Municipalidades: los nuevos intendentes encontraron «tierra arrasada»

Los nuevos intendentes que asumieron en Lanús, Almirante Brown y Quilmes se encontraron con superpoblación de «ñoquis» y con un fuerte endeudamiento. En el caso de Brown, además, con una dura pelea originada en el PJ.

Personal “ñoqui” a granel, elementos del Estado robados, desmantelamiento de oficinas, irregulares traspasos de administraciones, deudas a proveedores y “huidas” de los intendentes salientes.

Ese fue el panorama con que se encontraron algunos de los nuevos intendentes que asumieron hace casi dos meses en las respectivas municipalidades del conurbano bonaerense.

En las comunas de Quilmes y de Lanús, los intendentes salientes no se presentaron en la ceremonia de asunción de quienes se consagraron jefes de comunales de esos distritos, los kirchneristas Francisco Gutiérrez y Darío Díaz Pérez, respectivamente.

Pero el hecho de no estar “o no dar la cara” acaso sea una anécdota, si se compara con los innumerables problemas dejados.

En Lanús, Díaz Pérez se encontró con “tierra arrasada”, aseguró un funcionario de esa gestión en diálogo con la Agencia Auno, al explicar acerca de cómo dejó la Municipalidad el intendente saliente, el peronista Manuel Quindimil, que gobernó durante más de veinte años.

Fuentes del Gobierno de Lanús contaron a la agencia Auno que Díaz Pérez, además de los problemas dejados por Quindimil, ya le hizo saber su “malestar” al secretario de Hacienda, Héctor Anido, porque se fue de vacaciones a Córdoba, en medio del desbarajuste de las cuentas municipales.

Anido es un empresario de Lanús –fue ya fue funcionario de Quindimil- y ahora está a cargo del área contable del Municipio.

En Quilmes, mientras Gutiérrez se hacía cargo del gobierno comunal, el intendente saliente Sergio Villordo estaba de paseo en el extranjero, confesó un funcionario de la nueva gestión.

Pero el nuevo intendente de Almirante Brown, el kirchnerista Darío Giustozzi, tampoco la tiene fácil y tiene que vérselas con una dura confrontación originada en el peronismo villaverdista.

Apenas comenzó a despedir a personal contratado por su antecesor, el villaverdista Manuel Rodríguez, los que se quedaron afuera lo fueron a patotear y unas semanas después le balearon el automóvil.

Los funcionarios de Giutozzi atribuyen la balacera a su automóvil al clima hostil que se vive dentro del justicialismo tradicional que perdió las elecciones el 28 de octubre.

Otro que se queja por la “herencia recibida” es el intendente de Esteban Echeverría, el también kirchnerista Fenando Gray.

Gray denunció en una carta que publicó en la página oficial de la Municipalidad que su antecesor Alberto Groppi le dejó un municipio “desmantelado y sin insumos” y que la anterior gestión le dejó una deuda de casi 25 millones de pesos.

Gray también aseguró que tuvo que sacarse de encima a unas doscientas personas que tenían cargos políticos, todas nombradas por Groppi.

jp-hrc

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