Defensores de Banfield: vuelta olímpica y ascenso

El club sureño se coronó campeón de la Primera D y subió a la C luego de quedarse con el torneo por diferencia de gol. Tras ganar los últimos cinco partidos, apenas superó a Paso de Rey por 22 puntos. Alto festejo en Penna y Rodríguez Peña.

En una recta final de temporada apasionante, Defensores de Banfield se coronó campeón de la Primera D de la Federación Regional de Básquetbol de Capital Federal (FBRCF) y consiguió uno de los ascensos directos a la C. Con 11 victorias en sus últimas 14 presentaciones, el club del Sur del GBA recién pudo celebrar gracias a la diferencia de gol. Apenas 22 puntos fue la ventaja sobre Paso del Rey, que terminó el año con el mismo registro de triunfos y caídas en la tabla general y también subió de categoría.

El andar arrollador que llevó a “Defe” a lo más alto de las posiciones se revaloriza al sumarle los 14 partidos de la fase de clasificación. A lo largo de la temporada, sumó 20 encuentros ganados sobre 28 disputados, una muestra de que el equipo fue tomando mayor volumen de juego al acercarse a las instancias decisivas.

La fortaleza del conjunto se basó en las individualidades en ofensiva y en los ajustes en defensa. “Cuando nos quedamos con poco juego táctico, supimos hacernos fuertes a partir de las cualidades individuales de los jugadores. Cada uno supo cumplir su rol y en, algunos casos, dar más de lo que esperaba”, explicó Jorge Soriani, director técnico del “Defe” en diálogo con AUNO.

La presión de definir el torneo cabeza a cabeza llegó al comenzar la última ronda, de cara a la definición del torneo, cuando Paso del Rey vapuleó al quinteto sureño, que sufrió la derrota más contundente del año. Desde entonces, ambos conjuntos quedaron igualados en puntos hasta el cierre del certamen.

Pero el elenco albiverde que durante todo el año lució una casaca verdinegra no sintió la obligación de sumar victoria tras victoria. Dejó en el olvido los pocos tropiezos que había sufrido para afrontar las últimas cinco fechas ante cuatro de los equipos que lo habían vencido a lo largo de la competencia.

Los resultados no dejaron lugar a dudas: 70-54 a Centro Galicia; 69-62 contra Jugar Pampa y 93-65 ante Varela Juniors. En el 92-70 sobre Círculo Urquiza, el equipo de José María Penna y Rodríguez Peña, a cancha llena, logró mantener el invicto de local en la ronda campeonato y cumplir el objetivo del ascenso.

Sólo quedaba la frutilla del postre: la vuelta olímpica. Y llegó en la última jornada con el ajustado 58-56 sobre Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó, en el Oeste del conurbano bonaerense.

“La juventud del equipo fue fundamental. A eso se le sumó la fuerza y confianza de la personalidad de los jugadores que ya tenían experiencia en Primera. Así, se consolido un grupo fuerte, con mucho carácter, que supo hacerse fuerte de local y que no bajó los brazos hasta al final”, indicó Soriani.

El equipo empezó el torneo con un plantel de 10 jugadores, conformado por cinco valores provenientes de la categoría Sub-22 que habían logrado el ascenso en inferiores el año anterior y otros cinco que se mantuvieron del equipo de Primera, con el aporte indispensable de los juveniles.

Sin embargo, las lesiones y el alejamiento de los pivotes Ezequiel Gallego, Nahuel Altamirano y Nicolás Diorio logró volver en los últimas dos fechas condicionó el juego interno y dejó el poder de reboteo y goleo bajo los aros en manos de Cristian Richardson, figura en los últimos dos encuentros.

La imposibilidad de marcar territorio en la zona pintada fue compensada con un accionar rápido y agresivo en el perímetro, apoyado en la buena puntería desde larga distancia. De esta manera, la número siete quedó en manos de Nahuel Lag y Nicolás Aguirre para alternar los puestos base y escolta a la hora de manejar los tiempos y repartir asistencias, así como también la tarea de marcar a los goleadores rivales.

Pero si la diferencia de gol fue lo que finalmente permitió que el “Defe” sea el mejor equipo del año, el campeonato pasó por las manos de los aleros Germán Gómez, Ignacio Ruiz, Nicolás Torok y Mariano Diorio. Sin olvidar el recambio indispensable y los tantos aportados por Maximiliano Guzmán, Agustín Aguirre y Matías Costas.

“Sacar y poner pibes jóvenes nos dio una actitud física que marcó la diferencia llegando al final del torneo. Con una puesta física mejor podríamos haber conseguido el ascenso y el campeonato un mes antes, porque en calidad de jugadores teníamos el mejor equipo”, se envalentonó el técnico campeón.

AUNO 18-11-08
NL-MFV
deportes@auno.org.ar

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