El periodista y escritor Gustavo Campana presentó en Lomas de Zamora su último libro Recuerdos del peronismo. Desde Trabajo y Previsión hasta los fusilamientos (Colihue, 2019) que recopila archivos históricos del país desde 1943 hasta 1956, a partir del material de su ex programa de radio ‘Funes, el memorioso’. “Ni el neoliberalismo ni el campo nacional y popular son nuevos. En verdad son dos clásicos en disputa en el marco de una batalla que está inconclusa”, aseguró a AUNO tras la charla abierta que brindó en el Ateneo Néstor Kirchner.
Desde el cruce de Los Andes del General José De San Martín hasta las causas de la familia Macri con la justicia, Campana repasó más de doscientos años de historia de nuestro país y remarcó la diferenciación entre aquellos que lucharon por establecer un “campo nacional y popular” frente a las políticas de otros sectores vinculados con la derecha argentina.
Una vez finalizado el encuentro, luego de entonar la marcha peronista y firmar decenas de libros, el periodista y co conductor de La mañana con Víctor Hugo habló a solas con AUNO sobre el proceso de escribir el libro, el valor de conocer la historia, y las búsquedas que considera que deben hacerse.
¿Cómo fue el proceso de llevar lo radiofónico a lo literario?
Los programas de Funes tienen un guión, entonces la gran aventura fue trasladar al texto todas las piezas de archivo. Hay una transcripción más o menos literal, y lo que intentamos es que esté todo. Funes es como repasar el pasado y a su vez documentarlo, en donde la pieza de archivo tiene que convertirse en un dato literario. La idea es que este sea el primero de varios. El segundo libro, que estimamos saldrá el año que viene, irá de la Revolución Libertadora al Cordobazo.
¿Cómo ha sido el proceso de recolectar tantos archivos históricos desde el comienzo de Funes?
Eso lleva tantos años como los que tengo de periodista que son 38. En 1981 cuando empiezo a laburar siento que hay un punto de partida, a lo largo de estos fuimos archivando piezas claves y, la verdad, para mí eso fue fundamental. No es el único camino, pero es muy importante, porque cuando te metés en el archivo se van terminando todos los secretos. Para mí es un arma, pero no para que el archivo sea una piecita de trato viejo en la terraza, sino que es el ladrillo con el que vas construyendo día a día el futuro.
Durante la charla se habló de más de doscientos años de historia argentina… ¿Qué valor le das al repaso de nuestra historia en estos tiempos?
Ni el neoliberalismo ni el campo nacional y popular son nuevos. En verdad son dos clásicos en disputa en el marco de una batalla que está inconclusa, desde la primera hasta la última. Esto es ganar, perder, marcha, contramarcha, revolución, contrarrevolución. Entonces en la historia nos vivimos reflejando todo el tiempo.
Siempre se dice que la historia es como un capricho circular y siempre volvemos al punto de origen, pero en realidad estamos en el mismo punto porque la historia está inconclusa, así que nosotros peleamos por los mismos derechos que pelearon nuestros abuelos, y que seguramente pelearán nuestros nietos.
¿Creés que se volverá a repetir este último proceso en la política argentina?
Quizá nos lleve la vida librar esta batalla, pero hay que estar dispuesto a que este modelo (popular) de país enfrente al modelo de colonia cuantas veces sea necesario. Y a entender que en más de una oportunidad ganamos y le dimos más de un dolor de cabeza al poder real, que cuando se enoja mata, apila cadáveres y banca desapariciones. No hay que olvidar eso jamás, y siempre lo que está en juego es la distribución de la riqueza, que es un sinónimo muy grande para definir la democracia, contra lo que ellos son. Nosotros tomamos la palabra utopía más de una vez, y la convertimos en realidad.
Hablaste de los ‘analfabetos políticos’ citando el concepto de Bertolt Brecht. ¿Cómo se llega a aquella persona?
Los jóvenes tienen que descubrir, los veteranos tienen que recordar y en ese descubrimiento, yo te diría para aquel que no está politizado, que no milita, que está lejano a todo esto, el descubrimiento es transversal a todas las generaciones. Necesitamos que ese tipo descubra, aún no votándote, que labura ocho horas, tiene vacaciones pagas, aguinaldo, indemnización por despido, y que la mujer vota, por el campo nacional y popular. En ese momento, se empieza a ver todo de otra manera: que alguien instaló como un modelo corrupto. A esa persona hay que ir a buscarla y contarle que es parte del campo nacional y popular aunque no lo sepa.
AUNO-15-9-19
MC-SAM