Un convenio para permitir la puesta en marcha de un plan para detección y tratamiento de casos de mal de Chagas en alumnos de las escuelas de la provincia fue firmado por el Ministerio de Salud y la Dirección de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires La detección y el tratamiento también se utilizará en las familias de los alumnos.
La iniciativa es inédita en territorio provincial y contará con el apoyo técnico del Ministerio de Salud nacional y, en esta primera etapa, de la Municipalidad de La Plata.
“El Programa para Detección Temprana de Chagas Pediátrico en escuelas de la provincia apunta especialmente a detectar la enfermedad en los alumnos, ya que esta enfermedad puede curarse definitivamente si se trata antes de los 14 años”, explicó el ministro de Salud provincial, Claudio Zin.
El ministro señaló, sobre el alcance del Plan, que “también se llegará a las familias de los chicos, porque en la provincia los casos de Chagas son congénitos, y si un menor tiene la enfermedad es altamente probable que también la tenga su madre u otro miembro de la familia”.
La iniciativa comenzará a implementarse como plan piloto en 10 escuelas primarias del partido de La Plata, donde se realizarán pruebas con reactivos a los alumnos para detectar posibles casos del Mal de Chagas y brindarles atención y tratamiento adecuado gratuito.
La toma de las muestras en alumnos será realizada por especialistas en coordinación con docentes de cada escuela —que serán previamente capacitados— y con el aval de los padres de los chicos.
A través de esta prueba piloto se ajustarán los detalles del plan con el objetivo de extenderlo al resto de los distritos de la provincia. Forman parte del programa profesionales médicos, bioquímicos, docentes, economistas y trabajadores sociales.
El convenio fue firmado en la Casa de la Provincia de Buenos Aires, en Capital Federal, por el ministro de Salud provincial, Claudio Zin, y el director provincial de Consejos Escolares, Héctor Calla, en representación del titular de Cultura y Educación, Mario Oporto.
También participó del acto la presidenta de la Fundación Mundo Sano, Silvia Gold, entidad dedicada a la investigación de enfermedades trasmisibles en humanos que colaborará con el proyecto.
En la provincia de Buenos Aires no hay presencia de vinchuca (el vector del Trypanosoma Cruzi, parásito de la enfermedad) sino que los casos que se registran son importados (personas que provienen del interior del país) o congénitos, es decir, que se contagian de madres a hijos durante el período de gestación.
Por esa razón, se realizará también una encuesta social de factores de riesgo –que llegará a las familias través de los alumnos- con el objetivo de detectar si algún miembro de su grupo familiar padece Chagas. De ser así, se tratará a los familiares para atenuar los efectos de la enfermedad, ya que en adultos el mal no es curable pero sí es posible controlar sus efectos que, generalmente, suelen presentarse recién después de los 40 años de edad.
La necesidad de aplicar medidas para combatir esta enfermedad en la provincia surgió a raíz de una encuesta perinatal realizada a fines del año pasado por el Programa Materno Infantil del Ministerio de Salud provincial sobre más de 9000 embarazadas y que arrojó el primer dato certero que existe en la provincia sobre Chagas congénito: 151 mujeres (el 1,62 por ciento de total) dieron positivo a la enfermedad.
Los casos detectados en la provincia de Buenos Aires son producto de las migraciones de personas que llegan desde las provincias del norte y países limítrofes como Bolivia y Paraguay, donde la enfermedad es endémica.
La enfermedad de Chagas afecta a entre 2,5 y 3 millones de personas en el país y se estima que por ella mueren al año en el mundo entre 25 mil y 50 mil hombres y mujeres.
El Chagas suele describirse como una enfermedad “silenciosa” ya que quienes lo padecen no presentan síntomas inmediatos, pero está comprobado científicamente que se puede curar por completo si es detectada en una fase temprana, es decir, antes de los 14 años.
“Hasta los 40 años una personas infectada por Chagas puede no experimentar síntomas, pero los riesgos están latentes y puede derivar más adelante en complicaciones cardíacas y del aparato digestivo. Pueden llegar incluso a la muerte súbita”, dijo Flavia Raineri, coordinadora del Programa Materno Infantil del Ministerio de Salud provincial.
La enfermedad de transmite a través del vector, las vinchucas, que se infectan al alimentarse con sangre de personas o animales que padecen el mal. Luego, cuando el insecto pica a una persona sana, chupa la sangre y efectúa deposiciones que contienen el Trypanosoma Cruzi sobre la piel, con lo cual contagia la enfermedad.
El escozor producido por la picadura induce al individuo a rascarse la zona afectada. Las uñas provocan lesiones en la piel y esto permite el ingreso de los parásitos al organismo.
A cien años de su descubrimiento, la enfermedad de Chagas es la principal causa de muerte cardiovascular en los países de América latina, según un estudio reciente publicado en New England Journal of Medicine. El trabajo también menciona que, etre los pacientes que desarrollan problemas coronarios por Chagas, el 84 por ciento de los de alto riesgo fallecerá en la década siguiente.
Las tasas de mortalidad son mucho más bajas entre los enfermos considerados de riesgo medio o bajo (del 44 por ciento y 10 por ciento, respectivamente), “pero el panorama a largo plazo para muchas de estas personas no es prometedor, dada la naturaleza progresiva de esta enfermedad”, sostiene el trabajo. Esto hace que el mal de Chagas siga siendo una de las más importantes patologías transmisibles de América latina.
AUNO 02-10-09 MS EV