Oriunda de Burzaco, Lara Jordán (25) aparece en la escena musical urbana para traerle un poco de aire fresco, con un sonido que podría definirse como una mezcla entre rap y jazz. Su último lanzamiento fue el EP en vivo titulado Katana. Este sábado participará del Festival de la Juventud, en el Polideportivo de Rafael Calzada, en Almirante Brown. Su identidad artística, nutrida por artistas de dichos géneros, también se alimenta de «elementos visuales que forman parte» de su mundo sensorial.
Sus inicios
A los 11 años dio los primeros pasos dentro del mundo musical a raíz de que sus padres identificaron en ella un gusto en particular: «Mis papás vieron que me gustaba cantar y me dijeron ‘¿por qué no vas a aprender?’ Entonces me mandaron a un lugar donde estudiaba canto, guitarra y teoría musical al mismo tiempo». Si bien aún no había tomado la decisión de dedicarse a ello como profesión, esos años estudiando le servirían luego de piso para comenzar a cimentar su carrera.
Con el pasar del tiempo se fue dando cuenta de que le apasionaba mucho la música, tanto como para querer dedicarse a ella profesionalmente. Con 18 años, se le presentó la opción de estudiar música clásica o popular, ya que «son las dos opciones académicas en este país». Cuando optó por estudiar en la Escuela de Música Popular de Avellaneda (EMPA) las opciones fueron tango, folklore y jazz. Si bien no escucha ningún artista de jazz decidió ir por ese camino porque su gusto musical está asociado a «un mundo más soulero, más blues, más de ese estilo».
En charla con AUNO, recordó que su infancia y adolescencia se vieron marcadas por música de la escena urbana estadounidense como el R&B, disco, soul y el hip hop de los noventa, mientras que en cuestiones líricas se vio atraída por Luis Alberto Spinetta y Charly García, artistas que se escuchaban mucho en su casa. Ambos le servirían como inspiración a futuro a la hora de escribir sus letras.
Antes de empezar con su proyecto de LatinGeisha inició con su banda Plan Z. Si bien el estilo era similar (por no decir igual), Lara encuentra la principal diferencia entre ambas propuestas en el dinamismo que le brinda cada uno: «En un grupo las decisiones pasan por los cinco que éramos en ese momento, todos tenemos que votar, todos tenemos que ver si nos gusta o no. Cuando sos la cara de un proyecto solista las decisiones son tuyas y el resto acompaña. No les estoy preguntando a los chicos si se quieren vestir de negro para el show. No, nos vestimos todos de negro para el show. Esas cosas me agilizaron un montón de procesos». Los que eran sus compañeros en Plan Z son ahora los mismos que la acompañan en su carrera como LatinGeisha.
Por otra parte, las artes visuales también fueron fundamentales a la hora de su formación artística. Desde muy chica, el simbolismo oriental que encontraba en filmes asiáticos le fascinó por todas las excentricidades que podía encontrar. A su vez, la crudeza y la sangre derramada en películas occidentales le forjaron su lado más agresivo, consiguiendo así una simbiosis entre ambos mundos: el punto prolijo y soñador de Miyazaki, mezclado con la violencia y la sangre de Tarantino.
El sonido y la influencia
Desde 2017 que Argentina empieza a consolidarse dentro del «género urbano» como un gran semillero de talentos nacidos del Quinto Escalón (la competencia callejera de freestyle más grande de hablahispana), como lo son Duki, Trueno o Paulo Londra. Y si bien Lara reconoce la influencia de la ahora extinta competencia, no lo hace desde el lado musical que siguieron los artistas nacidos de ahí, sino desde «demostrar que en este país se puede crecer». Nombra particularmente al rapero y creador del Quinto, Ysy A, con su sello discográfico («Sponsor Dios»): «Esas cosas a mí me mostraron que eso yo lo puedo hacer. De hecho hoy yo formo parte de un sello discográfico, no solo como artista, sino como socia. Es el Altillo Records. En principio, sigue la misma lógica del Quinto, creamos el espacio para alojar a otros artistas, pero porque en definitiva creemos que podemos crecer todos«.
