“No es sencillo estudiar y entrenar, pero tampoco es imposible. No se puede abandonar nunca la formación académica”, manifestó a AUNO Daniela Gómez, campeona en lanzamiento de martillo en los Juegos Panamericanos Universitarios, en los cuales representó a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
La joven atleta tenía 12 años cuando comenzó a involucrarse en el atletismo, pero su interés en el deporte comenzó mucho antes. A los siete practicaba natación durante los veranos, y canotaje desde los 12 hasta los 14, pero nunca de manera competitiva.
En el atletismo, incursionó en el lanzamiento de disco, prueba que le permitió presentarse en los Juegos BA y ganar sus dos primeras medallas de oro y una de bronce. Estas pruebas la llevaron a los Juegos Nacionales Evita, en la cual conquistó el primer puesto y el tercero.
La deportista oriunda de Bernal no descartó otras pruebas como 100 y 200 metros, cross country, salto en alto, salto en largo y lanzamiento de bala. Encontró su lugar recién a sus 17 años en el lanzamiento de martillo. Ese mismo año, en 2010, comenzó a competir como atleta federada y participó en su primera competencia internacional (Campeonato Sudamericano de Menores en Chile), en el cual se quedó con la presea de bronce.
“Incluso los malos torneos pueden ser grandes viajes”, reflexionó Daniela, quien también obtuvo el oro en el Campeonato Sudamericano de Colombia, entre otros títulos nacionales en las categorías menor, juvenil, sub 23 y mayor.
También participó del Mundial Juvenil en España, los Campeonatos Sudamericanos sub 23 en Uruguay y Brasil, mayores en Buenos Aires, los Juegos Mundiales Universitarios de Taiwán y los Juegos Universitarios Regionales.
A esta carrera deportiva en aumento, Daniela sumó una cotidianidad académica al estudiar el profesorado de educación física. En la actualidad, continúa con la licenciatura en alto rendimiento deportivo que la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ dicta en el CENARD.
Los desafíos no fueron menos: en 2013 Daniel se lesionó la rodilla al preparar un examen práctico para el profesorado. El diágnostico fue rotura de ligamento cruzado anterior y los dos meniscos, lo que respresentó ocho meses sin lanzar, casi un año hasta recuperarse completamente y dos años para recomponer la masa muscular. “En cuanto a mi vida académica, me recibí en 2015, que fue el año más díficil de cursada”, relató la joven.
“Tengo la posibilidad de estudiar gracias a mi familia. Entonces, puedo trabajar pocas horas para dedicarme a entrenar y estudiar”, explicó la deportista, que dedica entre 20 y 25 horas semanales a su entrenamiento en el parque domínico de Avellaneda. “No digo que sea sencillo estudiar y entrenar. Tampoco es imposible. No se puede abandonar nunca la formación académica”, subrayó.
La sorpresa de oro
Daniela se consagró campeona en lanzamiento de martillo el pasado 21 de junio, tras lanzar cuatro kilos a 59,71 metros. La estadounidense Dasiana Larson se quedó con el segundo puesto por cuatro centímetros y la chilena Mariana García obtuvo el tercero con 59,10 metros.
Este torneo no estaba en los planes de la deportista un mes atrás. Ella, junto a hermano y su padre (y entrenador), decidieron participar en el torneo con un equipo autofinanciado. Con la colaboración de la casa de estudios y el empuje de la familia, no hubo tiempo para prepararse pero Daniela se sentía “lista para competir”.
“Lanzamiento a lanzamiento se fue dando la posibilidad de ganar. Gracias de haber participado en el mundial el año pasado, pude tener la madurez suficiente como para aprovechar esa oportunidad”, consideró la atleta.
Además reconoció que desde entonces siente “mucha más madurez a la hora de competir, con más capacidad para manejar los nervios y la presión de torneos de esta magnitud”.
Este último certamen internacional resultó “un gran motivación para seguir mejorando”. “Fue una experiencia, disfruté mucho del torneo y sobre todo, el momento de la competencia. Este año sólo me queda la Copa Nacional de Clubes de mayores en octubre y empezar a preparar el año próximo para intentar clasificar al sudamericano de mayores”, adelantó.
“Lo que me gusta de este deporte es la manera en la que enseña a superarse y a valerse por uno mismo”, destacó Daniela, quien también agradeció a la UNLZ por el apoyo recibido para participar del Mundial de Taiwán el año pasado y la preparación para esta última competencia. “También es importante el apoyo de mi familia que siempre me apoyó, sobre todo, mi papá que me entrena y me tiene paciencia”, manifestó entre risas.
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MB-SAM