Mércuri: “No vamos a resolver el tema de la criminalidad sino resolvemos el tema de la pobreza extrema”

El presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Osvaldo Mércuri, afirmó que “son infames traidores de la Patria aquellos civiles y militares que entregaron la economía del país al servicio exclusivamente de manos extranjeras” durante una entrevista exclusiva con la agencia AUNO.

Por Andrea Villa

Desde su escritorio, con un clima tranquilo y seguro de sus palabras, el legislador habló, entre otros temas, de la crisis de la seguridad y de su propuesta de cambiar la estructura del estado provincial. Con respecto a la creación de la empresa Energía Argentina S.A. (Enarsa) sostuvo que “debe haber empresas privadas que exploten nuestro suelo pero tiene que haber una empresa estatal que regule como era YPF”.
Retratos de su familia, placas, estatuillas y folletos sobre la preservación del medio ambiente son algunos de los decoros que tiene el despacho de Mércuri, quien del jefe de Gobierno Néstor Kirchner, expresó que “tiene audacia, honestidad y coraje”.
En referencia a las propuestas que promovió Juan Carlos Blumberg en el Congreso referidas a los problemas de justicia y seguridad, manifestó que “eso se resuelve endureciendo penas y cambiando las condiciones de la exclusión social”. “Hay improvisación de senadores y diputados para tratar las leyes y se debe a las presiones de la gente”, expresó Mércuri mientras se acomodaba un saco negro que lucía con una camisa blanca y agregó que “en la Argentina todavía no tenemos muy buenos políticos”.

-¿Está conforme con la actual estructura del Estado provincial?

-No para nada, no estoy conforme.
-¿Y porqué? ¿A qué se debe esa disconformidad?

-Porque pienso que el Estado provincial es una especie de cáscara vacía. Porque concentra todo en un solo lado y no distribuye los recursos que tiene, en los municipios.
-¿Qué es lo que sugiere para cambiar la estructura estatal de la Provincia?

-Yo vengo pensando hace mucho tiempo que hay que descentralizar. Ya presenté leyes y proyectos para eso. Como es en Italia, como es en España, donde cada región y cada municipio deben cobrar sus propias tasas y sus impuestos, y deben quedar en ese lugar; así podemos desarrollar los lugares y las regiones, y no que quede todo concentrado en la ciudad de La Plata.
-Esos proyectos y leyes que ha presentado en la Cámara, ¿están avanzando?

-Bueno es lento, es lento porque hay que romper muchos intereses. Hay intereses políticos, sectoriales, económicos y fundamentalmente burocráticos que impiden que esto se realice. Pero yo vengo presentando programas para que se descentralice, se regionalice todo, como en los países que te mencioné, donde las regiones han logrado cierta independencia económica mediante estos mecanismos de descentralización y regionalización.

-¿Cómo percibe la representatividad política? ¿La gente hoy cree en los políticos?

-(silencio) Y falta mucho de credibilidad, hay que cambiar todos los sistemas políticos. Venimos insistiendo hace más de una década y lo tengo plasmado en proyectos, que nunca mi propio partido, el partido justicialista me los aceptó, de la eliminación total y absoluta de las listas sábanas. Hoy me alegra mucho que tanto Duhalde, Kirchner y otros referentes nacionales planteen la eliminación total de las listas sábanas cuando yo esto lo decía por el “#8482;90. Y no se burlaban pero me decían que no era lo adecuado. Ahora parece que todo el mundo se golpea el pecho diciendo “¡hay que cambiar las listas sábanas!”. Yo lo decía hace doce años y nadie me daba bolilla.
-¿Cómo podría calificar el año de gestión de Néstor Kirchner?

-Bueno, él viene de un proceso en el cual el país se había incendiado, donde Duhalde tuvo la virtud de sacarlo del incendio y de la anarquía, pero no la de resolver los problemas de la década del “#8482;90. Esto tiene que ver con un gobierno de emergencia de Duhalde y con un gobieno constitucional-institucional de Kirchner. El balance es positivo, el balance es bueno. Kirchner tiene audacia, tiene honestidad y tiene coraje. Tal vez falte un plan integral en lo económico, y falte una proyección que tenga que ver con un futuro. Pero estamos saliendo de una emergencia terrible; es imposible que rápidamente se pueda salir adelante. Pero estoy convencido que con el esfuerzo, no de Kirchner, sino de todos los argentinos, en décadas, este país va a salir adelante. No va a ser un hecho milagroso. Pero no tenemos que cargar a la gente con los defectos, con las imperfecciones y las equivocaciones de los políticos.
-Con relación a la crisis energética ¿Ve positiva la creación de Energía Argentina S.A. (Enarsa)?

