La violencia laboral entra en la escena de las entidades civiles

Poco difundido, el ‘mobbing’, como se conoce en inglés al acoso laboral, es una preocupación creciente para las organizaciones no gubernamentales. Desde hace algunos meses, la Fundación Magna organiza talleres y actividades para que se conozca el problema. “Así como la violencia está presente en la vida cotidiana, los ambientes laborales no han permanecido ajenos”, explicó la directora de la entidad a AUNO-Tercer Sector.

Muchos la padecen, pero pocos la reconocen como tal. La violencia laboral, un fenómeno de estudio reciente, comenzó a ser una preocupación para las organizaciones civiles. Desde hace algunos meses, la Fundación Magna centró en el mobbing, el término en inglés que se popularizó para nombrar al problema, una pelea poco difundida por el respeto de los derechos de los trabajadores.

“Así como la violencia está presente en la vida cotidiana de las personas en todas su variantes, como en la familia, en la sociedad o en la pareja, los ambientes laborales no han permanecidos ajenos”, explicó a AUNO-TercerSector la presidenta y cofundadora de la Fundación Magna, la doctora Patricia Barbado.

Desde 2006, la institución se dedica, sin fines de lucro, a “promocionar la dignidad en el trabajo”. En el diálogo con AUNO-Tercer Sector, Barbado apuntó: “Nos ocupamos de la difusión de un problema, que es una psicopatología sociolaboral, referida a la violencia psicológica en el trabajo, con el objetivo de crear conciencia del valor del trabajo humano como expresión creativa de la persona”.

“La idea es poder formular recomendaciones para el diseño e implementación de políticas y fomentar la responsabilidad de las empresas y las instituciones públicas”, se sostuvo la profesional.

¿Qué se entiende como violencia laboral? Barbado explicó que la violencia física es la que se puede percibir fácilmente, pero hay otros tipos de comportamientos que “son violentos y que nuestros patrones culturales nos impiden identificarlos como comportamiento potencialmente dañosos, y esos son los comportamientos psicológicos”.

En ese sentido, la doctora citó como ejemplos el abuso verbal, a los gritos, las humillaciones, discriminaciones, exclusiones de eventos, la falta de diálogo, el hecho de no darle trabajo a un empleado o mandarlo a fotocopiar cuando es una persona calificada para realizar otro tipo de tareas, o ponerlo en un sótano o en un lugar donde no hay ventanas. “Todos estos ejemplos no implican agresiones de índole física pero son comportamientos de maltratos de violencia laboral”, puntualizó.

Además, explicó que hay otras categorías dentro de la violencia laboral y de los comportamientos psicológicos que tienen que ver con procesos de acoso. “Estos siempre significan persecución y son actitudes repetidas en el tiempo, que si uno las puede considerar individualmente a la vista pueden no parecer importantes, pero si a la persona se la está persiguiendo constantemente el tema es otro”, aclaró.

En el acoso sexual, que también está dentro de la categoría de violencia psicológica,“lo que busca el acosador es obtener los favores sexuales de sus víctimas”, mientras que en “el acoso psicológico lo que se busca es sacar a la persona de la organización del trabajo, excluirla, que se vaya, que renuncie, ya sea por la vía de la licencia o por enfermedad, porque la gente se termina enfermando”.

Asimismo, la abogada señaló que en el campo médico esta patología no es tratada como tal. Cuando la gente se empieza a sentir “muy mal busca ayuda en un psicólogo, psiquiatra o médico porque está teniendo manifestaciones psicosomáticas, pero si los médicos y los profesionales de la salud mental no saben de qué estamos hablando no encuentran la razón de esos males porque tienen que ser personas que conozcan que la violencia genera este tipo de consecuencias en la salud”, afirmó.

La presidenta de la fundación, que está ubicada en el barrio porteño de Congreso, explicó el proceso que desencadena la violencia laboral y dijo que este puede llegar hasta afectar la carrera a algún profesional. “Si empiezan con licencias psiquiátricas o una depresión esto le puede generar una estigmatización hasta en el trabajo o afectar una carrera”, así como también “disminuir la empleabilidad de una persona, porque cuando la persona empieza a experimentar ese deterioro comete errores, se siente disminuida, por eso esto es tan importante”, indicó Barbado.

La fundación “pretende que la sociedad conozca el concepto de violencia psicológica laboral y se entere de que existe jurisprudencia al respecto que puede ayudarla, y que entienda que muchos de sus problemas de salud están generados por comportamientos dañinos sufridos en su ambiente de trabajo”, remarcó Barbado, quien también es miembro del Consejo Consultivo de la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo de la Nación..

Para llegar a la masa social esta institución realiza, entre otras actividades, talleres gratuitos en universidades y centros educativos, donde explican el concepto de violencia psicológica laboral, quiénes o quién cumple el rol de víctima o victimario, además de demostrarle a la gente “que no son ellos los que generaron el problema laboral”.

De cualquier forma, la directora de la Fundación Magna marcó límites. “El mobbing es un procedimiento de persecución. Es gritarle sistemáticamente a alguien. Es como cuando alguien ve que lo tienen de punto y lo vuelven loco. Que tengas un jefe que un día está de mal humor y te grita no es_ mobbing_, es un conflicto”, aclaró.

Barbado, quien también es docente universitaria, aclaró que la gente que padece esta dolencia psicológica no debe ir a la Fundación, ya que no tratan con los afectados directamente, sino que se ocupan de la difusión, prevención y concientización del tema. Pero se puede realizar consultas por correo electrónico o concurrir a la Oficina de Asesoramiento sobre Violencia Laboral del Ministerio, en Leandro N. Alem 650, Capital Federal.

Cómo contactarse:

Fundación Magna
fmagna@speedy.com.ar

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