En 1923 Teófilo Velayos puso en marcha el primer colectivo que circuló por el distrito de Lomas de Zamora. El legado quedó en manos de sus hijos, nietos y bisnietos. Cuatro generaciones después, las seis líneas de colectivos de la firma de la familia Velayos recorren las estaciones de trenes de Lomas de Zamora Centro, Banfield, Temperley y gran parte del interior de los distintos barrios; llegan a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) en el Cruce de Lomas y pasan por el puente La Noria, entre otros sitios emblemáticos del partido.
Celina Velayos es la tercera generación familiar y vicepresidenta de la empresa Yitos Sociedad Anónima de la Línea 543. En diálogo con AUNO, asegura que “crecer en una empresa de colectivos es estar siempre rodeado de mucha gente, hablar con el mecánico, con el chofer, con los que trabajan ahí, como si fuera nuestra casa”.
El 23 de febrero de 2023 cumplirán un siglo al frente de la empresa de transporte público que recorre de punta a punta el distrito del sur del Conurbano bonaerense, tras sumar a la iniciática 543, las líneas municipales 541, 544, 549, 561 y 562.
-¿Cómo nació la línea de colectivos 543?
-Mi abuelo Teófilo Velayos vino de España y empezó a trabajar como cochero en Lomas. Era el encargado de ir todos los días a la Capital a llevar papeles. Era el cochero en carruaje, inclusive tenía registro para carruaje a caballo. Por supuesto, tardaba horas en llegar a Capital porque Pavón era toda de tierra. Ese fue su primer trabajo, antes de nacer lo que es hoy en día la Línea 543.
-¿Cómo pasó de ser cochero a chofer de colectivos?
-En 1922 mi abuelo ya tenía taxis y empezó a pensar que podía trasladar más gente a menos costos en la estación con un vehículo más grande. Entonces con una concesionaria planificaron y diseñaron un colectivo en madera, pero mucho más chiquito de los que hay ahora. Los asientos eran a lo largo, las ventanas no tenían vidrios si no que tenían lonas que bajaban cuando llovía. Con los años fueron cambiando los nombres, compraron otras empresas y también agrandaron los recorridos. En ese momento solo hacían diez cuadras por Laprida, desde Frías a la estación de Lomas de Zamora. Es por eso que festejamos los 99 años que hacemos el mismo recorrido.
-Al pasar el tiempo se fueron haciendo cambios en los colectivos. ¿Cuáles fueron esos cambios?
-El crecimiento se generó en el mismo año (1923). Empezaron a adquirir más de estos colectivos, en el primer año ya tenía tres cambiando los modelos y arreglando los chasis y las gomas, porque antes los neumáticos eran de madera, muy altos y finitos. Y con el tiempo se fue mejorando toda la parte de la carrocería, añadiendo los vidrios y los motores.
La vida arriba de los colectivos de Lomas de Zamora
– ¿Cómo fue crecer en una empresa de colectivos?
-Para nosotros crecer en una empresa de colectivos fue ir a jugar los sábados y domingos arriba del colectivo a buscar si habían quedado cosas entre los asientos: caramelos, monedas, peines que era los que más encontrábamos entre medio de los tapizados. Estar siempre rodeado de mucha gente, hablábamos con el mecánico, con el chofer, con los que estaban ahí, como si fuera nuestra casa.
– ¿A qué edad comenzaron a participar del negocio familiar?
-Comenzamos con los trabajos de muy temprana edad desde abajo: barrer el taller, contar el dinero, preparar las monedas, conocer a la gente, entender que el que trabaja no es solo esa persona sino que hay una familia detrás. Después de la universidad, íbamos con mis compañeros a bailar en un colectivo, nos llevaba un chofer, éramos muchos. Estas cosas eran diferentes, pero a la vez normales, porque uno crece ahí adentro viviendo todo eso.
-¿Por qué decidieron continuar con este legado familiar?
-Mi papá en 1990 decide retirarse y con mis hermanos (N.R, son cuatro hermanos) decidimos que queríamos seguir en lo mismo. Entonces formamos nuestra propia empresa y concesionamos la Línea 543. Ahora tenemos las Líneas 541, 543, 544, 549, 561 y 562. Sus recorridos cubren todas las estaciones del partido de Lomas de Zamora, Banfield, Temperley, Turdera y Llavallol, llegando al puente de La Noria que es el límite del partido con la ciudad de Buenos Aires.
-Con tantos años trabajando en una empresa de colectivos, ¿qué suceso o hecho recuerda de todos estos años?
-Cuando se está trabajando pasa muchas cosas dentro de los colectivos. Por ejemplo, una vez el chofer iba manejando y por el espejo ve que una mamá está con un bebé y al bebé lo empieza a ver rojo, después morado y el chofer se dio cuenta que estaba pasando algo. Frenó el colectivo, la mamá se pone a gritar, se pone a llorar que no respira y el chofer le supo hacer RCP al bebé mientras llamaban a la ambulancia y le salvó la vida. Lo hizo reaccionar antes de que llegue la ambulancia y eso fue muy impresionante. Por eso nosotros también damos los cursos de RCP. Y a partir de ese momento, comenzamos a poner más ahínco para los cursos de capacitación, porque alguien lo puede necesitar alguna vez.
AUNO-24-6-22
FMO-SAM