Instantáneas de libertad en un espacio de reclusión

Un grupo de mujeres privadas de su libertad editaron un libro con fotografías que tomaron utilizando cámaras fabricadas por ellas mismas. «El espacio es fundamental para que la gente de afuera conozca la realidad» de quienes viven en penales, dijo la coordinadora del proyecto.

Juan Relmucao

Lomas de Zamora, julio 2 (AUNO).- La cuestión es “que las chicas puedan transmitir una sensación de libertad”, definió la fotógrafa Alejandra Marín sobre “Luz en la piel”, un libro de imágenes tomadas por mujeres presas en el penal de Ezeiza que participaron entre 2008 y 2012 del taller de fotografía de Yo No Fui (YNF), una organización social que impulsa la inclusión y el desarrollo artístico de personas privadas de su libertad.

La obra, editada por la asociación civil de manera artesanal, reúne 41 fotos que fueron tomadas y reveladas en el penal por las alumnas, que utilizaron cámaras estenopeicas para retratarse a ellas mismas y al espacio que las rodeaba.

La coordinadora de “Luz en la piel”, Alejandra Marín, consideró ante AUNO que “el taller le transmite a las chicas una sensación de libertad, de poder reflejar lo que les pasa y lo que sienten”, y sostuvo que “el espacio es fundamental para que puedan expresarse y para que la gente de afuera conozca la realidad de ellas contada desde su punto de vista”.

En relación al tipo de cámaras utilizadas, Marín explicó que “las estenopeicas no tienen lente, están construidas por uno mismo y hechas con objetos reciclados, como cartón o lata cuya lente es reemplazado por un estenopo, un pequeño agujero”.

La docente explicó que se decidieron a trabajar con estos dispositivos “para que las mujeres participaran de todo el proceso fotográfico, no sólo de la toma de la imagen sino de la construcción misma de la cámara y del revelado”.

En este sentido, consideró que con estas cámaras “se entiende desde otro lado la fotografía porque se vuelve algo mas íntimo”.

Además, destacó que “la toma de la imagen es mucho más reflexiva porque con las estenopeicas sólo se puede sacar una foto y, al hacer menos cantidad de imágenes, hay una reflexión que no existe con una digital, que permite sacar miles de fotografías”.

Por último, contó que los ejemplares “son encuadernados de manera artesanal por las alumnas del taller de encuadernación” y que “se consiguen a través de la página web de Yo No Fui o de su perfil en Facebook”.

Acerca del origen de YNF, la organización comenzó en 2002 como un taller de poesía coordinado por su fundadora, María Medrano, quien había sido convocada para dirigir el espacio por ser una poeta amiga de una de las internas del penal.

Sobre este comienzo, Medrano le contó a AUNO que “si bien en el primer año el taller funcionó en la Unidad 3, a partir de 2003 se organizó en la Unidad 31”. “Gracias al vínculo fuerte que hubo con las internas y como ellas no querían dejar el taller al salir en libertad, continuamos las actividades afuera”.

Establecida como asociación civil en 2007, YNF diversificó poco a poco las disciplinas practicadas en sus talleres y, además de fotografía, poesía, y dibujo, hoy cuenta con espacios de carpintería, serigrafía, periodismo, producción textil” y otros oficios.

“Yo No Fui funciona como un puente entre el adentro y el afuera y busca, entre otros objetivos, abrir la mirada para que las cárceles sean tomadas como una parte de la sociedad y las personas privadas de la libertad no sean estigmatizadas ni olvidadas”, concluyó Medrano.

JR-AFD
AUNO-02-07-13

Un comentario en «Instantáneas de libertad en un espacio de reclusión»

  • muy buena nota,me encanta q yo no fui y la gente estén en contacto,para q sepan todo lo q puede hacer una mujer privada de su libertad,solo hay q darles la oportunidad y él q este libre de pecado q tire la primera piedra.

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