Lomas de Zamora, abril 30 (AUNO).- Un informe efectuado a través de los datos obtenidos del Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino, reveló que los tres tipos de cáncer más frecuentes en menores de 15 años, en el período 2000-2009, fueron las leucemias con un 36,8 por ciento, los del sistema nervioso central con el 18,8 de los casos registrados y los linfomas con un 12,7.
Además, se indicó que la información difundida por el organismo que depende del Instituto Nacional del Cáncer, reportó que durante ese lapso de tiempo se detectaron 12.740 casos, por lo que la tasa de incidencia de cáncer infantil fue de 128 casos anuales por cada millón de niños y se mantuvo estable a lo largo de ese período.
En cuanto a la sobrevida general de los pacientes registrados señalaron que esta fue del 63 por ciento para las leucemias, el 46por ciento para los tumores del sistema nervioso central, y del 75 por ciento para los linfomas.
Los de peor pronóstico, luego de tres años de diagnosticados, son las leucemias mieloblásticas con un 40 por ciento, los tumores del sistema nervioso central con el 46 por ciento y los óseos con una sobrevida del 47 por ciento.
Asimismo, a través de la documentación presentado, se recomendó tener en la edad del paciente y se destacó que los niños de entre 1 y 4 años son quienes tienen mejor pronóstico mientras que los menores de 1 son quienes presentan peores posibilidades de sobrevida.
Respecto al mejor pronóstico, luego de 36 meses de diagnosticado, comentaron que se registra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un 70 por ciento de sobrevida y el peor en las regiones del NOA y NEA con un 56 por ciento.
Por su parte, el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur expresó que contar “en el país por primera vez con datos de sobrevida de estos pacientes representa un salto cualitativo en materia de salud” y manifestó que este trabajo realizado en conjunto por importantes organizaciones sanitarias “será fundamental para las autoridades y los profesionales de la salud, quienes podrán tomar decisiones que ayuden a disminuir la mortalidad por esta causa”.
En tanto, Daniel Freigeiro, uno de los directores del área de Oncopediatriá del Instituto y jefe del Servicio de Hemato-Oncología del Hospital de Pediatría “Juan P Garrahan” señaló que el “primer objetivo fue intervenir en algunas de las causas que detectamos como desiguales, como el retraso diagnóstico o de las demoras en las derivaciones”.
También comentó Freigeiro, que también se trató de “unificar criterios de obtención y soporte clínico de los niños con cáncer, entendiendo que una mejora en ese soporte se traduciría en una probabilidad mayor de curación para los pacientes que deben ser sometidos a tratamientos muy intensivos”.
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