Lomas de Zamora, septiembre 10 (AUNO)- El ex centro clandestino de detención conocido como Pozo de Banfield se convirtió en un nuevo Espacio para la Memoria, a partir de un convenio firmado por los gobiernos nacional, provincial y municipal, que fue formalizado hoy mediante un acto encabezado por el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, su par bonaerense, Guido ‘Kibo’ Carlotto, y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
La consumación del acuerdo fue en la esquina de Sicialino y Vernet, delante del edificio que albergó a más de 300 secuestrados por los grupos de tareas del Circuito Camps y el Plan Cóndor, hoy con la fachada blanqueada, que intenta disimular las marcas que llevaron durante años a los vecinos a eludir ese cruce.
El encargado de abrir el evento fue Insaurralde, quien aseguró que “el Espacio para la Memoria trae una responsabilidad fundamental, que es que esta historia nunca más suceda” y también estimó que debe existir “una tarea incansable para que las generaciones próximas sigan sabiendo lo que sucedió”.
Las banderas con inscripciones de distintos espacios políticos y una importante cantidad de militantes acompañaron la jornada ventosa en la que se selló una lucha que comenzó hace más de cinco años cuando el Pozo fue declarado Centro para la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Además, estuvieron presentes los nietos restituidos y funcionarios oficialistas Victoria Montenegro y Horacio Pietragalla; los sobrevivientes de la “Noche de los Lápices”, Pablo Díaz y Adriana Calvo; la directora de Derechos Humanos municipal, Coca Lencina; los concejales y consejeros escolares del Frente para la Victoria (FPV); integrantes de la Mesa de Trabajo por el Pozo de Banfield; representantes de Abuelas de Plaza de Mayo; sobrevivientes del ex centro clasndestino.
“La lucha, el valor, el esfuerzo, la perseverancia con la razón y el dolor que mantuvieron en alto las banderas de la memoria, la verdad y la justicia son muy importantes. Todo esto se debe a muchas personas, pero la Mesa de Trabajo del Pozo de Banfield ha hecho un trabajo fundamental. También quiero agradecerle a todas las organizaciones de Derechos Humanos, al Concejo Deliberante y en particular a Vanesa López, y a todos los que han aportado a la visibilización de este espacio”, señaló el intendente local.
Mientras que recordó que “fue Néstor Kirchner el que convirtió todas estas reivindicaciones en una política de Estado”.
Entre los actores que aportaron a la recuperación del Pozo de Banfield, el más destacado fue la Mesa de Trabajo que reúne a militantes de los Derechos Humanos, quienes desde allí siempre impulsaron las iniciativas para lograr la reapertura del lugar.
Tras Insaurralde, quien ocupó el micrófono sobre el pequeño escenario montado fue Noemí ‘Mimí’ Di Gianni, sobreviviente del Pozo, quien recorrió distintos aspectos de esos años “oscuros”.
“Estamos hoy acá para que la luz, la vida, que los derechos de todas y todos, que toda esta construcción colectiva que venimos orquestando desde el inicio de esta etapa nacional, popular y democrática se haga carne en todos nosotros. Necesitamos que Lomas llene sus huecos de memoria, que tenga la verdad completa de lo que padecieron miles de compañeros. Necesitamos que sean juzgados los responsables civiles, militares, eclesiásticos y económicos para que todos los jóvenes conozcan que aquí no hay impunidad. Todos tenemos que hacer de la memoria colectiva, la verdad para alcanzar la justicia”, sostuvo.
Paradójicamente, como una interpelación sagaz a ese pasado de temor y terror, Di Gianni vio interrumpida su alocución por un grito de aliento de su pequeño nieto, aplaudido por todos los presentes.
En tanto que, en nombre de Abuelas de Plaza de Mayo, el nieto recuperado Leonardo Fossati estimó que “es una gran responsabilidad de todos llenar de contenido este lugar y dar a conocer qué es lo que sucedió acá”.
Con la emoción latente en los ojos de los sobrevivientes y familiares de desaparecidos, Guido Carlotto evidenció una ligazón con el sitio que funcionó como lugar de torturas y detenciones clandestinas desde antes de 1976 hasta fines de 1978.
“El Pozo de Banfield significa mucho para mí porque acá estuvieron mis compañeros de la Unión de Estudiantes Secundarios. Este lugar es para que todo el pueblo pase por aquí y sepa que esto no puede pasar nunca más. Me honra haber llegado como secretario de Derechos Humanos bonaerense a este día para firmar este convenio”, afirmó.
Asimismo, coló en su relato algunas declaraciones de campaña a poco más de un mes de los comicios generales que definirá al futuro presidente: “Es importante la profundización de este modelo para mantener la política de Derechos Humanos”, aseveró.
El cierre fue responsabilidad de Martín Fresneda, quien también lanzó guiños de coyuntura política, a la vez que resaltó que los militantes de los Derechos Humanos “han hecho de la memoria una forma de vivir la vida y hoy en todos los rincones donde hubo horror, hoy hay militantes y hay vida”.
“Lo que pasó acá, pasó en todo el país y en los países hermanos, con el Plan Cóndor. Hubo tanto sufrimiento y el sufrimiento y el dolor de nadie puede ser en vano en un país democrático que esté a luchar por los que no están y por las nuevas generaciones y el futuro de una patria soberana”, concluyó.
En el “Pozo de Banfield” tuvo sede durante la última dictadura la Brigada de Homicidios y las direcciones de Seguridad, Investigaciones e Inteligencia de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
En el convenio que fue formalizado hoy también se prevé la creación de una Comisión Interjurisdiccional que se aboque en las tareas de recuperación, resguardo, preservación y transmisión de los hechos ocurridos durante el terrorismo de Estado en ese lugar.
AUNO 10-09-2015
MR-AFG