Paro y movilización para que «la crisis no la pague el pueblo»

Fue el primer paro nacional de la CTA a Cristina Kirchner y la segunda jornada de lucha en los últimos dos meses. Hubo más de 40 los puntos de concentración en todo el país. En el Conurbano sur, cortaron Richieri, Puente Pueyrredón y Puente La Noria, donde hubo una olla popular. La postura de las centrales gremiales de Lomas de Zamora, Almirante Brown y Esteban Echeverría, que denunciaron despidos en los distritos y reclamaron frente a organismos oficiales de cada distrito.

Bajo el lema “La crisis no la pagarán los trabajadores”, trabajadores desocupados, organizaciones y gremios del Conurbano sur miembros de la CTA, aunaron su reclamo en el marco del paro nacional que hoy convocó esa entidad gremial y marcharon hacia Puente La Noria y varios municipios para exigir que “esta vez, el Gobierno abra las orejas y empiece a dar respuesta a los reclamos, porque esta crisis la generaron los grandes grupos económicos”.

El reclamo de la CTA reiteró demandas históricas: la redistribución de la riqueza, la determinación de un salario básico acorde a las necesidades, la creación de una asignación universal por hijo a cada trabajador ocupado o desocupado, el otorgamiento del reconocimiento jurídico al gremio, un seguro de desempleo, la personería gremial y un aumento de los haberes para los jubilados que llegue al 82 por ciento móvil.

“Esta vez, el Gobierno tiene que abrir las orejas y empezar a dar respuesta a los reclamos, porque esta crisis la generaron los grandes grupos económicos”, demandó Fabián Pennini, secretario general de CTA de Lomas de Zamora, luego de una marcha que culminó en Puente La Noria.

Esa fue la impronta que caracterizó a las medidas de fuerza que comenzaron en la mañana de este miércoles y que fueron la continuación de la movilización masiva del 22 de abril último que la organización convocó con la misma consigna, pero que, según coincidieron los referentes distritales, no obtuvo una respuesta del Gobierno nacional ni del provincial.

En el Conurbano sur, el punto central de concentración fue la autopista Richieri, donde alrededor de 1400 personas participaron del corte que se extendió desde las 11:30 hasta las 15, a la altura del puente El Trébol.

Los trabajadores también demandaron respuestas en Almirante Brown, donde hubo una movilización frente al Consejo Escolar en la que los docentes y auxiliares reclamaron nombramientos y mejoras salariales.

Otro grupo de miembros de la Central de Trabajadores se concentró en el Puente Pueyrredón, de Avellaneda, mientras que las reivindicaciones laborales también se unificaron en Recondo y Camino Negro, Lomas de Zamora, para dirigirse hasta la rotonda del Puente La Noria, donde organizaron una olla popular junto con diferentes agrupaciones gremiales y sociales que apoyaron el reclamo.

En ese punto, los referentes de las agrupación Barios de Pie y la organización social Che Pibe, entre otras, dieron a conocer sus posturas y el porqué de su adhesión al paro nacional. La presencia de entidades que no pertenecen a la organización convocante se repitió en todo el país con la adhesión de delegados de empresas privadas como los trabajadores del subterráneo, que mantienen una larga demanda por el cambio de gremio.

LOMAS DE ZAMORA
Para el secretario general de la regional lomense del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), Hugo Lorenzato, estimó que el 90 por ciento de los trabajadores de las escuelas se sumaron a los pedidos y marcharon a Capital Federal, para a ser parte de alguno de los 40 puntos de movilización que se distribuyeron en todo el país.

Asimismo, especificó que el pedido “urgente” por el que claman los maestros es “la reapertura de las paritarias”, debido a que en la zona “es necesario un aumento de emergencia, mínimo, de 500 pesos”.

En la misma tónica, Pennini se dirigió a las autoridades nacionales y sentenció que “un paro es la única herramienta de los trabajadores para reclamar cuando los gobiernos hacen oídos sordos”.

En Lomas de Zamora, la adhesión a la jornada también llegó de los delegados del Centro de Recepción de Menores, que expusieron las necesidades propias de respuesta ante la falta de personal para asistir a los chicos privados de la libertad: de los diez trabajadores que debería haber en cada uno de los cuatro módulos sólo hay siete por división que alberga a 28 jóvenes en cada caso.

“Es un número demasiado ínfimo de personal y eso provoca que los chicos se pierdan muchas veces su derecho de acceder a talleres de formación e ir a la escuela, si no somos los suficientes para darles una atención personalizada”, explicó Mauro De Castro Melo, delegado de ATE en el centro.

Este miércoles trabajaron alrededor de cinco personas por módulo porque los representantes marcharon con la caravana hacia el Congreso, en la Ciudad de Buenos Aires, donde también reclamaron “más nombramientos, mejora de la situación de los contingentes de los internados y resolución de la falta de médicos” que sufre el espacio que aloja a jóvenes en situación de riesgo social o que fueron juzgados en un proceso penal.

Por otra parte, Lorenzato adelantó que planean un paro de 48 horas para las próximas semanas en caso de que no reciban respuesta por los problemas que causan “la falta de mantenimiento de infraestructura, de gas natural e instalaciones adecuadas para el invierno” que hay en las escuelas del distrito. Los trabajadores del Centro de Recepción proyectan realizar una movilización el próximo 5 de junio al Ministerio de Desarrollo Social bonaerense, para reclamar definiciones.

ALMIRANTE BROWN
Desde la CTA de Almirante Brown, la jornada nacional de lucha “no fue una manifestación a favor o en contra del Gobierno, sino para que la crisis no la paguen los trabajadores”, le aclaró a AUNO Julio Busteros, secretario de Organizaciones de la central.

El militante destacó entre las reivindicaciones la implementación de “asignaciones universales para personas con hijos, trabajen o no en blanco, y la declaración de la emergencia ocupacional”, que evite por seis meses los despidos.

Según aseguró Busteros, “ya hay empresas que suspenden a sus trabajadores o adelantan las vacaciones”, como una manera de recortar el personal ocioso si se registra la disminución en la producción y que puede ser considerada la antesala del aumento del desempleo. En este sentido, la demanda de la CTA de una mayor presencia estatal ante la crisis, para que quienes trabajen no funcionen como válvula de ajuste de las pérdidas de los propietarios de las industrias.

Otro punto que fue compartido por la convocatoria nacional y los brazos locales de la CTA fue el reclamo de un salario mínimo, vital y móvil “que funcione”, es decir que sea efectivo, tal como demandó Busteros, es decir, que permita cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y sus familias.

ESTEBAN ECHEVERRÍA
La central browniana también adhirió a la defensa de la “redistribución de la riqueza”, punto que destacó la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Esteban Echeverría y Ezeiza, que asoció la falta de reconocimiento de la personería jurídica del gremio con una decisión vertical de concentrar los recursos en pocas manos.

“Desde que nació la organización, en 1992, ningún gobierno nos reconoció porque no quieren darnos libertad de acción. Eso significaría una mayor participación sindical y la distribución de riqueza con el país, que está concentrada entre el Estado y las patronales”, entendió Claudio Díaz, secretario general adjunto de la filial echeverriana.

El referente coincidió con las determinaciones de sus pares de otros distritos a la hora de criticar “la falta de diálogo con el Estado”, situación que causó “una altísima adhesión” a la jornada de lucha.

MNL-CP-MC-AFD
AUNO-27-05-09
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