Lomas de Zamora, julio 17 (AUNO).- El patio de El Barrio Cultural, espacio artístico de Escalada, está lleno de chicos y chicas abrigades tomando mate para combatir aunque sea un poquito el intenso frío. Al costado izquierdo hay una sala en la que hay una ronda de personas sentadas. Uno destaca por su formal manera de vestir: el concejal de Lanús Lucas Folino (Cambiemos). Se encuentra allí para responder a varios gestores culturales del Conurbano sur por qué el sábado irrumpieron en el lugar 12 policías bonaerenses armados y sin identificación junto a un inspector municipal, con la intención de clausurarlo. Artistas y público realizan un abrazo simbólico para denunciar lo sucedido.
Alrededor de las 23 del sábado, les uniformades llegaron al centro cultural sin orden de allanamiento ni denuncia. El argumento que dieron para intentar la clausura fue la difusión de eventos por redes sociales. Afortunadamente, les miembres del CC pudieron hacer que la Policía se fuera, luego de una hora y media. El evento pautado debió ser suspendido. La clausura se realizó sin firma de ninguna autoridad, por lo que los encargados del lugar consideran “nulo” al procedimiento.
Es lunes. Varias personas se acercan a la vereda de Dr. Melo 4565 pasadas las 17.30 para abrazar simbólicamente al espacio y brindar apoyo ante el atropello. Por fuera el lugar pasa desapercibido porque no tiene ni siquiera un cartel. La realidad cambia al cruzar la puerta negra del garaje: hay un mostradorcito con un velador, donde se venden las entradas, y frente a ella infinidad de carteles que anuncian talleres.
El problema de fondo es que Lanús no tiene una ordenanza que reconozca ni regule a los centros culturales. Y lo extraño es que esta situación sucede días antes del tratamiento de una norma en el Concejo Deliberante. “No queremos ser ilegales, por eso estuvimos trabajando estos meses al lado tuyo para que la ordenanza salga”, increpa al concejal una de las chicas que pertenece al centro cultural. El, un poco nervioso, responde que “no falta nada”. “¡Hay que generar alguna defensa para los espacios hasta que pase!”, concluye la joven.
En rigor, todos los espacios culturales de Lanús funcionan de manera ilegal, porque las únicas figuras que reconoce la normativa municipal son las de “bar” y “casa de té”. Hay espacios que sobreviven de esta manera desde hace al menos diez años. El Barrio Cultural funciona hace apenas dos. La excusa de la Municipalidad para tratar de clausurarlo fue que “se publican eventos por redes sociales”, indica a AUNO Javier Godoy, referente del espacio.
Durante seis meses, representantes de los quince espacios que integran el Frente Cultural de Lanús se reunieron con Folino para armar en conjunto una ordenanza que genere la figura legal de “centro cultural”, todavía inexistente en el partido. Godoy asegura que la Dirección de Habilitaciones Comerciales del municipio fue la que dispuso la clausura. El área depende de la Subsecretaría de Control Comunal. “Es irrisoria la clausura cuando no existe una ordenanza”, agrega el gestor.
“Nosotres somos les que estamos pidiendo ser legales. Esto parece un chiste”, ironiza Godoy, al relatar que el Tribunal de Faltas les envió una contravención por “falta de habilitación”. Hoy se movilizarán al Tribunal con el fin de que esa multa sea anulada. Saben que no van a poder pagarla al ser autogestives. Luego, la idea es exigir a la Municipalidad que los espacios del partido cuenten con un permiso hasta que exista la figura de centro cultural. “Les molesta que la gente piense, por eso nos están corriendo el arte de todos lados”, manifiesta Godoy con un dejo de tristeza por la fecha que tuvieron que suspender.
En el abrazo, son muches les musiques que se acercan para apoyar. No hay nada que se haya organizado, pero lo espontáneo está a la orden: los tambores suenan acompañados de las palmas de les concurrentes. Una chica pide a las 250 personas que se acerquen a la entrada del teatrito que está al final del patio, donde se hacen los recitales, para sacarse una foto con los carteles que dicen “no a la clausura”. Cuando todes se mueven empiezan los cánticos: “No nos van a clausurar”, “Mauricio Macri la yuta que te parió”. Luego se meten al teatro donde Godoy junto a sus compañeres va a contar lo que sucedió el sábado.
“No abrimos un fin de semana y no llegamos a fin de mes”, denuncia Godoy, y es real. Los centros culturales autogestivos dependen de sus propios recursos ya que no cuentan con subsidios. Mucho menos si no tienen un marco que los reconozca y avale.
Godoy asegura que la primera excusa de la gestión para posponer el debate en torno de la ordenanza fue que “no hay plata para la cultura”. Si las autoridades no regulan esta situación, condena al cierre a este tipo de espacios. Tal vez lo que sucedió el sábado tenga la intención de ahogarlos, pero el abrazo de este lunes dejó en claro que la cultura resiste.
AUNO-17-07-2018
AEB-MDY