Alrededor de un centenar de personas marcharon ayer a la Comisaría 2ª de Lanús en reclamo de “justicia” y “agilización” en la investigación sobre la muerte de Matías Pena, el hombre que fuera encontrado “ahorcado” en una celda de esa seccional, la madrugada del 4 de marzo pasado.
Durante más de media hora los manifestantes se reunieron en la esquina de Ituzaingó y O’Higgins, a 50 metros de la comisaría, para reclamar junto con amigos, familiares y los abogados que llevan la causa (caratulada como “Averiguación de causal de muerte”) por la “agilización” de las instancias de peritaje y el esclarecimiento de los hechos que rodean la muerte de Matías Pena.
Cerca de las 20 comenzaron a marchar desde las calles Illia (ex Mitre) y Salta, en Lanús Este, y continuaron por 9 de julio, 29 de septiembre, e Ituzaingó, hasta chocar contra las vallas que habían sido colocadas en la esquina de la Comisaría 2ª, donde Pena fue encontrado sin vida.
Uno de los abogados de la familia Pena y representante de la Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo (CADeP), Sergio Smietniavski, explicó a AUNO que “todavía hay peritajes pendientes” y agregó que tanto él como CADeP “se oponen a que esas pruebas las realice una fuerza de seguridad”.
Con respecto a los exámenes de la remera con la que según fuentes policiales Pena “se ahorcó”, Smietniavski expresó que “hay que determinar si la longitud de la remera era suficiente como para atarla a un caño, dar una vuelta por el cuello de Matías, hacer otro nudo y que sirva como elemento asfixiante”.
Además, el abogado apuntó que las pericias de los ‘tacos de piel’ (marcas) del cuello de Matías “se van a hacer durante mayo”, y señaló que para las pericias sobre la remera “todavía no hay fecha específica” porque, tal como informó AUNO, el dinamómetro que se necesita aún no está en poder de la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI) Nº 6 de Lomas de Zamora.
La madrugada del 4 de marzo, Martín Pena fue hallado muerto en el calabozo de la Comisaría Nº 2 después de poco más de media hora de haber ingresado esa la dependencia.
En principio, las versiones policiales informaron que se había tratado de un “suicidio”, pero tanto los familiares como los abogados calificaron esa hipótesis de “ilógica” y alegaron que todavía hay muchos “puntos oscuros” acerca de lo que pasó esa noche.
Frente a un escenario que no presenta novedades sobre el caso Ariel Hernández, otro abogado de la familia Pena, expresó que recién para fin de mes se debería tenerse “un panorama más certero de lo que haya pasado esa noche en la comisaría”.
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