Licitra: «El resentimiento entre ellos formaba parte del relato permanentemente»

La autora de «Los otros. Una historia del conurbano bonaerense» dialogó con *AUNO* y contó el detrás de escena de la realización de su último libro, en el que retrata la conflictiva relación entre dos barrios igual de pobres en la zona ribereña de Lanús.

Lomas de Zamora, noviembre 21 (AUNO).- Recorrió el Conurbano a bordo de un patrullero junto a los productores del programa “Policías en Acción”. Conoció de cerca el barro y la pobreza, que se replicaban en miles de historias. Así le llegó a Josefina Licitra el dato del conflicto entre los vecinos “tanos” de Villa Giardino y los “negros” de Acuba, y ese fue el puntapié inicial para el nacimiento de “Los otros. Una historia del conurbano bonaerense”.

“El Conurbano es inconmesurable, por lo que fue un recorrido muy sesgado”, contó la autora a AUNO acerca de esos tiempos de traqueteo sobre calles de tierra junto a efectivos policiales y otros periodistas. A pesar de haberse codeado con muchos relatos dignos de un libro, Licitra se enfocó en el de Lanús.

Todos los casos coincidían en el hecho de que “transcurren en zonas conocidas como margen. Son historias de una clase media empobrecida que resiste en el Conurbano y de una clase pobre. Son zonas que no tuvieron un desarrollo a la expectativa de las personas. Al ser lindantes con la Capital pensaban que el crecimiento iba a alcanzarlos, pero no fue así”.

El por qué de su decisión de elegir la conflictiva relación entre “tanos” y “negros” —como se denominan entre sí—, Licitra sostuvo que “lo interesante del libro es que esta historia se replica más allá de Lanús”.

El andar por la zona ribereña de Lanús donde se encuentran los barrios en conflicto le llevó a la periodista poco más de un año y medio, desde agosto de 2009 hasta marzo de este año.

La historia comienza con la muerte de Héctor Daniel Contreras, un cartonero de 16 años que participaba de una manifestación, y fue asesinado de una balazo proveniente de una terraza de un tano, según sostienen los vecinos de Acuba.

“Los primeros diez meses no escribí nada, me dediqué a recoger información. Después me ocupé de organizarla y armar una especie de borrador. Al tiempo que hacía la recorrida iba pensando en mi cabeza como diagramar la historia. Y en los últimos dos meses y medio me dispuse a escribirlo”, puntualizó acerca de los tiempos en los que llevó a cabo su obra.

La presencia de un muro que separa dos realidades no tan distintas es para la cronista “una estructura que narrativamente funciona muy bien, pero la historia se daría de la misma manera si el paredón no estuviera. Uno está acostumbrado al muro que separa el country de la villa, pero en este caso separa a gente que vive casi de la misma manera”.

La autora, que además escribió el libro de crónicas “Los imprudentes. Historias de la adolescencia gay lésbica de la Argentina”, explicó a esta agencia que durante sus recorridas por la zona no le tocó vivencias hechos violentos entre los barrios, y que tampoco eran una constante en la relación entre los “tanos” y los “negros”.

“El resentimiento entre ellos formaba parte del relato permanentemente —continuó— El recelo era parte del aire. A pesar de que había una relación de vecinazgo y compartían calles, entre ellos raramente se cruzaban.”

Asimismo, aseguró que “ante la desaparición del Estado, los grupos de vecinos necesitan culpar a alguien, ver la cara de un responsable y así terminan peleando entre pares”.

Ante la situación conflictiva que abunda en el Conurbano, Licitra lamentó que “esto vaya a seguir pasando, mientras no haya políticas públicas dirigidas a este tipo de asentamientos, mientras no se desaliente la inmigración interna y se ofrezcan posibilidades en el interior del país”.

La discordia entre los vecinos de Villa Giardino y los de Acuba, se basaba en dos argumentos: los primeros aseguraban que el aumento de robos y la ocupación de espacios públicos se debía a las “intromisiones” de los ocupantes; mientras que los del predio perteneciente a la Asociación de Curtiembreros de Buenos Aires inquirían acerca del por qué ellos no podían tener los mismos derechos que los “tanos”, ya que ellos también trabajaban.

PT-AFD
AUNO-21-11-11

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