El ex ministro de Salud Ginés González García hizo un balance de las políticas sanitarias durante los primeros tres a años de la gestión de Mauricio Macri y remarcó que el área “no significa ninguna prioridad” para el Gobierno.
La salud fue uno de los sectores que sufrió más recortes y hasta se degradó a Secretaría al Ministerio. En diálogo con AUNO, el titular de la cartera de Salud durante la presidencia de Néstor Kirchner criticó la interrupción de los diferentes Programas que se venían implementando y alertó que la “crisis se profundizará en los próximos meses”.
¿Qué balance hace de las políticas de salud en los primeros tres años de macrismo?
El balance es espantoso. No hicieron nada de lo poco que dijeron que iban a hacer y destruyeron programas que venían desde hacía muchísimos años, que estaban aprobados y probados por la Nación y las provincias. Estoy hablando del Remediar; de Salud Sexual y Reproductiva; lo que pasó finalmente con vacunas —al punto que pospusieron una de las dosis de meningococo por faltantes— y el Programa de Equipos Comunitarios. Es un proceso de destrucción pocas veces visto. Es la única vez, en la época moderna, que año a año desde que empezó un Gobierno se disminuye porcentualmente la proporción de salud en el presupuesto nacional. Y además como si eso no fuera poco, el corolario fue devaluar el Ministerio y transformarlo en una secretaría. Es decir, le dan todas las señales al pueblo argentino de que la salud no significa ninguna prioridad.
El estado presente en todas las políticas es el principal instrumento para sacar a los pibes de la pobreza
— Gines GonzalezGarcia (@ginesggarcia) 6 de diciembre de 2018
¿Qué significó la degradación del ministerio en términos simbólicos y reales?
Primero es una devaluación para todos los que estamos en el sector porque dice que la salud no es importante para el Gobierno nacional y que las provincias y los municipios deben hacerse cargo como pueden. En segundo lugar, obviamente le quita jerarquía en sus decisiones, al punto tal que pertenece a otro ministerio. Es tan increíble lo que hicieron que además de irracionales, tampoco son hábiles, son tontos o desconocen reglas básicas de la administración.
Por ejemplo: la excusa es que querían ahorrar, pero estamos hablando de un Gobierno que dilapidó dinero en la creación de cinco nuevos ministerios cuando empezó y luego creó innumerables secretarías y cargos para todos sus amigos. Y terminan diciendo que le bajan la categoría por un ahorro.* No sólo no ahorran nada sino que gastan igual o más que antes*. Porque al que era ministro no le dan la categoría de secretario de Estado, o sea no lo bajan, y hacen un nuevo cargo que se llama secretario de Gobierno, que es más o menos lo que ganaba y era antes. Además, se dan cuenta de que el Ministerio del cual depende —Desarrollo Social— no puede firmar todo lo que te tiene que firmar, entonces hacen una resolución que establece que el secretario de Gobierno de Salud firma como si fuera ministro (risas). Con lo cual es todo marketing e imagen. En lugar de haber una política sanitaria que se nutra de las ideas de (Arturo) Oñativia o (Ramón) Carrillo, esta gente se nutre de las ideas de Durán Barba para la parte sanitaria. Y para otras también.
En estos tres años hubo dos ministros, ¿hubo alguna diferencia con el cambio de titularidad?
El primer ministro (Jorge Lemus) fue un bochorno para la Argentina a nivel nacional e internacional. Este ministro obviamente tiene más reconocimiento. Pero los ministros no se juzgan por cuánto conocimiento tienen sino por su gestión. Y la verdad que la salud siguió deteriorándose y además no le dieron jerarquía a su función. Más allá de las virtudes personales de (Adolfo) Rubinstein los resultados son pésimos también.
¿Cómo es la relación de la salud con los procesos devaluatorios e inflacionarios?
Una devaluación genera inflación y cuando uno tiene un proceso inflacionario como el que tiene hoy la Argentina claramente el sector se ve afectado. El sistema de las obras sociales se alimenta de los sueldos y la inflación prácticamente ha duplicado a los sueldos, lo que significa que en términos relativos hay menos aportes para la salud. Además, La salud acá y en el mundo es más inflacionaria que el resto de los sectores. Los precios están atados al dólar, por los laboratorios extranjeros o por muchos de los insumos que no se producen aquí. De manera tal que ha sido un golpe muy duro. Es parte de la crisis que tenemos y que lamentablemente, si sigue el Gobierno sin actuar, va a profundizarse durante los próximos meses.
GS-AFG
AUNO 09-12-2018