Lomas de Zamora, junio 2 (AUNO).- El ex Centro Clandestino de Detención El Pozo de Banfield se convertirá en un Espacio para la Memoria de los cientos de jóvenes que fueron torturados y desaparecidos durante la última dictadura cívico militar.
Así lo determinó el Municipio de Lomas de Zamora luego de que el Poder Judicial autorizara a utilizar un sector del edificio, más allá de que el resto de la ex centro clandestino continúa bajo la medida judicial de “no innovar”.
“Para nosotros es sumamente importante la autorización del Poder Judicial. Consideramos que vamos cumpliendo por lo que tanto luchamos, por todos nuestros compañeros que pasaron por ahí. Aunque sea por pedazos que nos vayan entregando, vamos a seguir luchando para que nos entreguen todo el Pozo”, expresó la directora local de Derechos Humanos, Coca Lencina.
Apenas se conoció la medida judicial, el Municipio realizó una visita guiada por el Pozo, ubicado en Siciliano y Vernet, en Banfield.
Del recorrido participaron el intendente de Lomas de Zamora, Santiago Carasatorre, concejales, equipo de Derechos Humanos y organizaciones sociales. También estuvieron familiares de desaparecidos y la abuela de Plaza de Mayo Delia Giovanola.
“Fue muy emotivo. Todavía hoy me siento movilizada”, explicó Lencina. Además, adelantó que “si el juez lo autoriza, en la brevedad, se piensa hacer otra visita, porque han quedado muchos vecinos que no pudieron ingresar al edificio porque no estaban autorizados por el juez”.
En diálogo con AUNO, la funcionaria de la Dirección de Derechos Humanos lómense Susana Garay, detalló que “allí adentro no se puede tocar nada, porque todo son testimonios, son pruebas en el proceso del juicio”
En sentido, explicó: “Todavía el juez no determina la orden porque hay una serie de requisitos y tramites que aún faltan. En lo único que se pudo intervenir es en asegurar los ventanales y, el tema del techo, que recién ahora, autorizó el juez para poner una membrana, para que no siga deteriorándose”.
Por su parte, Lencina enfatizó que “la idea ahora es hacer un encuentro entre todas las organizaciones que trabajan por Pozo de Banfield y de ahí va a salir el proyecto para seguir avanzando con la recuperación”.
“Todo lo que está por afuera se puede arreglar: se puede iluminar, limpiar, pintar. Entonces vamos a empezar con todas esas cosas. El Pozo va a ser un lugar para la memoria, la verdad y la justicia”, subrayó Lencina.
El Pozo de Banfield funcionó como dependencia de la Brigada de Investigaciones de Banfield, desde 1974 hasta octubre de 1978. De las 309 personas que fueron torturadas allí, 97 permanecen desaparecidas. Entre los prisioneros, había mujeres que dieron a luz, ya que en el lugar también funcionó una maternidad clandestina.
AUNO 02-06-14
MC-MFV