El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, recorrerá mañana, junto a su par bonaerense, Edgardo Binstock, las instalaciones del “Pozo de Banfield”, en medio del conflicto con organizaciones de derechos humanos que critican el traspaso del centro de detención de la última dictadura militar a manos del Gobierno provincial.
Al terminar la visita los funcionarios brindarán una conferencia de prensa en la que se anunciará el cierre definitivo del ex centro de detención y su posterior traspaso a órbita de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, con el fin de convertirlo en un Museo y Casa de la Memoria.
En respuesta a esta iniciativa, la Multisectorial “Chau Pozo” y organismos defensores de los derechos humanos convocarán a una marcha para este jueves hacia el ex centro de detención ubicado en Banfield Oeste, a 30 años de la Noche de los Lápices.
“Chau Pozo” se movilizó varias veces en los últimos tiempos para pedir el cierre definitivo del “Pozo de Banfield”.
Con el mismo fin, el 24 de marzo pasado, al cumplirse 30 años del golpe militar, el Concejo Deliberante de Lomas aprobó un proyecto en el que se pedía al Gobierno provincial la desocupación de las instalaciones.
Finalmente, el Gobierno bonaerense accedió al pedido y a través de un decreto transfirió el edificio a la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos provincial con el fin de que sea utilizado como un “Espacio para la Memoria, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos”.
La Multisectorial se opone a esta determinación, razón por la cual presentó un escrito en el Ministerio de Justicia provincial exigiendo la entrega del lugar y explicó su propuesta sobre las funciones que debería tener el edificio porque considera que el ex centro de detención “no debe transformarse en una dependencia del gobierno, ni quedar en manos de grupos oficialistas”.
“No permitiremos que la memoria de quienes fueron secuestrados en el Pozo de Banfield sea utilizada como intentan hacer con el museo de la ESMA”, afirmó ese nucleamiento en un comunicado.
Durante la última dictadura militar el “Pozo de Banfield” funcionó como un centro clandestino de detención en el cual se albergaba a las detenidas durante sus últimos meses de embarazo. Una vez llegada la democracia, se instaló allí una dependencia de la Dirección de Homicidios de la Policía bonaerense.
Testimonios de los sobrevivientes indicaron que entre los represores que pasaron por allí estaban el oficial médico Jorge Antonio Bergez, el Comisario General Miguel Etchecolatz, el general Otto Paladino y Aníbal Gordon.
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