Lomas de Zamora, noviembre 11 (AUNO).- La derrota ante Estudiantes (3-0) abrió un panorama de incertidumbre. La tercera caída consecutiva marcó el estancamiento de Lanús en la tabla de posiciones y la diferencia es visible. Hace tres jornadas marchaba cuarto, con 18 puntos y aspiraciones de liderar el Torneo Apertura, pero hoy se ubica en el puesto 12, con la misma cantidad de puntos.
Ante esa realidad, los cuestionamientos siempre caen sobre el mismo blanco, y en esta oportunidad, no es la excepción. Pero el entrenador granate, Luis Zubeldía, fue claro: “Esta serie de malos resultados ya nos había tocado hace poco y pudimos salir adelante. Ahora va a ocurrir lo mismo. No hay que desesperarse”.
Y siguió: “No podemos salir corriendo cada vez que se pierde un par de partidos, si no es imposible la continuidad de cualquier entrenador. Estoy tranquilo para seguir en el cargo y con ganas de poder revertir esta situación. Hay plantel como para dar vuelta este mal desempeño y en esa dirección pretendemos ir”, aseguró el DT, en diálogo con AUNO.
La irregularidad del elenco del Sur del Conurbano bonaerense marcó el devenir de las últimas fechas, pues el equipo consiguió tres triunfos al hilo: All Boys (1-0), Boca (2-1) y San Lorenzo (2-0), pero luego cayó en los resultados y en el rendimiento en tres cotejos consecutivos: Olimpo (0-1), Colón (1-2) y Estudiantes (0-3).
De esta manera, la campaña del “Granate” sufrió el vaivén de no encontrar la regularidad necesaria para ser protagonista del campeonato. Una situación digna de ser analizados por un psicólogo. Y los rumores sobre la continuidad de Zubeldía comenzaron a hacerse más fuertes. Por su parte, el entrenador destacó que piensa quedarse “al menos hasta el final del torneo”.
“Es una situación difícil la que estamos atravesando, pero con tiempo se solucionará. Hace mucho que este cuerpo técnico está a cargo del plantel y va a quedarse hasta que termine el año. Después se verá cómo están dadas las condiciones para seguir, y qué le conviene al club y a nosotros”, señaló.
Las copas, un objetivo que sigue firme
El entrenador pampeano tomó las riendas de Lanús en junio de 2008.
Tenía 27 años en ese momento y se convertía en el DT más joven de Primera División en la historia del fútbol argentino. Además de alcanzar el cuarto puesto en el Apertura 2008, las primeras dos temporadas se destacaron por las clasificaciones a la Copa Libertadores y la Sudamericana.
Ya en los últimos torneos, la meseta de resultados se hizo más evidente, aunque el conjunto de la Zona Sur del GBA siempre transitó por los puestos de vanguardia. Y a pesar de no encontrar un rumbo fijo en este certamen, todavía tiene chances de obtener una plaza en la próxima edición de la Libertadores.
“Tenemos el objetivo de clasificar. Hay que ganar, conseguir un par de resultados positivos y posicionarse nuevamente ahí arriba. Esa es la única manera de salir adelante, mentalizados y concentrados para recuperarnos lo antes posible”, apuntó.
Las expulsiones, una preocupación extra
Pero la derrota ante Estudiantes en cancha de Quilmes mostró también una debilidad que se repitió, como había ocurrido en la caída ante Racing en la séptima fecha, por 4-0. Allí, Lanús terminó con dos jugadores menos producto de la expulsiones del capitán, Agustín Pelletieri, y del defensor Maximiliano Lugo.
Frente al “Pincha” tras el primer desnivel se fue el mismo Pelletieri y luego, ya con el resultado consumado, Santiago Hoyos insultó al árbitro y también terminó en el vestuario antes de tiempo. Un panorama que se repite por el contexto de resultados. Otro puntal digno para ser analizado por el mismo psicólogo.
Ante la “Academia” venía de una dura derrota como local con Godoy Cruz (4-1), mientras que en esta jornada, previo a enfrentar a los dirigidos por Alejandro Sabella, Lanús acumuló dos caídas en fila. “Es un problema de actitud. La prioridad es no perder la cabeza, pero cuando los resultados no se dan, suele pasar esto”, analizó Zubeldía.
Lo cierto es que en lo futbolístico las falencias pasan por la falta de juego para llegar al arco rival y la desconcentración que significa ir abajo en el marcador, pues a Lanús se le hace cuesta arriba cuando marcha en desventaja.
“Contra Estudiantes hicimos un buen partido pero nos falló la definición.
Son momentos en los que a veces se convierte y otras no. No les puedo reprochar nada a los delanteros porque realizaron una buena tarea. Estoy contento con los jugadores. El problema es no caerse cuando no salen las cosas y eso es un déficit que debemos resolver rápido”, remarcó el DT.
Ya pasó el compromiso frente al puntero del campeonato. El próximo rival es el escolta, Vélez, también de visitante. Y para el entrenador “Granate” se trata de un duelo “clave para remontar el mal desempeño de los últimos partidos y no perder pisada por la clasificación a las copas”.
“Hay que salir a jugar con inteligencia sin pensar que porque nos saca ventaja, el rival ya tiene el partido resuelto”, sentenció. Esa es la premisa, aunque la conclusión sea otra, pues Lanús ladea entre los resultados negativos y la ausencia de actitud para dar vuelta esos mismos marcadores. Un círculo vicioso para el diván.
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