Por la legalización del cultivo de cannabis

Consumidores de cannabis marcharon hacia el Congreso de la Nación para exigir la despenalización del cultivo domiciliario y del consumo personal de esta sustancia. Además reclamaron la efectiva implementación de la ley que autoriza el uso medicinal.

Rodrigo Núñez

Lomas de Zamora, mayo 6 (AUNO).- Miles de personas reclamaron por la legalización del cultivo y la regulación del cannabis en la Marcha Mundial de la Marihuana, en una tarde gris como el humo que salía de los cigarros. Con pancartas y banderas en alto marcharon a Plaza de Mayo, al igual que en muchos países alrededor del planeta y en varios puntos del país, para reflejar la preocupación de los cultivadores y consumidores de cannabis por la “cacería” que sufren en los últimos tiempos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, según denunciaron.

“Basta de presos por cultivar”, “Mi salud, mi derecho”, “Regulación del cannabis” eran las principales consignas de los militantes de las distintas organizaciones cannábicas en la marcha que ayer hicieron por la despenalización del cultivo y el consumo de marihuana.

La Plaza de Mayo fue solo un punto de referencia para la convocatoria ya que el espacio está en obra. Las personas se concentraron en Avenida de Mayo, desde Perú hasta Rivadavia. Allí se montó un escenario en el que desfilaron cultivadores, consumidores y organizaciones cannábicas para contar las “injusticias” que sufren por ser consumidores de cannabis. Detenciones, procesos judiciales extensos, allanamientos violentos. Relato corriente, homogéneo, unificador. Lágrimas y nudos en la garganta a la hora de hablar. “¿Cómo no sentirse así?”, la pregunta en común.

El año pasado se votó la ley de cannabis medicinal que autoriza el uso de marihuana como medicina. Sin embargo, no hubo avances concretos en la reglamentación, según los testimonios que se escucharon durante la marcha.

Mamá Cultiva es una de las organizaciones referentes en materia de cannnabis medicinal. En diálogo con AUNO, su presidenta, Valeria Salech, sentenció con enojo que “la ley no sirvió”. “El Gobierno no la aplica. El Congreso la aprobó y desde la Casa Rosada no se hacen cargo”, reclamó.

En esa misma línea, la titular de la organización Jardín del Unicornio, Rossana Zappia, remarcó que la ley “ni siquiera tiene presupuesto y se quedó corta” porque “no se contempló el autocultivo ni el tema penal contra quien tiene plantas”.

La calle estaba inundada de la alegría característica de la cultura cannábica, que también se hizo sentir en Bahía Blanca, Bariloche, Córdoba, El Bolsón, Resistencia, Rosario, Salta, San Juan, San Nicolás y Santa Fe, entre otras ciudades.

Pero ese clima positivo no coincidía cuando se preguntaba un poco más a fondo sobre por qué estaban allí. Todos coincidían en lo mismo: la criminalización aumentó y se asemeja a una “cacería” de cultivadores.

Una “cacería” de consumidores

Desde las redes sociales, las fuerzas de seguridad difunden imágenes de operativos reivindicatorios sobre los llamados “golpes al narcotráfico”, que en realidad son el secuestro de plantas que ni siquiera se confirman si son para comercialización, denunciaron durante la marcha. Este es el contexto político.

Sobre este punto, el líder de la agrupación Cogollos del Oeste, Facundo Rivadeneira, afirmó que estos hechos “muestran lo que es la mirada del Gobierno”, y reveló que “se están realizando razzias en plazas, algo que antes no pasaba”. Igualmente, a pesar de un panorama poco alentador, Rivadeneira opinó que la lucha por la despenalización del aborto está conectada a la legalización de la marihuana porque ambas “están detrás de un paradigma prohibicionista que abre un mercado ilegal y desprotege a los más vulnerables”, y sostuvo que “la lucha va a seguir y en cualquier momento se logrará el objetivo”.

Por la tarde la marcha se dirigió hacia el Congreso. Todos los caminos conducen allí para la militancia cannábica. Ahí es donde se tiene que dar la discusión sobre el sí o el no a la legalización de la marihuana.

La columna se conformó con las agrupaciones del Frente de Organizaciones Cannábicas Argentinas (FOCA) al frente. Marcharon por distintos motivos, pero todos unidos por un mismo objetivo, una planta libre.

Referentes de distintas organizaciones leyeron documentos que respetaron las
consignas del encuentro, enfocadas en el pedido de regulación y el cese a la “criminalización de los cultivadores”.

Así terminó la marcha, con un pedido para reivindicar las libertades individuales, para reclamar la liberación de los presos por cultivar y para que paren las detenciones rutinarias. Fue un pararse frente a una sociedad para pedir por un debate postergado.

“Yo no soy un delincuente, yo no soy un criminal, yo cultivo marihuana, no más presos por plantar”, era el cántico de despedida de los miles que se acercaron al centro porteño, para reencontrarse seguramente el año que viene.

AÚNO-6-4-2018
RN-SAM

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