Pink Pony Club, literatura queer en Ezeiza 

Es el único en su tipo en el conurbano sur. Se reúnen todos los meses para analizar y conversar sobre libros con un trasfondo inclusivo. Quienes se incriben, reciben el ejemplar de manera gratuita en formato PDF o en archivo EPUB.

De entre todos los clubes de lectores que se crearon en los últimos tiempos, hay uno que surgió a partir de la ausencia de una temática en pntual en el conurbano sur: la literatura queer. “Quería unirme a un club de lectura, pero estaban todos en Capital -contó Candela Amoros-, y en un momento dije: ‘¿Y si armo uno acá en Ezeiza?’” Así arrancó hace tres meses Pink Pony Club, un rincón literario inclusivo que se propuso “generar un espacio seguro para la comunidad» LGBTIQ+, así como ser un lugar donde debatir libros, compartir meriendas y reforzar la acción de leer en conjunto. 

“La idea es que en grupo retomemos el hábito de lectura que se perdió tanto en esta época, donde todo es tan inmediato, y leerse un libro toma su tiempo”, señaló. Si bien puede que la propuesta apunte a un público objetivo, todos los interesados son bienvenidos porque la etiqueta es para que “sepan qué esperar” y para ser algo distintivo. 

En lo que van desde que se lanzaron, vieron los siguientes títulos: en octubre, por motivo de Halloween, “Entrevista con el Vampiro” de Annie Rice; en noviembre “Los Siete Maridos de Evelyn Hugo” de la autora Taylor Jenkins Reid; y para el próximo encuentro en diciembre prepararon “Rojo, Blanco y sangre Azul” de Casey McQuiston. 

Hasta ahora son novelas queer, salvo el primer título, el cual fue tema de discusión si incluirlo o no en la temática. También tienen una lista, que armaron con recomendaciones, con obras para explorar y en las cuales “buscar el subtexto”. 

La idea de armar un club de lectura se convirtió en un incentivo no solo para ella, sino para quienes no hallaron círculos de lectores cercanos o también para los interesados en el tópico queer en particular. De hecho, Candela pertenece a la comunidad LGBTIQ+ y la mayoría de asistentes igual, pero sostuvo que “no hace falta pertenecer” y que “todos son bienvenidos” a la nueva comunidad literaria.

Los encuentros son presenciales y se realizan una vez al mes en un local familiar, que está a seis cuadras de la estación de tren de Ezeiza. Además de debatir sobre literatura, ella les ofrece una merienda. Café, té, mate, bizcochos, galletas y más para acompañar. Incluso pregunta previamente si alguien tiene alguna restricción alimentaria, como ser celíaco o intolerante a la lactosa, para adaptar el menú y hacer la charla más amena. 

“Hago preguntas disparadoras, cada una cuenta cómo se sintió, qué nos gustó y qué no -contó Candela a AUNO– Son dos horas de gente hablando.”

Cada mes se suman distintas personas de acuerdo al libro a tratar. Las inscripciones se realizan mediante un formulario disponible en la cuenta de Instagram @pinkpony.clubdelectura y son para cada reunión del mes anunciada allí. También ella les suministra a los interesados el ejemplar de manera gratuita en formato PDF o en archivo EPUB, que es un formato que adapta los textos al tamaño de pantalla del dispositivo.

Por su modalidad y su temática, este novedoso club se diferencia de los demás círculos de lectores. Además de literatura, sumaron sorteos de cuadernos con decoraciones basadas en los ejemplares que leyeron.

“Lo que me gustaría es expandirnos y agregar más dinámicas así”, indicó Candela. Son pequeños detalles que realiza personalmente “para sumarle al club” y porque es creadora de productos ilustrados, como los stickers que regala a los miembros del grupo. 

Desde joven, ella tuvo una relación muy cercana a la literatura. Contó que “leía un montón”, pero que al pasar los años perdió el hábito, que quiere recuperar para “volver a esa versión del pasado”. Tenía la certeza de que “hay un montón de gente que está en la misma situación”. Aquellos que tienen una especial fascinación por los cuentos, novelas, poemas, ensayos e incluso textos de divulgación académica de todo tipo.  

Sobre el sentido del nombre del club y su temática, explicó que “queer” es una palabra despectiva en inglés que significa “desviado”, pero que la comunidad LGBTIQ+ apropió y “la empezó a usar de manera distintiva”. Hoy en día el término representa a las diversidades sexuales y de identidad. Por su parte, el alias “Pink Pony Club» está inspirado en una canción homónima de Chappell Roan, una compositora estadounidense con estética drag queen.

SSC-AFD

AUNO-08-12-2025

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