Lomas de Zamora, abril 2 (AUNO).- Cuando se juega un clásico, se habla de ese partido que todos los hinchas esperan a lo largo del campeonato. De un encuentro que nadie quiere, ni sabe perder, ya que se pone en juego todo. Por sobre todas las cosas, el honor del barrio.
Aunque en este caso, el clásico entre Lanús y Banfield, no se habla de una ‘pica’ surgida por la cercanía en la ubicación de los clubes, como es la mayoría de los casos, sino que se trata de un clásico conformado en los últimos 25 años por cuestiones más relacionadas a lo deportivo.
Se trata de un duelo que históricamente fue una fecha más del calendario, con dos hinchadas que mantenían una buena relación, pero que a partir de comienzos de la década del 90 comenzaron a alimentar su rivalidad por los constantes cruces que ambos equipos protagonizaron en Primera División.
Ambas instituciones empezaron a verse las caras de forma sostenida en esta época, mientras sus clásicos rivales, Los Andes y Talleres de Remedios de Escalada, sus adversarios barriales, naufragaron en otras categorías, con un andar desparejo, casi siempre en el Ascenso, lo que hizo que las nuevas generaciones de hinchas encontraran mayor identidad en esta rivalidad.
En el historial entre Banfield y Lanús, el mote de “padre” es llevado por la gente del ‘Taladro’, ya que su equipo mantiene una diferencia de ocho partidos a favor por sobre el ‘Granate’ respecto a lo que son los duelos disputados en Primera División.
Banfield ganó 32 partidos contra 24 victorias de Lanús, con un dominio controlado a lo largo de los años por el ‘Taladro’, que en el Metropolitano de 1972 y en el Clausura de 1994 logró sacar su máxima diferencia en el historial, que fue de 14 encuentros a favor.
Pero la historia se modificó bastante en los últimos años, y pese a que Banfield hasta el presente mantiene su paternidad en el clásico, Lanús consiguió ganar seis de los últimos siete enfrentamientos, con una marcada diferencia a favor del ‘Granate’ no solo en los duelos entre sí, sino también en las campañas deportivas y en el manejo institucional.
El Apertura 2011 es el campeonato en donde comenzó la notable racha positiva para Lanús, cada vez más afianzado y protagonista de campeonatos locales e internacionales, que coincidió con el declive de Banfield, golpeado por una mala administración, tanto en lo económico como en lo deportivo, que llevaron al club a perder la categoría sobre el final de esa misma temporada.
Mientras Lanús ganó desde este punto en el tiempo cuatro títulos (Copa Sudamericana, Torneo de Primera División, Copa Bicentenario y Supercopa Argentina), Banfield tardó dos años en regresar a Primera y aunque volvió a hacer buenas campañas, se encontró en el último tiempo con un ‘Granate’ encendido, en el mejor momento de su historia y con un plantel de altísima jerarquía.
Entre los duelos más recordados para ambas instituciones en La Fortaleza, para Lanús están la goleada por 4 a 0 en el Clausura de 1996 y el último clásico en 2016, con triunfo por 2 a 0 para el local, que encaminaría al equipo de Jorge Almirón al título.
El 4-0 del Clausura 96
*La última sonrisa del “Granate”
Por su parte, las victorias más recordadas en los tiempos modernos para Banfield como visitante son el 5 a 0 del Torneo Clausura 2008 —la máxima diferencia en la historia de los clásicos— y el duelo del Apertura 2009, en donde Banfield ganó por 2 a 1 y ese mismo torneo saldría campeón por primera vez en el profesionalismo.
El 5-0 del Clausura 2008
El 2-1 del Apertura 2009
Para este domingo, Banfield llegará un poco mejor que Lanús, que viene con tres derrotas consecutivas en el campeonato local. Pero a su vez, el ‘Granate’ cuenta con un plantel que viene de ganar tres títulos el año anterior y que confía en retomar la senda del triunfo. Habrá que esperar a ver quién logra imponer su plan de juego, para así quedarse con una nueva edición del Clásico del Sur.
AUNO 02-04-17
MDC-MFV