(AUNO/Ciencia) En la Argentina, de cada cien personas examinadas, una o dos padecen de insuficiencia cardiaca, “que es una enfermedad muy común, más frecuente que el cáncer y el SIDA, y una de las principales causas de morbilidad en todo el mundo: en el país hay alrededor de 600 mil casos diagnosticados”, informó Lucía Kazelian, médica cardióloga de la Fundación Cardiológico Argentina.
Según explicó la especialista –integrante del grupo Mujer y Corazón de la FCA—, la insuficiencia cardíaca se produce porque “distintos agresores deterioran la capacidad del corazón de contraerse adecuadamente o tornan demasiado rígidas sus paredes” y, como consecuencia de esas lesiones, el órgano “bombea poca sangre” o se presenta una “congestión en los territorios venosos, ya sea a nivel pulmonar o en la circulación en general”.
Kazelian, médica del servicio cardiológico del hospital Cosme Argerich, explicó que “cuando se acentúan los síntomas de la insuficiencia cardíaca ya diagnosticada, se produce la descompensación del paciente: en el país se producen unas 200 mil hospitalizaciones al año por esa causa”, alertó la cardióloga.
“Por ejemplo, si el paciente caminaba bien unas tres cuadras y de golpe, al caminar 50 metros el paciente se empieza a sentir mal, es un signo de descompensación”, advirtió.
Entre las causas que producen ese desorden sintomatológico, la especialista mencionó “el abandono de la dieta con bajo sodio, comer en exceso, dejar parcial o totalmente la medicación, la aparición de arritmias cardíacas, infecciones como resfríos, neumonías o de piel, la hipertensión, el infarto, las intervenciones quirúrgicas, entre otras”.
Para Kazelian “muchas veces se presenta la descompensación por no asumir la enfermedad como tal o por problemas económicos”, que impiden que el paciente pueda comprar la medicación recetada o alimentarse con la dieta indicada, “que es fundamental” en este tipo de patología.
Para no caer en una descompensación, la cardióloga recomendó “cumplir con la dieta indicada, pesarse diariamente, controlar la presión arterial, no abandonar la medicación, realizar ejercicios físicos,” y “ante la primera manifestación de cambio consultar con el médico”.
*Las causas de la enferrmedad *
Kazelian indicó entre las causas que originan la insuficiencia cardíaca a las enfermedades coronarias, como la angina de pecho o el infarto: “En la angina de pecho las arterias están enfermas y se produce una obstrucción parcial de ellas, y cuando se genera una obstrucción total la persona tiene un infarto. En ambos casos, el corazón sufre porque no recibe oxígeno correctamente”.
Además destacó que el tabaco, el colesterol, la obesidad, el sedentarismo, entre otros, “llevan también a que se tapen las arterias del corazón”, señaló la especialista.
En ese sentido, la cardióloga agregó una serie más de enfermedades que pueden producir insuficiencia y entre ellas destacó “las afecciones de las válvulas cardíacas; la miocardiopatía, que es una enfermedad propia del corazón; la cardiopatía congénita, que se detecta al nacer con defectos en el corazón; el mal de Chagas, la hipertensión, los problemas de glándula tiroides, la obesidad y el alcohol”.
AUNO/Ciencia consultó a Kazelian si la insuficiencia cardíaca puede curarse y la especialista explicó que “la cura o no dependerá de la afección del paciente. Si se tiene Chagas no existe cura, porque una vez que el virus ataca al corazón, el cuadro se vuelve irreversible. En cambio, si se presenta una enfermedad en el corazón que puede ser intervenida quirúrgicamente, se puede llegar a la cura porque con la operación el problema de salud podría quedar solucionado. Otro ejemplo de cura se da en el 50 por ciento de los pacientes que presentan miocardiopatía alcohólica, que es una patología que se produce por beber alcohol en abundancia, y cuando el enfermo realiza el tratamiento la insuficiencia desaparece,” dijo la especialista.
Con respecto a los síntomas que presenta la enfermedad, Kazelian mencionó a la disnea (falta de aire al caminar o al estar en reposo); el cansancio y la fatiga muscular, que se da porque los músculos no reciben el oxígeno necesario; la retención de líquidos, que produce edemas en el organismo; la tos seca o expectoración clara o rosada, que se produce porque al corazón le cuesta bombear la sangre y ésta queda estancada en los pulmones, o el aumento brusco de peso.
Del tratamiento que reciben los pacientes diagnosticados con insuficiencia cardíaca, Kazelian destacó que el objetivo es “disminuir los efectos de las enfermedades, mejorar la calidad de vida del enfermo, disminuir los síntomas y la progresión de la enfermedad”. Para lograrlo, los médicos realizan en los pacientes “tratamientos con diuréticos, que eliminan la sal y el agua estancadas en el organismo; vasodilatadores, para mejorar la circulación; anticoagulantes, que evitan que se produzcan accidentes cerebrovasculares por los coágulos que se forman en el organismo debido al mal funcionamiento del corazón, entre otros.
Además los especialistas indican realizar una dieta hiposódica, y por eso recomiendan no consumir alimentos como fiambres, embutidos, salsas, jugos envasados o concentrados, pickles, comidas congeladas prehechas, aderezos, productos de copetín, vegetales y frutas enlatados, entre otros.
La especialista también aconsejó, paralelamente con la medicación y la dieta, realizar actividad física porque “reduce los síntomas como la fatiga y la falta de oxígeno y alarga la vida”. “Se deben realizar ejercicios aeróbicos, dinámicos, de 20 a 60 minutos unas tres o cinco veces por semana”, sugirió. Y como ejemplo de ellos mencionó “caminar, trotar, hacer yoga y andar en bicicleta”. Sólo recomendó el reposo “si existe insuficiencia cardíaca aguda o descompensada, diagnosticada por un médico”.
AUNO NG-EV