Después de haber asumido este sábado la presidencia de la União Nacional dos Estudantes (UNE), Iago Montalvão, afirmó que el gobierno de Jair Bolsonaro apuesta por una “transformación de la educación brasileña; de su Ministerio de Educación y de todas las herramientas gubernamentales para direccionarlas como herramientas ideológicas para servir a un proyecto autoritario”.
“El gobierno recortó en un 30 por ciento los fondos de las universidades que son direccionadas para energía; limpieza; agua; material de laboratorio; construcción, lo que provoca es que las universidades estén parando, se estén quedando sin condiciones de continuar en sus actividades. Es una situación muy grave”, detalló el titular de UNE.
Entre los puntos más conflictivos, el flamante presidente y estudiante de la Universidad de Sao Paulo, detalló que el gobierno presentó un proyecto que “pretende ampliar el financiamiento privado en las universidades públicas; facilitar y flexibilizar el dinero de los empresarios, accionistas y mercados financieros”.
“Aunque el gobierno diga que no van a privatizar lo están haciendo porque inclusive intentan colocar asociaciones privadas para regir en las universidades como un espacio de gestión que buscan competir con las rectorías. Entonces, en la práctica es eso: competir con las rectorías”, precisó Montalvão.
En referencia al rol que hoy encuentra el colectivo universitario en el país vecino, Montalvão aseguró que “el gobierno los posicionó como enemigos”, y rememoró los “múltiples ataques absurdos y sin sentido” por parte del oficialismo: “El propio presidente llegó a llamarnos “idiotas útiles”, y el ministro (Abraham Weintraub) por ejemplo, dijo que las universidades públicas no son serias, sólo molestan; son desordenadas”.
Con los antecedentes más próximos de las convocatorias realizadas el 15 y 30 de mayo, está última que logró reunir alrededor de 1,5 millones de participantes y replicancia en 107 ciudades, el #TsunamidaEducação vuelve a convocarse para una tercera huelga este 13 de agosto.
Para el presidente de UNE, lo que se busca es que “demostrar fuerza y dar un mensaje al gobierno, presionar para que tomen alguna medida para salvar a nuestra universidad”.
Al momento de hacer un revisionismo, Montalvao precisó que el contexto actual es similar al de la década del 90 cuando se vivía una coyuntura de “políticas neoliberales presente en la región”.
“Algunas semanas atrás vimos como la Universidad Federal de Mato Grosso estuvo un día sin energía, porque no consiguieron pagar el servicio por falta de dinero. La última vez que las universidades brasileñas atravesaron esta situación fue durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso”, enfatizó.
Fotografía: União Nacional dos Estudantes
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