En la pequeña sala de Cultura Click, cerca de la estación de Temperley, Julián Riveros se acerca a la mesa más grande y pide un celular para el próximo acto de Conurbano Maldito. Una chica le ofrece el suyo: van a usar uno de los grupos de Whatsapp para completar los diálogos de la siguiente escena.
Producción de video: Ivo Rosales
La improvisación caracteriza a este grupo de teatro y para eso es fundamental la participación del público. Cada acto y cada presentación son diferentes.
Al comienzo de las distintas escenas, los actores le piden al público que mencione posibles títulos para desarrollar la historia. Mariano Alvarez se encarga de decidir cuál servirá más. “El esguince me arruinó la noche”, es el título para esta parte. Actúan junto a Pablo Vescio, el tercer integrante del grupo.
“Lo bueno de este tipo de shows, es que por mas que vayas a verlo varias veces, siempre va a ser distinto. La predisposición de la gente, la cantidad de público, todo influye”, señala Pablo.
Conurbano Maldito se presenta este sábado 18/11 en el bar Santana (San Vicente)
Comienza el acto y Julián va completando las frases con las charlas de Whatsapp de un grupo de amigas. Pablo y Mariano tratan de adaptar la historia, que debe terminar dándole un sentido al titulo seleccionado.
Pero esto es solo una parte del show.
“Nueva Dimensión” se llama a este nuevo ciclo de shows, con presentaciones todos los viernes.
Julián es diseñador gráfico, Mariano adiestra perros y Pablo es abogado pero lo que los apasiona es el teatro. Todos los integrantes del grupo participan dentro de otras compañías ademas de formar parte de Conurbano Maldito. En el caso de Julián, llegó a estar en una serie de shows en México.
Para otro de sus actos usan algo que ellos llaman “cabezones”, unas marionetas gigantes, donde ellos se colocan e interpretan a tres personajes. Un viejo, una mujer extravagante y un adolescente con muchos piercings.
Los “cabezones” también improvisan.
Salen de atrás de las columnas de la sala para sorprender al público, y luego llegan al escenario. Un juego de luces los acompaña. Esto forma parte del ciclo renovado de Conurbano Maldito, junto con la idea de agregar el uso del celular y la nueva canción de cierre, que describe cómo es la vida para aquellos que viven en el Conurbano Bonaerense.
“Se nos ocurrió la idea de los cabezones para poder interpretar e improvisar ya desde esos personajes, sin mostrarnos a nosotros mismos como en el resto de la función”, comenta Mariano.
“Otra cosa, más o menos”, es otro de sus actos. Los tres se encuentran en escena interpretando diferentes personajes, puede ser desde un nene, un anciano, una chica, una abuela o lo que se les ocurra. Expresan a cada uno de los personajes modificando sus voces y apenas su vestuario arremangándose los pantalones y atando sus camisas.
En otro de las actos que se llevan a cabo en la noche de los viernes de Cultura Click, se le pide al público que mencione una lista de géneros de película y canciones populares.
Julián Riveros toma un cazú y la larga lista. Mariano y Pablo se disponen a actuar el nuevo título. Cada vez que suene el cazú, aquellos que se encuentren en escena deberán modificar sus diálogos según los géneros mencionados. Si es una canción, deben cambiar la letra para que responda al diálogo, pero mantener el ritmo original. El último género musical es la ópera, y le dan un gran cierre a la noche.
Conurbano Maldito es un grupo que se adapta a la situación. El año pasado sufrieron un robo en el cual les arrebataron los micrófonos que utilizaban en sus shows, y para poder recuperarlos decidieron hacer presentaciones llamándolas “Microfofechas”.