El conflicto en Calsa, lejos del acuerdo

La nueva conciliación obligatoria fue rechazada por los trabajadores que hace más de 40 días que acampan frente a la fábrica para que se reincorporen los 60 despedidos. La empresa ofreció devolver el empleo a 40. «No vamos a aflojar», dicen los obreros.

Marina Pandolfi

Lomas de Zamora, junio 3 (AUNO).- Los trabajadores de la fábrica Calsa volvieron a rechazar la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo bonaerense en la que la empresa ofreció reincorporar a 40 despedidos y dar licencia a otros 20, por lo que decidieron continuar con el plan de lucha y el acampe afuera de la fábrica.

Hace más de 40 días que la fábrica de productos para panadería Calsa de Lanús se encuentra totalmente paralizada por sus 230 trabajadores, que piden la reincorporación de 60 de ellos que fueron despedidos, según califica el gremio, “de manera injusta” y “con fines disciplinarios”.

El conflicto se inició en octubre de 2013, cuando uno de los obreros se negó a realizar un trabajo de rutina que involucraba el uso de una máquina que era peligrosa y, como consecuencia, fue despedido. Por medio de huelgas que paralizaron la producción, se consiguió su reincorporación, pero otros siete fueron echados.

Con la huelga como recurso y junto a las conciliaciones obligatorias dictadas por el Ministerio, se lograba que los obreros volvieran a sus puestos, hasta que en marzo de este año 60 fueron despedidos. Allí fue cuando los trabajadores interpretaron que no se trataban de despidos por déficit de ganancias sino de “despidos disciplinarios”, ya que la empresa echó “a los más combativos para generar su propio corral de ganado sumiso”, contó uno de los delegados que prefirió no dar su nombre.

Desde que la fábrica está paralizada y los trabajadores acampan afuera, el Ministerio de Trabajo dictó ocho conciliaciones obligatorias. En las primeras tres, la empresa se negaba a incorporarlos a todos; en las últimas cinco, ofreció reincorporar a 40 con el argumento de que los 20 restantes son “violentos y agresivos”.

Además, la firma emitió un comunicado que sostiene que este conflicto pone en peligro inversiones de 30 millones de dólares que tenían previstas para los próximos años.

“Somos laburantes y le pedimos a una empresa que tiene plata que nos acomode el sueldo y solucione los problemas de seguridad e higiene, entre otras cosas. Estaría bueno que la gente sepa en las condiciones en las que trabajamos: hay compañeros que tienen 26 años nada más y ya tienen hernias de disco y clavos en la espalda. No queremos revolucionar la empresa, sino un trabajo digno”, concluyó uno de los delegados.

El jueves habrá una nueva reunión en la cartera laboral, pero los gremialistas creen que la oferta de la empresa seguirá siendo la misma: dejar “a los más combativos” afuera.

MP-AFD
AUNO-03-06-14

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