.
La siempre urgente temática de financiamiento de los medios pequeños de localidades de todo la Argentina también formó parte de la jornada-debate. La falta de una legislación acerca de la distribución de la pauta oficial de publicidad es una de las causas de condicionamientos e incluso se pone en riesgo la misma existencia del medio, en los pequeños y medianos emprendimientos, se dijo.
“Tenemos que plantear una equitativa distribución no sólo de la publicidad oficial, sino también de la privada”, advirtió Fagale.
“La distribución de la publicidad oficial –explicó- exige una legislación para que los criterios de distribución no queden librados a la voluntad política de los funcionarios de un municipio o del Gobierno”.
Pero destacó que una futura norma sobre ese punto también debería incluir un mecanismo para regular la distribución de la publicidad proveniente de empresas privadas porque desde allí se ejerce “una disciplina sobre los medios de comunicación”.
“Así el derecho a la comunicación se podrá ejercer equitativamente; también hay que debatir el presupuesto para cultura que destinan los municipios porque el campo de la cultura es el escenario de la resistencia”, reclamó Fagale.
No faltó el diagnóstico acerca de algunos de los mecanismos utilizados para la comunicación diaria por parte de los grandes grupos mediáticos de la Argentina. “Los grupos económicos y el sector privado se apropiaron del derecho a la comunicación; los grandes grupos económicos dominan el universo mediático. Tenemos que hablar de un terrorismo mediático o poder simbólico, que busca naturalizar las desigualdades”, argumentó la secretaria Adjunta de la Utpba.
Sosa planteó que ya había pasado “la época del llanto”. Quiso decir que había que pasar de la queja, para dedicarse a informar y a construir otros relatos. Es decir, contar y narrar aquello que aún está excluido del universo mediático tradicional y concentrado. Fagale cree que esos nuevos relatos “no deben ser sólo descriptivos, sino como un camino de “organización social para la transformación”.
“La ignorancia es la madre de todas las derrotas”. Un proverbio español hecho suyo por algún pedagogo revolucionario. En el debate alguien dijo esto. Y la frase cobra su fuerza y especialmente todo su poder, antes que su sentido.
Sin hesitar, precisó Fagale: “Ellos siguen hablando en forma sistemática y recurrente, y nosotros tenemos que hablar más y mejor; tenemos que generar modelos de capacitación propia. Todo lo cual exige una organización”.
Convocó a periodistas, docentes y alumnos y a quienes dirigente medios comunitarios: “Tenemos que perfeccionarnos, utilizar la belleza y la dramaturgia, entre otras herramientas”.
“Es imposible concebir una comunicación sin pensarla para la transformación. La comunicación nos propone una batalla como un camino de organización para la construcción de nuestros relatos”, afirmó.
Ahora quizás también cobre todo su poder el lema mismo de la convocatoria, que transitó por varios municipios del densamente castigado conurbano bonaerense: “En la lucha de ideas, las ideas que no se conocen, no luchan”.
hrc
