El mediocampista de Los Andes Facundo Coyra se mostró muy feliz por su regreso a las canchas tras una inactividad de 19 meses, producto de la rotura de ligamentos cruzados que sufrió en ambas piernas, y consideró que su presencia en la victoria ante Unión (2-1) significó un “sueño hecho realidad”, ya que también convirtió su primer gol en partidos oficiales.
“Fue un regreso soñado. Nunca imaginé volver de esta manera. Cuando me dieron la noticia de que iba a concentrar, que volvía a ser parte de este grupo, lo único que pensé fue en volver a mi casa con un triunfo”, señaló Coyra en una charla con AUNO.
Y agregó: “Nunca se me pasó por la cabeza hacer un gol en mi regreso. La verdad es que siempre soñé con volver y dejar todo dentro del campo de juego. Más que nada por mis características, que pasan más por correr y recuperar”.
La primera operación que tuvo que sobrellevar el juvenil, surgido de las divisiones inferiores del club del Sur del GBA, tuvo lugar en septiembre del 2007, cuando el equipo era dirigido por Alberto Pascutti.
Sin embargo, cuando se recuperó y estaba en condiciones de volver, Coyra sufrió una rotura similar pero en la otra pierna, lo que atrasó su retorno por varios meses más.
Al respecto, el volante central señaló que sin el apoyo de su familia “nunca” hubiese podido volver, debido a que resultó algo “muy difícil” recuperarse de dos lesiones tan complicadas y en tan poco tiempo.
“No fue nada fácil salir de esto. Creo que sin el apoyo de mi gente; de mi familia y de mi mujer no hubiese podido sacar esto adelante. Por eso, todo lo que me toque vivir, de aquí en más, será para todos ellos. La gente del club y mi representante estuvieron siempre a mi lado. Por eso, todo esto es para ellos”, resaltó emocionado.
Por otro lado, el jugador comentó que cuando se enteró de la segunda lesión pensó en “abandonar el fútbol “, sobre todo por la difícil recuperación que debía encarar, pero reseñó que su esposa lo instó para que siguiese adelante.
“Cuando tuve la segunda lesión se me cruzó por la cabeza dejar de jugar, porque no sabía si valía la pena tanto sacrificio, ya que otra vez tenía que pasar por el mismo tratamiento”, reconoció.
Y recordó: “Cuando llegué a mi casa y le dije a mi señora que otra vez me tenía que operar, viví un momento muy difícil. Sin embargo, ella me dijo que pusiese todo en manos de Dios, y así lo hice. Nosotros somos muy creyentes y nos aferramos mucho a nuestras creencias”.
La última vez que Coyra había vestido la camiseta del “Milrayitas” fue el 11 de agosto del 2007, en el empate ante Cambaceres (1-1), en la temporada 07/08 del Torneo de la Primera B Metropolitana.
Desde ese día tuvieron que pasar 19 meses para que el juvenil volviera a pisar una cancha, por eso sintió una emoción muy grande cuando el entrenador Germán Corengia — DT interino—, le comunicó que iba a entrar a jugar ante Unión, en el Eduardo Gallardón.
“El entrenador me comentó que durante la semana me había visto muy bien, que estaba hecho una fiera. Entonces, me dijo que entre y que no pare de correr y meter, porque el grupo me necesitaba para sacar el partido adelante”, contó.
Y concluyó: “Creo que la vida me dio otra chance. Igual, estoy convencido de que las oportunidades se las genera uno. Desde que me lesioné nunca dejé de trabajar, y más con el apoyo que me brindó toda mi gente”.
AUNO-19-03-09
MM-LDC
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