-Absolutamente sí. Ningún país del mundo ha abandonado una empresa de energía. Todos los países que tienen privatizada su explotación petrolífera, gasífera, tienen una empresa de energía. Solamente ocurrió acá. Esto es la década infame del “#732;90 en la que vendimos todo, nuestros propios recursos naturales. No digo que no hay que alentar la inversión privada, no digo que no hay que tener empresas de energía privadas que exploten nuestro suelo. Pero tiene que haber una empresa estatal que regule, como era YPF, orgullo de América Latina y del mundo, como era la empresa Aceros General Mosconi en su tiempo. Nunca tendríamos que haber olvidado nuestras propias empresas nacionales pues son las que marcan la independencia de un país. Desde el Golpe del “#8482;76 a la fecha se fue entregando la soberanía. No solamente fue un plan de represión a todo un pueblo, sino la entrega de nuestra economía. Son infames traidores de la Patria, no solamente los militares que asesinaron sino aquellos civiles y militares que entregaron la economía del país, al servicio exclusivamente de manos extranjeras. Si tenemos doce millones de personas en la más absoluta miseria y marginalidad son responsables los funcionarios de esa época.
-¿Qué opina de las propuestas y las exigencias que presentó Juan Carlos Blumberg en el Congreso?

-Bueno, tienen que ver con que la política a veces va detrás y la gente va más adelante pidiendo resultados de políticas económicas que llevaron a que mucha gente, que no delinquía, en situaciones muy límites lo tengan que hacer. Eso se resuelve endureciendo penas pero también cambiando las condiciones de la exclusión social. Nosotros en la Provincia hemos endurecido penas, hemos modificado el código de procedimiento penal, hemos logrado que los violadores no salgan con libertad vigilada. Antes el violador salía con libertad vigilada. Y lamentablemente en estos casos que son patológicos, son enfermos, vuelven y reinciden. No por esto no hay que darles oportunidad, pero tienen que cumplir la pena de punta a punta. No vamos a resolver el tema de la criminalidad sino resolvemos el tema de la pobreza extrema.
-Quiere decir que ya tenía una propuesta antes de las manifestaciones de Blumberg…

-Ya la tenía, como también la del endurecimiento de penas para que no salgan los asesinos, los secuestradores y los violadores; mucho antes de las protestas. Pero parece ser que algunos diputados, senadores nacionales, y algunos políticos, después de las protestas se encargan de apurar y sancionar mal los códigos, como la reforma del Código Penal. De esta manera, por apresuramiento, por temor a la gente, ciertamente, y por no estudiar los temas debidamente y anteriormente, pueden salir en libertad cientos de personas que están procesadas o condenadas por hechos graves. Esto implica que los temas se tienen que actuar rápidamente pero con seriedad, con eficiencia y no solamente con la presión de la gente. Polísta es la improvisación de los políticos, porque no tenemos muy buenos políticos en la Argentina todavía.
-¿Qué me puede decir de la purga policial que hubo en la provincia de Buenos Aires?

-Fue absolutamente necesaria. Necesaria e importante que no debe ser simplemente una purga. Algunos uniformados no han cometido sólo el delito de extorsión, sino también de secuestros, de robo, y delitos aberrantes. No por eso tampoco debemos denostar a las fuerzas policiales y de seguridad que hay que defenderlas como institución. Pero hay que librarlas de una pequeña minoría, que nunca es la mayoría, que son muy pocos aquellos que delinquen. Creo que Arslanian y Felipe Solá están orientados en una muy buena posición junto al presidente Kirchner que no quiere purgar las fuerzas de seguridad, quiere que las fuerzas de seguridad pertenezcan, como servidores que lo somos todos, fuerzas de seguridad, políticos y dirigentes, al pueblo y no a los pequeños intereses de cada uno.
-¿Usted nota que haya algún cambio en las personas, están más tranquilas?

-Se va notando un cambio. Obviamente el cambio es una sensación. No es un tema que se va a resolver de un día para el otro. Pero se ve que hay una clara intención del gobierno provincial y del ministro Arslanian en cambiar las cosas. Se nota en el patrullaje en las calles, en la disminución de los secuestros, en la mayor tranquilidad que tiene el peatón. Pero también es un tema de tiempo, un tema de mucho control a través de los foros de seguridad en la sociedad civil sobre las policías, y mejorando las condiciones obviamente económicas, con producción y trabajo. Con el tiempo, no solamente condenando y reprimiendo los delitos, vamos a cambiar, como en otros lugares del mundo, las condiciones de seguridad de nuestro propio país y de nuestra propia provincia.
-Por último y saliendo del tema ¿Tiene algún pronóstico de quién va a ser el próximo candidato justicialista para gobernador de la Provincia?

-Bueno, yo no soy adivino (risas). No te lo puedo decir. Hay muchos que quieren ser candidatos pero faltan más de tres años ¿no? Creo que está bien que muchos quieran ser candidatos pero los que quieren ser tienen que demostrar lo que hicieron, y no como salen muchos a decir yo quiero ser… Creo que el candidato del partido político que fuere, tiene que tener primero una plataforma, tiene que mostrar honradez y transparencia. No digo que sea perfecto, nadie es perfecto, todos somos seres humanos, y el político es tan imperfecto como cualquier persona pero tiene que ser mejor que otros, en función de que tiene que mejorar la calidad de vida de los demás.

AUNO

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