Pero, en definitiva, ¿qué es lo que la lleva a enamorarse de este híbrido entre jazz y rap? No duda en señalar a Lauryn Hill, cantante y rapera estadounidense. Recuerda con mucha nostalgia haberla visto cantando en un MTV Unplugged, pero no fue este su primer encuentro con la artista: anteriormente la escuchó rapeando en otras canciones. Fue entonces cuando decidió tomar aquel híbrido musical e incorporarlo para sí: «Vi la versatilidad que había en ella y quería lograr lo mismo. Vi que era una piba que podía cantar, rapear y tocar la guitarra».
Entre otras referentes menciona a Eryka Badu, Lil Kim, Amy Winehouse y Ella Fitzgerald como las principales. No es al azar que sean todas mujeres y comiencen a destacar a mediados de los noventa, ya que «tuvieron que imponer su talento en una industria patriarcal», llegando a ser una inspiración no solo en un aspecto musical, sino también como un símbolo de lucha.
Como cupo masculino nombra a Notorius B.I.G, también conocido como Biggie, el rapero estadounidense más representativo de la costa este. Lara lo define como «un guaso total» que le encanta por toda la crudeza y confianza que transmite a la hora de rapear. No por nada su biografía de Instagram reza: «Algo entre un solo de Ella Fitzgerald y una barra de Biggie».
La versatilidad del arte
En 2022 lanzó su primer álbum, Ble$$ed. En él se ve plasmada esta interconexión entre los mundos del jazz y el rap. Es LatinGeisha en estado puro. Luego de lanzarlo una duda surgió en la mente de Lara: ¿cómo explicarle al público como es un show en vivo del álbum? A partir de esta incógnita es que comenzó a gestarse su segundo lanzamiento: Katana.
Busca tener tintes más alternativos al sonido que ya venía mostrando en su primer álbum, para demostrar la versatilidad que maneja como artista arriba del escenario. «Para mí la música en vivo es clave, me parece muy importante que suene un instrumento de verdad en el escenario. Te traspasa de otra manera, es realmente físico. Entonces mi propuesta en Katana es mostrar que si vos venís a un show mío, va a pasar todo esto«, dice Lara con un notable entusiasmo.
Grabado completamente dentro de una fábrica, el EP cuenta con cuatro canciones que exponen el proceso de crudeza que es un show a cargo de Lara. «Caniche», «Big $hit» y «Disco D» se encargan de ser el cupo agresivo dentro del proyecto, mientras que «1M», la última del EP, «no tiene nada que ver con el resto», según Lara. «Es un acústico en la terraza, ya sin nadie, sin el público, sin la banda, sin los músicos, solamente la cámara y yo. De hecho, esa grabación fue en una toma. Y quedó. Lo que uno escucha después en Spotify y en YouTube es realmente la única toma que hicimos de ese tema», agrega. Considera que es importante tener ese momento para reflexionar y «procesar todo lo que pasó». De todas estas canciones, solamente «Caniche» es parte de su primer álbum, mientras que el resto son canciones sueltas.
A modo de promoción, revela que está preparando una versión de estudio de «1M», porque «es una canción que nos dio para más, es un momento re lindo, porque me quedo yo solo con la guitarra, y se genera como una intimidad con el público«.
Como parte de su dinamismo artístico, Lara también tiene una faceta como dibujante, aunque la considera más como «un momento medio terapéutico». Influenciada por su padre (diseñador gráfico), desde pequeña tuvo a su alcance materiales para dibujar y practicar, hasta llegar al día de hoy que usa ese talento para diseñar dibujos que luego vende como merchandising de LatinGeisha.
Como parte de un recuerdo inocente, señala que cuando comenzó a dibujar solía hacer un pequeño garabato en una hoja grande para después tirar la hoja si no le gustaba el resultado. Cuando su padre se dio cuenta de esto, la incentivaba a que siguiera usando la hoja para rellenarla y no tirar a la basura una hoja casi en blanco. Quizás sin querer, terminó dándole una de las enseñanzas que le «quedó para toda la vida»: no importa cómo llenes la hoja, pero llenala; no importa cómo hagas tu arte, pero hacelo.
*El Festival de la Juventud comienza a las 16 en Gral. Martín Miguel de Güemes 1599. La entrada es gratuita.
AUNO-20-09-2023
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