Lomas de Zamora, octubre 16 (AUNO) – El primer satélite argentino fue lanzado hoy con éxito desde la Guayana francesa y poco más de media hora después se produjo la separación del vector que los transportó.
“Gracias a la producción local de tecnología satelital, Argentina tiene un satélite propio y no dependerá de operadores internacionales para poder brindar servicios en su territorio”, destacó la empresa estatal ARSAT.
El Arsat-1 es el fruto de la puesta en práctica de un plan estratégico en la materia en 2006 por la entonces administración de la presidencia de Néstor Kirchner.
Apoyos
“El lanzamiento y puesta en órbita del ARSAT-1 asombró a la comunidad internacional”, señaló ARSAT.
“En este caso, el subsecretario general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el chino Houlin Zhao, manifestó un rotundo respaldo al desarrollo de la industria espacial con la fabricación del primer satélite geoestacionario argentino”.
“La Unión Internacional de Telecomunicaciones apoya fervientemente la labor de los Estados miembros en el desarrollo de las telecomunicaciones y satélites, en este caso particular, el hecho de que Argentina lanzó y opera un satélite geoestacionario diseñado y fabricado en el país”, señaló ese funcionario.
Agregó: “Hay que destacar que se establece como un ejemplo para los países en desarrollo en todo el mundo”.
De esa manera, la Argentina se sumó a la Unión Europea, Israel, China, Japón, India, Rusia y Estados Unidos, que poseen capacidad para producir este tipo de artefactos.
Las maniobras de lanzamiento empezaron por la mañana y el conteo se vio suspendida una vez por problemas registrados en el Intelsat, el satélite de Estados Unidos que también se lanzó con el mismo transportador.
El lanzador soltó el satélite a 250 kilómetros de la Tierra, desde donde deberá remontar hasta los 36 mil kilómetros en la posición orbital definitiva monitoreado desde Benavídez.
Autoridades de Argentina Satelital confirmaron el trabajo para poner también en el espadio el Arsat 2, en 2016 y la versión 3, en 2018.
El satélite lanzado hoy costó 270 millones de dólares y permitió que Argentina no perdiera la posición orbital 81, que pretendían potencias como Estados Unidos o Gran Bretaña.
AUNO 16-10-14
CAS-HRC