“Tatu era como llamaban al ‘Che’ en el Congo”, explica el coordinador Gino Strafaroni, parado sobre los escombros que rellenan el terreno donde antes había una laguna, para explicar que el nombre de la organización que es, también, “consecuencia de la solidaridad cubana, donde estudian unos 700 argentinos” becados, como miles de jóvenes Latinoamericanos, por la Revolución.
Los médicos plantean temáticas generales para los talleres que también se dictan, como los de economía latinoamericana, la comparación de los sistemas sanitarios de Cuba y Argentina o el pensamiento guevarista; pero también sobre ejes sanitarios como salud reproductiva, VIH-sida, nutrición, hipertensión y adicciones.
En principio, los cuatro profesionales de la salud asignados para esta misión a la que llamaron “19 de agosto de 1960” instalaron una carpa en un zona adentrada del barrio 17 de Noviembre, pero por razones después se mudaron a una pequeña casilla a unos 30 metros del llamado Camino Negro, que un vecino cedió.
La idea es prestar asistencia sanitaria en las zonas de bajos recursos económicos, capacitar a algunos de los habitantes con nociones generales de medicina como los primeros auxilios o la aplicación de una inyección, por ejemplo, para que cumplan la función de ayudantes o que sepan responder frente a una posible emergencia.
Actualmente, Propuesta Tatú opera en el barrio porteño de Lugano; en el Ceibo, un barrio de 25 mil habitantes en situación de pobreza de Burzaco; en Florencio Varela, donde comenzó a atender en sus comienzos; en La Plata, donde se asiste a personas en situación de calle; y en Fiorito, para chicos de la Fundación “Che Pibe”.
RM-AFD
AUNO-13-05-09
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