El Senado aprobó la ley de legalización del aborto seguro y gratuito que fue impulsado por el gobierno de Alberto Fernández y sancionó por unanimidad el Plan de los 1000 Días de cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia.
A través de una sesión histórica de 12 horas que fue seguida por colectivos de mujeres de todo el país, el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) hasta la semana 14 de gestación se impuso por 38 votos afirmativos de senadores oficialistas y opositores, 29 negativos y una abstención.
De esta forma, la ley deja al Gobierno con una de sus promesas de campaña saldada y muestra que el Congreso priorizó esta vez el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, por encima de los mandatos conservadores que frenaron el proyecto hace dos años.
El resultado se mantuvo en suspenso hasta el final, pero la balanza se inclinó luego de la senadora neuquina Lucila Crexell y los senadores Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), y Eduardo Kueider y Sergio Leavy (Frente de Todos) revirtieran su posición “indecisa” aseguraran la aprobación.
Mientras comenzaban los festejos en la madrugada frente al Congreso, integrantes de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito destacaron que se está “viviendo el momento histórico” en que la lucha “se convirtió en ley”.
Al igual que durante el tratamiento en la Cámara de Diputados, la sesión del Senado fue seguida desde los palcos por figuras de la política, entre ellas los ministros de Salud, Ginés González García, y de Mujeres y Diversidades, Elizabeth Gómez Alcorta; la secretaria de Salud, Carla Vizzotti, y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra.
Esta nueva normativa, producto de la larga lucha de las organizaciones feministas, deja a un lado a un Estado que hace 99 años que castigaba con 4 años de cárcel a las mujeres que abortaban y sólo permitía la interrupción de los embarazos en casos de violación o de peligro de vida para la persona gestante.
