Por Sofía Grinberg
La emblemática casa de comidas típicas argentinas de Zona Sur cumple 25 años desde que abrió las puertas de su primer local en la localidad de Adrogué el 9 de julio de 1998, una fecha representativa para celebrar la Independencia con sus recetas traídas de Tucumán: la empanada de carne de la abuela Maruja y el locro del abuelo Pepe.
Tras el fallecimiento de Pepe, la familia -compuesta por la abuela, su hija Mary y los nietos Javier y Mariela- empezó a producir y vender empanadas tucumanas desde su casa en el barrio de Adrogué, negocio que mantuvieron por 13 años hasta que lograron abrir el primer local.
Su producto estrella es la empanada de carne suave cortada a cuchillo al horno, acompañado por la de carne picante frita, que deslumbra por la intensidad del sabor en su jugoso relleno abrazado por una masa casera crocante y dorada proveniente de los bollitos que amasaba la abuela Maruja a mano con el palote.
Además, son el único restaurante de la zona que ofrece las tradicionales humitas y tamales en chala, dos platos típicos del recetario del noroeste argentino y otros países de Latinoamérica, hechos a base de choclo y harina de maíz, respectivamente.
“La receta sigue siendo la misma desde el primer día”, cuenta Juliana Di Francesca, encargada general del local desde hace más de 20 años, quien le atribuye el éxito del negocio al cuidado que le prestan los dueños y dueñas a la calidad de las empanadas en cada paso del proceso -al relleno, al tamaño, a la cocción- y a la atención del personal y el ambiente en cada sucursal.
Di Francesca empezó a trabajar en 1999 como moza en la sucursal de Adrogué, en Seguí y Uriburu, a pocos meses de su inauguración, y con los años y la experiencia pasó a ser la encargada general de producción y distribución de las empanadas y demás productos que se fabrican en la planta, ubicada en Temperley, y también una más de la familia.
Actualmente, Las Empanadas de la Abuela cuenta con más de 40 empleados en locales en Canning, Monte Grande, Adrogué, Lomas de Zamora y Banfield, y aunque tuvieron algunas experiencias de franquicias en CABA y la Costa Atlántica, decidieron ser fieles a sus orígenes para respetar los tiempos del producto y asegurar la mejor calidad posible.
Con los años se convirtieron en una parada obligada en el circuito de las empanadas y comidas regionales para los vecinos y vecinas de Lomas de Zamora, Almirante Brown y Esteban Echeverría, al punto de que entre sus clientes habituales se encuentran figuras del deporte y del espectáculo como Axel, Sandra Mihanovich, los hermanos Dolores y Tomás Fonzi, Clemente Rodríguez, el Pupi Zanetti, el Mago Emanuel y el Paz Martínez.
“La abuela falleció el 24 de diciembre del año pasado. A ella le encantaba venir al negocio, hablar con la gente, hablar con los clientes, era súper coqueta, divina y siempre venía y charlaba con todos los empleados que la conocíamos de toda la vida, era un poco la abuela de todos”, recordó Di Francesca.
La abuela Maruja vivió 98 años y dedicó toda su vida a repartir cariño a través de sus sabores y su cálida atención, y cuando hace casi 40 años decidieron en familia que sus delicias merecían ser compartidas con un público más amplio, dejaron su legado en lo que hoy conocemos como Las Empanadas de la Abuela.
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SG-SAM