Madre de todas sus luchas: memoria, verdad y justicia. La referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas consideró que “falta mucho tiempo” para tener en Argentina una Corte Suprema que “actúe con total justicia y que esté libre de compromisos con la dictadura cívico, militar, eclesiástica y económica”.
“El sistema de justicia está contaminado”, aseguró Cortiñas. Además, señaló que los funcionarios actuales persisten con el ocultamiento de “hechos gravísimos” ocurridos hace más de 40 años durante el terrorismo de Estado.
Carlos Rosenkrantz a la cabeza de la Corte Suprema tendrá como resultado “menos justicia”, según la referente. Entre otros motivos por ser el ideólogo del fallo conocido como “2×1”, que garantizaba la reducción de condena para crímenes de lesa humanidad y que desencadenó una movilización multitudinaria.
“Seguimos con ese perdón que quieren darle a los genocidas por los crímenes de lesa humanidad que se cometieron durante el terrorismo de Estado ignorando los tratados internacionales”, criticó la defensora de los derechos humanos.
“Hay que debatir, dialogar, tenemos que poder discutir las leyes, los edictos, los decretos que nos quieren controlar la vida diaria”, señaló.
Libre de pecado
Cortiñas también manifestó su disgusto con la Iglesia Católica y adelantó que presentará un documento público en el Episcopado argentino para sumarse a la apostasía colectiva.
“Voy a apostatar, que devuelvan mis documentos y certificados. Voy a decirles que yo renuncio. No quiero que queden constancias mías porque yo estoy enojada por el proceder de la Iglesia Católica a lo largo de los años”, expresó la militante por los derechos humanos.
Pidió, además, que los representantes de la fe católica confiesen ante la Justicia todo lo que saben sobre “los crímenes que permitieron durante la dictadura cívico militar y eclesiástica, como la tortura, la muerte y el robo de niños”.
“La iglesia calló, aprobó los vuelos de la muerte y bendijo a los pilotos. La iglesia funcionó como puente entre los expropiadores para sacarles los bebés a las mujeres cautivas en los campos de concentración”, explicó Norita.
Que los representantes de la fe hagan “un mea culpa”, incitó Cortiñas. Por su parte agregó que ella decidió apostatar porque no quiere tener “culpa ni pecado” por relacionarse con la Iglesia Católica.
“Yo lo quiero a Dios y me voy a morir queriendo a Dios pero no tengo porque atarme a quienes hacen tanto daño a los pueblos del mundo”, expresó.
MARCHA DE LA RESISTENCIA en Plaza de Mayo
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— Revista Resistencias (@RResistencias) 7 de diciembre de 2018
Y contó que* no pudo renunciar de forma oficial a la institución* porque los responsables de la Iglesia Católica en la que fue bautizada todavía no encuentran el acta bautismal.
“Tome la comunión en la misma iglesia y no tienen constancia de nada. Yo conozco la historia de mi familia y si no quieren buscar la constancia o no la encuentran es indiferente”, aclaró la militante por los derechos humanos.
Despertar feminista
Además del accionar en la dictadura militar, Cortiñas mencionó entre los motivos para apostatar la posición que tuvo la iglesia durante el reciente debate en el Congreso Nacional por el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La titular de Línea Fundadora fue vocera de la posición a favor del aborto y actualmente se reconoce como “feminista”.
“Defiendo y entiendo la postura de la mujer, el deseo de ser libre de pensar, sentir y actuar independientemente”, aseguró.
Lamentó que Argentina todavía es “bastante machista y fachista” con respecto a los debates que se generan por las causas de género que encarna el colectivo feminista.
“La palabra patriarcado me resuena hasta dentro de mi organismo porque me resulta pesada”, explicó Cortiñas con respecto a su posición sobre las desigualdades que sufren las mujeres.
Criada en una familia machista, Norita recordó que en su juventud no entendía mucho el feminismo y tampoco le atraía ya que en ese tiempo pensaba que se trataba de “estar en contra de los varones”.
“Después de que los militares se llevaron a mi hijo Gustavo empecé a estar con un grupo de mujeres en la Plaza y ahí escuché que teníamos derechos y que se peleaba por estos”, recordó.
Por su ejemplo de lucha en el mundo fue recientemente invitada a un encuentro de mujeres en Japón organizado por víctimas de violaciones provocadas por los propios soldados japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Cortiñas viajará el próximo martes.
“Yo no estaba acostumbrada a ese mundo, el destino, los hombres y la historia me asignaron un espacio donde tuve que sacarme la venda y ver que en este mundo en el que vivía tenía que luchar contra el machismo y el patriarcado”, aseguró.
En ese sentido, señaló que no comparte la idea de “igualar los géneros o decir que hombres y mujeres tiene que ser iguales” sino que considera que “todas las personas deben ser más solidarias”.
Todos, todas y todes
El término “hombre”, como representación de la humanidad, le provoca “dolor” y no le gusta que el uso de la palabra invisibilice la presencia de la mujer en la historia. Cortiñas cuestionó que no ayudan a describir la historia porque “ocultan a la mitad de sus protagonistas”.
Con respecto al uso del lenguaje inclusivo señaló que algunas veces utiliza el término “todes” en sus discursos pero que no le interesa desvirtuar el lenguaje por un “modernismo”.
“Yo quiero la igualdad porque es necesaria y deseo que haya respeto entre hombres y mujeres”, reiteró la integrante de Madres de Plaza de Mayo.
EC-AFG
07-12-2018
(*) Nota realizada para Periodismo Gráfico