La dirigencia de Los Andes prioriza el armado de un nuevo proyecto para manejar las divisiones inferiores del club, ya que la empresa que se encargaba del fútbol amateur terminó su contrato en agosto de 2007.
Asimismo, la idea de la Comisión Directiva es poder llevar adelante una serie de cambios que permita darles más posibilidades y ayuda a los jóvenes, tanto en lo futbolístico como en lo humano.
La gerenciadora Mil Rayitas S.A, cuyo titular es Marcelo Ballestrini, había firmado un convenio con la institución en 2002, mientras transcurría la presidencia de Hugo Van Schilt. Entonces, el club del Sur del Gran Buenos Aires se vio obligado tercerizar su cantera, ya que no contaba con los recursos necesarios para administrar la actividad.
Casi seis años después la situación parece no haber cambiado. Así lo confirmó el presidente de la entidad, Jorge Chizzini, que aseguró que “Los Andes no puede encargarse por sí solo de las inferiores”.
Por estos días, la Comisión Directiva estudia los pasos a seguir, ya que analiza la posibilidad de prorrogar el vínculo con Mil Rayitas S.A. o bien buscar una nueva empresa que esté interesados en tomar el control del fútbol amateur.
“Sea la empresa que maneja Ballestrini o cualquier otra, Los Andes sí o sí necesita que el fútbol amateur sea manejado por una gerenciadora, ya que nuestras posibilidades financieras no permiten que Los Andes, por sí solo, pueda encargarse de las divisiones inferiores”, explicó Chizzini en diálogo con la Agencia Universitaria Noticias y Opinión.
Y explicó: “Queremos sumar al grupo de trabajo a un psicólogo y un nutricionista para porder ayudar a los chicos que sufren algún tipo de trastorno, tanto alimentarios como psicológicos. Obviamente no vamos a poder resolver los problemas de los 300 chicos que están en el club, pero en un tiempo no muy lejano espero que si podamos hacerlo”.
A las divisiones inferiores no se las puede perder de vista, ya que es el área más importante que tiene un club para poder capitalizarse económicamente. En lo futbolístico, además, el buen trabajo en la cantera permite armar una base interesante de jugadores sin necesitar traer refuerzos.
El búnker del fútbol amateur de Los Andes es el polideportivo de Villa Albertina, que funciona desde 1999. Hasta entonces, las promesas del ‘Milrayitas’ debían trasladarse de un lado a otro, como si fueran nómades, para poder prepararse.
Luego una larga lucha para conseguir un espacio verde que sirviera como predio de entrenamiento, el club –con Alfredo Hajnsek como presidente– firmó un convenio con el entonces intendente de Lomas de Zamora, Bruno Tavano, que le cedió unas hectáreas del popular balneario de Villa Albertina.
Con menos de diez años de existencia, el club todavía tiene que invertir en infraestructura para acondicionar el lugar. Sin embargo, la prioridad por estas horas pasa por definir con celeridad un nuevo proyecto con el fin de apuntalar el trabajo de las categorías menores.
Respecto de las obras para mejorar las instalaciones, el dirigente sostuvo: “Cuando habló de un nuevo proyecto también me refiero a buscar un mejoramiento en el predio. Los planes se retrasaron por el anegamiento de las canchas y por la construcción de un desagüe que sirva para prevenir inundaciones”.
Y agregó: “Teníamos la idea de construir dos canchas para el 15 de enero, para poder contrarrestar las dos pérdidas que tuvimos. Pero esto fue imposible porque no nos dieron los tiempos, ya que el arquitecto que se encarga del desagüe se va a hacer cargo de la construcción de los campos de juegos. Además, todo se complicó porque se necesitan las mismas maquinas”.
Por su parte, el director técnico de Los Andes, Alberto Pascutti, como responsable de fútbol profesional y conocedor de las situaciones por las que tienen que afrontar las instituciones del ascenso, enfatizó que “es muy difícil conseguir recursos” para poder encarar proyectos similares a los de los entidades de Primera División.
“Los dirigentes han hecho un gran esfuerzo en las inferiores. Pudieron conseguir un gimnasio para los jóvenes en Villa Albertina. También se mejoraron las canchas… Se va haciendo de a poco todo lo que se puede. No nos olvidemos que en las categorías del ascenso es muy difícil conseguir recursos para financiar este área”, afirmó Pascutti en declaraciones a AUNO.
En ese sentido, sugirió que el club y la empresa que tome las riendas del fútbol amateur tendrían que buscar la forma para “mejorar la infraestructura”.
“Hay mucho por hacer desde el punto de vista de la infraestructura… Pero esto no se hace de un día para otro. Esto se hace con tiempo. Y yo creo que lo van a lograr porque el club está siendo manejado por personas muy serias”, argumentó el entrenador, reconocido por su hábito de incorporar valores de las inferiores en el primer equipo.
Al igual que Pascutti, la gestión de Chizzini se caracterizó por propulsar la política de promocionar jóvenes formados en las inferiores para que tengan la posibilidad de llegar a Primera, algo que no sucedía en el club desde hace varios años.
Los resultados están a la vista : el club promovió varios jóvenes entre los que se encuentran Jonatan y Matias Maidana, ambos jugadores de Boca Juniors; Jonatan Tridente, que tuvo un paso fugaz por el fútbol europeo, y Nicolás Martínez, premiado un mes atrás como el juvenil revelación de la Primera B Metropolitana.
AUNO 19-01-08 MM-MFV