Lomas de Zamora, marzo 22 (AUNO).- “Nos eligieron porque mostramos el universal de la miseria amorosa”, consideró el actor Gabriel Beck, uno de los integrantes de la compañía teatral Provenza, seleccionada para representar al Conurbano sur en el Festival Provincial de Teatro Independiente, que charló con AUNO sobre las experiencias y expectativas del elenco.
La obra tuvo que cruzar el Atlántico dos veces, pero parece haber encontrado su lugar en el mundo en el corazón del Conurbano, donde Beck junto a María Elvira Gómez y Emiliano Dátola lograron, gracias a la combinación de drama y comedia, hacer que el jurado del III Encuentro Regional de Teatro Independiente sienta la misma interpelación que el público.
Más cerca de la angustia urbana que de la leyenda campestre de la otra obra seleccionada, “Ocho veces te dejo”, escrito por Gómez, primero fue concebido como un número de café concert que Beck adaptó en una comedia romántica teatral cuando tuvo que ganarse la vida en un país desconocido.
“Cuando fui a Barcelona el año pasado, le pedí prestado a Elvira el numero de café-concert en el que venía trabajando desde 2006”, recuerda Gabriel. “Pasé ese texto a obra, en España hicimos unas seis funciones y cuando volví empecé a actuarlo con ella. Si mal no entiendo, está basado en algunas experiencias personales puestas en ficción, obviamente, por eso la inspiración es el punto de encuentro y de conflicto de la pareja”.
-¿Por qué creen que el jurado eligió la obra?
-Creo que por cómo mostramos el universal de la miseria amorosa por un lado, y por otro porque es muy cómica. Es una obra en la que ves algo que te puede pasar o te pasó, y además te divierte. En ese sentido creo que el público se copó por ese lado y el que la hayan elegido también. Veía a los jurados matándose de la risa y eso esta bueno, es lo bueno de la comedia, que recibís la respuesta automáticamente.
-¿Con qué expectativas habían llegado al encuentro?
-Este festival es raro, nunca se sabe para qué lado va a ir el jurado. Hay tanta cantidad de obras y tan variadas, que no podes imaginar qué va a pasar. Han ganado obras completamente diferentes: de danza-teatro, títeres, naturalismo, grotesco, clásico. Más allá de ir a La Matanza y lo que suceda ahí, lo que pasó fue muy intenso y no tengo idea de cómo será lo que viene, pero creo que ya está todo un poco pago con lo que vivimos.
-¿Al festival provincial de La Matanza se va con otra mirada, con otra perspectiva?
-Lo que tiene de bueno es que te encontrás con gente que de otra forma no te encontrarías, con gente que hace teatro con otra mirada, que tiene otra realidad no sólo por vivir en un lugar distinto sino porque la realidad del grupo es otra. De repente me he encontrado con compañías de personas de tercera edad que te cuentan cómo hacen teatro, que es absolutamente diferente al de uno y sin embargo es igual de valioso. Si no es por estas oportunidades, no te conectás con ese tipo de cosas.
-Es moneda corriente escuchar que en el teatro independiente hay cada vez más alumnos y menos espectadores. Después de pasar por un festival como el regional, ¿aumenta el público?
–Conozco muchos grupos a los que el festival les ha funcionado para atraer gente, porque el público que vino por una obra en especial terminó viendo el resto y los recomienda. Me pasa que me preguntan por Facebook “¿Dónde hacen la obra ahora? Me la perdí y la quiero ver”. El festival te pone en movimiento. No sé si vas a tener 500 espectadores más pero te hace poner la obra en movimiento, y eso no es un detalle menor. También de un tiempo a esta parte el teatro se ha vuelto más accesible. No lo podés llevar a tu casa como el cine pero se ha vuelto más accesible.
¿Puede ser que una de las trabas que aún existen para atraer público al teatro sea que aún no se logró romper con el viejo tabú de que para ver teatro hay que “saber”, hay que haberlo estudiado o leído?
-El café concert rompe ese tabú porque se abre, baja al público directamente porque, además, como es comedia necesitás que funcione. En cambio, en una obra de teatro, generalmente, es un poco al revés, si la entendés, la entendés y sino andate a tu casa, y ahí es donde el espectador se siente subestimado y no le da tantas ganas de compartirlo. El espectador tiene que abrirse un poquito para poder percibir y el intérprete.
-¿Qué conclusiones sacás de haber participado del festival?
–A veces en el teatro independiente hay mucha gente talentosísima con un montón de ideas buenísimas que no hace porque no tiene la posibilidad de. Y eso me parece una “mentira”. Creo que uno tiene que trabajar con lo que hay. No importa con qué. Si este encuentro se hubiera querido hacer a la perfección, no se hubiera podido hacer. Pero se apostó a hacerlo igual, entonces con la suma de voluntades de gente que trabajó enormemente y con una energía re contra positiva se dio un festival buenísimo en el que terminó pasando lo que pasó, con la convocatoria, con las obras. Si no se hubiera trabajado con lo posible, no hubiera pasado absolutamente nada.
Esa lógica inherente a cualquier proyecto autogestivo fue la que llevó a la compañía teatral Provenza a estar entre las mejores de la provincia y, si vuelve a brillar como lo hizo en las tablas del sur, estará entre los elegidos para participar del Festival Nacional de Teatro Independiente, que tendrá lugar en las alturas jujeñas.
JJR-AFD
AUNO-22-03-14