El gobierno bonaerense estudia la posibilidad de promover la utilización de un componente biodegradable en la fabricación de las bolsas plásticas que se utilizan en comercios, con vistas al reemplazo obligatorio previsto por una ley, que entrará en vigencia en octubre del año próximo.
Los comercios de la provincia de Buenos Aires tienen plazo hasta octubre del año 2010 para dejar de utilizar bolsas de nylon y reemplazarlas por aquellas que sean de otros materiales con el fin de disminuir el impacto ambiental.
Este plazo fue impuesto por la ley 13.868 sancionada en septiembre del año pasado por la Legislatura bonaerense que ablece que se “prohíbe en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires el uso de bolsas de polietileno y todo otro material plástico convencional, utilizadas y entregadas por supermercados, autoservicios, almacenes y comercios en general para transporte de productos o mercaderías”.
El mismo texto señala que el Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (OPDS) el encargado de hacerla cumplir a los comercios incluidos en la ley.
Al respecto, el director de Producción y Consumo Sustentable de la provincia, Gustavo Cilenta, explicó a AUNO que “desde esta área estamos viendo la posibilidad de que las empresas que fabrican las bolsas incluyan un agregado de un componente biodegradable denominado WD2 que hace que las mismas, aunque sean plásticas, se conviertan en biodegradables”.
“El tema es que previamente tenemos que ver cuál es la posibilidad de adaptación tecnológica que tienen las empresas de utilizar este componente”, agregó el funcionario.
Al ser consultado sobre si desde el gobierno provincial se pensaba otorgar algún tipo de estímulo económico para la implementación de este cambio, el funcionario explicó que “por ahora no está previsto otorgar ningún tipo de subsidio”.
La norma que aprobó la Legislatura señala que “el nylon deberá ser progresivamente reemplazado por bolsas de material degradable y/o biodegradable que resulten compatibles con la minimización de impacto ambiental”.
El texto establece, además, la creación de un Registro de Fabricantes, Distribuidores e Importadores de Bolsas Biodegradables y da un plazo de hasta 24 meses para que procedan al reemplazo de las bolsas los establecimientos más pequeños.
No obstante, el proyecto aprobado señala que “no será aplicable, cuando por cuestiones de asepsia, las bolsas de polietileno y todo otro tipo de material plástico convencional deban ser utilizadas para contener alimentos o insumos húmedos elaborados o preelaborados”.
La medida que promueve la sustitución de bolsas de plástico apunta a reducir la generación de un producto que no es biodegradable, mientras que su reciclado no es económicamente sustentable, por lo cual, millones de bolsas terminan arrojadas en rellenos sanitarios, ríos o mares.
De hecho, el plástico es el componente de la basura que más aumentó en los últimos 35 años. En 1972, representaba menos del 1 por ciento mientras que para el 2006, era de un 13,75 por ciento, la mayor parte de los cuales correspondieron a bolsas de polietileno, de acuerdo con un estudio del Instituto de Ingeniería Sanitaria de la UBA y el CEAMSE.
En la Argentina, dos empresas –que involucran a cuatro cadenas de supermercados—, lanzaron este verano una campaña de concientización para reducir el uso de bolsas plásticas madiante la colocación de más artículos por bolsa y lanzando a la venta bolsas reutilizables a bajo costo.
12-05-09 MS EV