Lomas de Zamora, abril 13 (AUNO) – El escritor uruguayo Eduardo Galeano murió este lunes a los 74 años mientras estaba internado en un sanatorio de Montevideo a raíz de un cáncer de pulmón.
Es el escritor, periodista e historiador del continente que trascendió su nativo Uruguay con una obra clave (y otras) como es Las venas abiertas de América Latina, con la que logró abrir una compuerta contra los vencedores que escribieron la historia de aquí y de más allá.
Antes de ser un famoso escritor (en septiembre iba a cumplir 75 años), había sido obrero de plantas fabriles, bancario y dibujante, entre otros oficios. Traducido a veintena de idiomas, aquel texto dado a luz en el alba de los setentas no es un clásico rioplatense, sino de Occidente.
La última aparición pública del escritor tuvo lugar a fines de febrero último en ocasión de recibir en Montevideo al presidente de Bolivia, Evo Morales.
Entre sus libros menos conocidos figuran Los días siguientes (1963), Guatemala país ocupado (1967), Vagabundo (1973), la novela La canción de nosotros (1975), El descubrimiento de América Latina que no fue (1986) y El tigre azul_(1998), entre otros.
Tal vez la trilogía Memoria del fuego (1982-1986) constituya una revisión de la historia de América Latina. Galeano no podía dejar de incursionar por la novelística vinculada a las dictaduras del continente y por eso escribió Días y noches de amor y de guerra, una escritura del exilio.
En 2011, recibió en Argentina la distinción Deodoro Roca (uno de los líderes de la Reforma del 18) y este año publicó Mujeres. Antología.
Historia de un título
El título de su más publicitada y leída obra proviene de una fuente insospechada. No pocas veces, periodistas y escritores (o personas que reúnen ambas prácticas) ocultan el origen del título o subtítulos de muchos de sus escritos o lo mencionan en algún reportaje fruto de una pregunta específica.
Esas deudas suelen están diseminadas por obras de la Antigüedad clásica, de la Edad Media o de etapas más recientes: prosas o poesías; otras están relacionadas con cuestiones más reciente y que se vinculan con el tema a abordar.
Manuel Ugarte publicó en Madrid (1924) un libro que tituló Patria Grande, para el cual seleccionó las páginas más significativas entre los innumerables estudios, artículos y manifiestos lanzados al azar de la lucha sostenida durante veinte años alrededor de un ideal, cuyo propósito era dilucidar a un tema.
El primer texto del libro es una ‘Carta abierta al presidente de los Estados Unidos’, Thomas Woodrow Wilson, fechada en 1913.
Ugarte escribe allí que “(…) No quiero insistir sobre el asunto, ni citar casos concretos (sobre el intervencionismo político y militar de los Estados Unidos en América Latina), porque esta no es una carta de lucha, sino un gesto de reconciliación; pero nuestra América tiene grandes heridas abiertas”. El mismo Galeano, por otra parte, da otras pistas sobre el título del libro.
En Las venas abiertas(Buenos Aires, Catálogo, 2005, p.15), asegura: “Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Este ya no es el reino de las maravillas donde la realidad derrotaba a la fábula y la imaginación era humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las montañas de plata. Pero la región sigue trabajando de sirvienta”.
Escribe después que América Latina “continúa existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente y reserva del petróleo y el hierro; el cobre y la carne; las frutas y el café, las materias primas y los alimentos con destino a los países ricos que ganan, consumiéndolos, mucho más de lo que América Latina gana produciéndolos”.
AUNO 13-04-15
HRC-MFV